Amigos de opuslibros:

Aunque os descubrí hace tiempo, hasta ahora no me he decidido a escribiros porque soy muy torpe en el ordenador. Os agradezco la narración de todas vivencias y estrategias para superar vuestro paso por "la cosa", ya que a mí me han ayudado mucho.

Cuando tenía decinueve años, entré en una congregación religiosa. En aquella casa había un único sacerdote muy autoritario y con unas ideas bastante retrógradas. Por tanto, al de muy poco tiempo solicité mi salida y me la denegó. Al cabo de tres meses, la volví a pedir y su respuesta fui idéntica. Al cabo de otros tres meses, cuando sólo llevaba siete en la congregación, un día, como hicisteis algunos de vosotros, recogí mis pertenencias y me marché a casa de mis padres. Envié una carta, dando mis razones, y me respondió con una misiva, repleta de advertencias que me atrevo a calificar de rejalgar. Mi vida siguió adelante, terminé mis estudios universitarios, encontré trabajo, me casé, fui padre...

En mi interior me quedaba un pequeño poso de que quizá mi actuación al marcharme no había sido la adecuada. Pero al ver que algunos de vosotros habiais actuado de modo similar, ese pequeño poso que tenía desde hace casi cuarenta años, ha desaparecido. Muchas gracias a todos y en especial a Agustina, Carmen Charo, Nicanor, Satur/Suso, Atomito....   

Un saludo a todos,

basurde