Caribe… Tu escrito es una interpretación de un hecho objetivo: existe una página web –www.opuslibros.org- cuya finalidad es mostrar la verdad oculta de una institución religiosa, la cual desde hace años da una imagen pública de sí misma que los ex-miembros que aquí escribimos, sabemos que difiere de su realidad.

El hecho es incuestionable. La interpretación, tu opinión personal sobre el mismo, sí que se puede discutir y rebatir...

1º.- Respecto a si las consecuencias del pecado original sólo se hacen sentir en los miembros del Opus Dei.

Pues no. También se hacen sentir en los escándalos políticos de corrupción que publican con mucha frecuencia los medios de comunicación. Entiendo que no cuestionas que periódicos y televisiones –públicas o privadas- puedan publicar sobre dichos escándalos y que, incluso, los revelen y den a conocer a todos. Por lo que, te pregunto, ¿por qué razón objetas que opuslibros dé a conocer lo discutible de esta entidad religiosa?

2º.- Nos hablas del Cuerpo Místico de Cristo, de San Pablo, del Papa y relacionas la crítica al Opus Dei, a “golpear” a la Iglesia.

Tu razonamiento parte del presupuesto de que el Opus Dei es parte de la Iglesia, de que denunciar lo criticable del Opus Dei es hacer “daño”, por lo que se hace “daño” a la Iglesia. Confundes los presupuestos teológicos (que son únicamente aplicables a los Sacramentos, a la Palabra de Dios y a la Gracia, como elementos existentes en la Iglesia y por los que creemos que la Iglesia es el Cuerpo de Cristo) con los presupuestos aplicables a la convivencia en cualquier sociedad de personas (que según la Iglesia son todas pecadoras). Lo siento pero esos presupuestos teológicos no son válidos para razonar como debe ser la convivencia en una sociedad de personas.

Las personas cometen errores, y hasta actúan maliciosamente. Sus errores pueden afectar negativamente a una cantidad elevada de personas. Y la caridad con esa cantidad elevada de personas puede hacer necesario revelar esos errores para impedir los perjuicios que generan. Este presupuesto, la caridad a las posibles personas que puedan ser afectadas, es el que se debe aplicar a las críticas hechas al Opus Dei.

Por eso considero que te equivocas al pensar (implícitamente se desprende de tu escrito) que  el acto de revelar esos errores, es “hacer daño”. Te pongo un ejemplo, el Papa Benedicto XVI dirigió una carta  a la Iglesia de Irlanda en el año 2007 en la que criticaba el comportamiento de diversos obispos irlandeses respecto el problema de un número de pederastas que (esos sí) hicieron mucho daño a sus parroquianos. Aquellos obispos actuaron de manera equivocada, ocultaron los hechos, evitaron que la Justicia detuviera a los criminales…. Todo por la “imagen” de la Iglesia. El Papa emérito, reveló su mala actuación en esa carta. ¿Verdad que por eso no dio ningún “golpe” a la Iglesia, ni se “resintió” todo el cuerpo místico de Cristo? Por tanto, algo falla en las ideas de las que partes para darnos tu opinión.

3º.- Respecto a las crisis de vocación,

Tu comentario se basa en el presupuesto implícito (que no nos dices, pero que se intuye como base del mismo) de que esas crisis son responsabilidad exclusiva de los afectados, sin que haya ninguna responsabilidad por parte del Opus Dei. Este presupuesto tuyo es muy cuestionable, dado el conocido sistema de captación de vocaciones del Opus Dei. Entiendo que si razonas a partir de un presupuesto que ni es un dogma, ni un axioma y que te avanzo es completamente errado, tu razonamiento dará una conclusión equivocada.

4º.- Afirmas del Opus Dei que «guste o no es una institución aprobada por la Iglesia y forma parte de la misma, como tantas otras».

Esta frase no forma parte de ningún razonamiento, porque te olvidas de manifestar a los demás las siguientes premisas que pueda haber, y cual pueda ser la conclusión que defiendes. Es además una afirmación  errónea. Los legionarios de Cristo son también una institución de la Iglesia, y llevan varios años en un proceso de renovación de sus estatutos, supresión de votos espurios y revisión de carisma bajo el control de un delegado pontificio, después del escándalo generado por el descubrimiento de que su fundador vivió una doble vida carente de «todo sentido religioso» (tal como manifestó el actual Papa emérito).

Concluyo agradeciendo que hayas opinado aunque haya detectado tantos errores en tu opinión. Te he respondido, aún bajo la sospecha de que tú –como otros- te limitas a “tirar la piedra” (es decir, a publicar tu opinión) y ni te interesará saber que te pueden decir de lo que piensas.

Lo que me daría pena no es que, de ser así, fallarías como persona… sino que fallarías como cristiano. Pues habrás observado que Cristo, durante su vida pública, siempre escuchó y respondió a los demás. No se limitó a hablar, a exponer lo que pensaba, sino que también dialogó con los que se dirigían a él e, incluso, conversó extensamente con ellos (véase el caso de la samaritana, del fariseo que pregunta cómo se puede volver a nacer de nuevo, y la conversación con Poncio Pilatos)

Un saludo cordial,

Daniel_M