Apreciado Don César,

Lamento decirle que sería hermoso, sí realmente hermoso y digno de una Obra de Dios, lo que usted dice, pero no es verdad. Yo personalmente viví la falta gravísima que significa violar el secreto de confesión, "de mi confesión" y también de la dirección espiritual. No estoy del todo recuperado y creo que jamás lo estaré; “son daños irreversibles” me decía un sabio y buen Sacerdote Dominico. Créame que a veces así como a usted le sorprende y duele leer lo que se escribe aquí, a mí al menos me duele y mucho leer lo que escribe usted, porque a mí nadie me ha contado lo que yo he escrito aquí, a mí nadie me ha cuenteado lo que yo he escrito aquí, a mí me ha pasado todo lo que he escrito aquí, entre lo más grave y triste la traición sacramental en el incumplimiento del sigilo de confesión, el uso y abuso de los datos proporcionados en Dirección Espiritual, la Violación de derechos como estudiante universitario en Centros de Estudios dirigidos por el Opus Dei, la violación de los derechos humanos en varios aspectos, el anulamiento de una vocación -llamado de Dios- por ende Obra de Dios y para que más seguir.

Duele Don César y mucho para usted leer esto, lo comprendo, pero comprenda que para nosotros ha sido peormente duro y además el día a día buscamos resucitar a un conjunto de muertes que dieron a nuestras vidas, aquellos que son mal llamados Sacerdotes de Cristo y otros mal llamados, buscadores de la Santidad, porque todos hemos de forjar y obrar nuestra Santidad, con nuestro comportamiento y actitud, no amargando la vida de los demás. Es decir, la famosa táctica "te voy a hacer sufrir para que te mortifiques", vaya desfachatez, porque el poner cruces sobre espaldas ajenas, créame Don César, eso es tomar el nombre de Dios en vano, no sé si le suena esta frase del decálogo, eso es pecado mortal, porque Dios y sólo Dios se encargará de darnos las cruces que podamos soportar, por eso es que con valentía aquí estamos, aunque también con temor porque es terrible el poder que tienen y cómo en el mundo se encargan de buscar nuestra anulación, pero Dios está con nosotros y eso vale más.

Si a usted le pasara esto lo denunciaría?, ganas no le faltarán, pero hemos sido tan perseguidos y abusados en nuestra Libertad que ánimo a veces no hay, sin embargo el sólo hecho de luchar día a día por vivir es una muestra de que hemos perdonado tanto mal, porque créame Don César que sólo los que hemos vivido esto, sabemos que no da ganas de vivir, pero aquí estamos siendo testigos de que el sol sale para todos, incluso para los que gracias a Dios nos fuimos y aunque mucho les cueste creer, somos también hijos de Dios.

Maurice