Tú me parece que no formas parte de ese grupo de zombis porque, aunque estás roto y hecho añicos, eres consciente de ello y te sientes como tal. Y eso, amigo mío, es magnífica señal. Tras la noche oscura sólo queda esperar la luz, y llega, ¡siempre llega! No hace falta que entres a pedirle a Dios. El sabe mejor que tú lo que necesitas, y no está en ninguna iglesia expuesto, está en lo más hondo de tu alma dándote aliento, sosteniéndote cada instante. Quizá te pueda ayudar un verso de San Juan de la Cruz en la Noche Oscura,

"Quedéme y olvidéme, el rostro recliné sobre el amado, cesó todo, y dejéme, dejando mi cuidado entre las azucenas olvidado."

Deja tu cuidado en sus manos.

Tú no estás sólo en el pantano. Más bien te puedes sentir ahogado de tanta gente que se ha sentido y se siente absolutamente igual que tú. Somos decenas de miles por mucho que digan lo contrario algunos.

Tú estás vivo. Otras y otros se tiraron por la ventana, se tomaron un bote de pastillas, se ahogaron en el mar narcotizados por pastillas, perdieron irremediablemente la cordura…y cuantos lo intentaron sin éxito!!!

Yo me puedo colocar especialmente a tu lado cuando dices que la poca valía personal es un problema serio y grande en tu persona. ¡Qué te podría contar yo de eso! Pero amigo, yo hace ya 23 años que dejé la secta y hoy soy una mujer nueva. El paso del tiempo es necesario, aunque no hacen falta tantos años para reconstruirse. Cuando uno se pone en camino con valentía la satisfacción es tanta que no importa lo que te quede por sanar. Empiezas a amar la vida de forma apasionada, y das gracias infinitas a Dios por haber pasado por el infierno.

No me sorprende que hoy eligieras no nacer. Muchos hemos pensado lo mismo tantas veces!!! Sin embargo, cuando pase un poco de tiempo, si sigues siendo valiente y no te refugias en el miedo, en la seguridad de lo malo conocido… te aseguro que darás gracias por haber vivido lo que has vivido y te sentirás fuerte y grande, no con la absurda soberbia opusina, sino plenamente consciente de tu grandeza como persona, plenamente consciente del plan de Dios contigo, que es abierto y libérrimo, y no se te pondrá nada por delante. Te lo puedo asegurar, porque yo he pasado por ahí.

Pena dan quienes conjugan la comunión diaria con el abuso de menores, quienes venden su alma por un trabajo en una obra corporativa, quienes ponen una vela a dios y otra al diablo ¡por si acaso!…. No quiero juzgarlos, pero me dan gran lástima, porque en mi opinión no sean enterado de nada y van a pasar por la vida sin enterarse para qué vinieron.

Amigo, yo me he encontrado más samaritanos fuera de la iglesia que dentro. Eso son prejuicios viejos, prejuicios opusimos. Lánzalos lejos sin compasión. Miedo, miedo, miedo. El miedo no es de Dios. Quien vive del miedo no sabe AMAR. No te asustes de nada que pienses o hagas o sientas. Todo eso lo puso Dios en ti, nada le ofende (me caerán anatemas), todo forma parte de su plan contigo. Animo!!! Y ten paciencia.

Te hace falta ayuda humana cercana. No sé si yo pueda echarte una mano orientándote hacia alguien que te pueda dar esa ayuda eficaz. Si quieres escríbeme a carmencharop@gmail.com.

Un grandísimo abrazo y no vayas jamás pidiendo perdón por haber llenado nuestro tiempo, o dando excesivas gracias por haberte dedicado unos minutos. Eso forma parte de la droga mortal del Opus Dei, droga perversa y demoniaca, dañina hasta el infinito. Por eso que colaborar con sus apostolados me rompe el alma. Destrozan las mentes y las conciencias de los niños en las guarderías, en los colegios, en las universidades, en los seminarios, en los colegios mayores… y perpetúan su tarea en los centros, y cuando la gente es un trapo sin vida lo tiran a la basura o lo meten en un cajón. Es sangrante!!!

Eres grande, eres importante, eres UNICO, y ocupas un espacio y un tiempo que nadie podría ocupar por ti. Tú, ni nadie está aquí por casualidad o por error. Eso es una herejía opusina. Dios ES en ti y en mí y en D. Javier Echevarría. Eso sí que es un misterio, pero así es. De nuestra respuesta depende que vivamos ya hoy y ahora en el cielo o en el infierno. Esa es la libertad que Dios nos regala.

Dios mío gracias por haberme sacado del infierno!!!

Un grandísimo abrazo para ti y para cada persona de bien.

Carmen Charo