Calandria, bienhallada de nuevo. Sabes, ojalá estuvieras en esta parte del planeta: creo que acabaríamos por conocernos, aunque sólo fuera por ponerle carita y sonrisa a quien siempre acaba echando por tierra mis propósitos de no contestar a l@s in que escriben en esta página. Dices que Vallelaencina te parece un ser virtual, que lo que dice te hace sospechar. Vaya por delante que ni sé quién es Vallelaencina, ni l@ conozco ni sé nada de él/ella, excepto que por su manera de expresarse parece ser español/a y vivir en España y aun esto es una presunción que puede estar equivocada. Sin embargo, nada en sus escritos me hace pensar que se trate de un ser virtual que inventa lo que dice.

Me dejó de una pieza el post acerca del testamento y pensé “olé tus narices, las tienes y muy bien puestas” y pienso que se trata de una persona honesta que se da cuenta de que las cosas en esa peña no funcionan ni a empujones, no funcionan ni tirando, y que las mulas llevan mucho, mucho tiempo por el sembrado. Déjame preguntarte una cosa, Calandria: ¿tienes memoria? Buena memoria, quiero decir. Memoria que te recuerde todo lo que llevas escrito en esta página y memoria que te recuerde lo que mucha gente te ha contestado, en uno u otro momento. Si Vallelaencina te parece un ser virtual, ¿qué dirías de ti, Calandria? ¿Qué dirías de alguien que parece reconocer todos los defectos de esa peña y sigue dentro argumentando que es felicísima? ¿Qué dirías de alguien como tú, que cree que todos los males de esa peña vienen de que los directores se equivocan? ¿De alguien que dice vivir en el mejor de los mundos, con un trabajo profesional fuera de esa peña, un salario excelente, un lugar a donde ir si alguna vez decidiera marcharse y una familia que la acogería con los brazos abiertos, como para reforzar que si está dentro es porque quiere y no porque no tenga otro remedio? ¿Qué dirías de alguien que se reconoce vieja y llena de proyectos y llena de alegría y hace sólo unos meses confesaba padecer una depresión y medicarse? Vallelaencina me parece un ser muy real que, igual por uno de esos milagros, no parece empastillad@ hasta la cabeza y por eso sus reflexiones, sus comentarios son diferentes, porque no están matizados por un producto químico que altera las reacciones de la persona.

Dices que critica con desfachatez al prelado: ¿qué demonio hay que hacer con alguien al cargo de más de 80.000 personas (o esos son los números, por lo menos) cuya experiencia no ya pastoral sino profesional y personal es nula, absoluta y totalmente nula? ¿Qué merece sino crítica quien está al cargo de los manidos 80.000 y le da igual si están enferm@s o san@s? ¿Qué otra cosa se puede decir de alguien a quien se le ocultan los hechos “para que no sufra”? ¿Qué hay que decir de alguien a quien, ante el tsunami atroz que se os está llevando a tod@s por delante, no se le ocurre más brillante idea que convocar a consiliarios y delegados y vicarios y pedirles 500 vocaciones por región y cuanto antes mejor? A mí no me parece que Vallelaencina sea un ser virtual, Calandria y sin embargo, cuando pienso en ti recuerdo la imagen que tenía de mí misma antes de dejar la peña: una fotografía desfocada, con dos imágenes de contornos borrosos porque quien yo era y lo que vivía no coincidía. Cúidate mucho.

Mediterráneo