Diognetus :
Plegaria en el segundo aniversario de la canonización de San Josemaría
Únete Siervo de Dios a esta plegaria,
mirando hacia el cielo, y recemos.
No dejemos pasar este momento
por tantos que, tapados con sudario,
suplican que se oiga su lamento.
Y que se unan y recen con nosotros
aquellos pescadores ignorantes
Aquellos doce pobres nazarenos
Que sin mentiras ni oro ni coacciones,
sobre ricos, soberbios y ladrones
pusieron los humildes y a los buenos.
Por el que llora escondido,
ese que no ve ayuda,
el que aguanta sometido,
por aquél que todo teme,
por ese que aún duda
y a decirlo ni se atreve.
Por aquellos angustiados,
los que ni a pensar se atreven,
por todos los coaccionados,
los que ahogaron sus lamentos,
los que ríen asustados.
Por un mar de descontentos.
Los que su boca han tapado,
con pastillas sus hermanos,
callados y arrepentidos
enfermos y abandonados,
calumniados, afligidos
cansados, desencantados...
Por aquellos que se fueron
y que aún son perseguidos
por los que tanto les amaron.
Por todos los que murieron
solos, solas, olvidados
Escondidos, silenciados
lamentando lo que hicieron
¡enterrados, aún con vida!
Por las madres que aun hoy lloran
los hijos que les robaste,
por aquellas pobrecitas
que sin lágrimas dejaste.
Por las madres que murieron
sin el beso de su hijo,
madres que se convirtieron
en un vivo crucifijo.
Por aquellas que sufrieron
de tus hijos abandono,
de TU familia desprecio,
las que sufrieron condena
decretada de pobreza.
Y aquellas que no aguantaron
los nudos en su garganta
o la dura indiferencia
decretada por conciencia,
esas que no comprendieron
toda esa santa indecencia.
Y por esas golondrinas,
numerarias auxiliares
auxiliares coronadas
de coronas con espinas,
con sus ojos angustiados
y bañados de dolor,
¡al cielo llegue el clamor
de sus labios apretados!
Amén
Diognetus of Highpear
Publicado el Tuesday, 29 June 2004
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