pepito :
Ante
todo, mi pésame, aunque rezagado, para Agustina.
Tengo la
impresión, e incluso indicios razonables, de que allá por los años 70 del
pasado siglo, Escrivá, enterado de que en alguna de sus obras corporativas,
y desde luego en la Universidad de Navarra, trabajaban personas que tiempo
atrás se habían salido de su barca, dio orden de echarlos a la calle (o al
agua), quizá para que saborearan a fondo el rejalgar que les había
prometido. Me gustaría saber si alguien más sabe de esto.
Pepito.
Publicado el Monday, 27 January 2014
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