pepito :
Don Antonio
Pérez Hernández de los Grajales, que así se llamaba entonces, era el
Consiliario de España cuando a mí me echaron el lazo. No tuve ocasión de
tratarlo, pero por referencias ajenas al Opus Dei me consta que era hombre de
una gran valía.
El comentario
de Carocha
acerca de su silencio post-opus me parece un tanto mezquino y creo que
para explicarlo basta y sobra con suponer que era, simplemente, un caballero.
Además, bastante tuvo el pobre con lo que hubo de sobrellevar por no saber
decir que no en dos momentos capitales de su vida: cuando lo pitaron
y cuando lo ordenaron. Descanse en paz.
Pepito
Publicado el Friday, 14 June 2013
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