El vaticanista Andrea Tornielli ha publicado un interesante informe sobre una reunión con Benedicto XVI, este lunes 13 pasado: texto original en italiano. 

A continuación pego una traducción hecha rápidamente con "google" (no es perfecta).

El formato de OpusLibros no me permitió transladar los énfasis originales del autor. Yo además agregaría otro énfasis ahí donde dice que parte de los temas vinieron del Prefecto para la Congregación de los Obispos. ¿Qué haría este buen Cardenal hablando de distinguir claramente la "vida consagrada" de la "vida secular"; y que los "laicos" no deberán tener jurisdicción sobre los "sacerdotes"? ¿No será que se refiere a cierta prelatura personal que está bajo su jurisdicción? No sé, quizá sea sólo una coincidencia.

Lo que se menciona de los fundadores (la "fundolatría") tampoco tiene desperdicio.

Aquí lo dejo:

''A las 10 horas de esta mañana en el Salón Bolonia del Palacio Apostólico del Vaticano, el Santo Padre Benedicto XVI presidió una reunión de los ministros de la Curia Romana''. Como fue el caso en estas ocasiones, el Boletín Oficial de la Oficina de Prensa de la Santa Sede del Lunes 13 de junio, se limitó a anunciar la reunión del Papa con los jefes de departamento de la Curia Romana - sus "ministros - sin especificar el orden del día de dicha reunión.

Por lo que se ha conocido, entre los temas en la agenda de esta "interdicasterial” estuvo la vida consagrada y el ejercicio del poder en algunas instituciones religiosas y eclesiales. Temas ya cubiertos en parte en la sesión plenaria de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, que se celebró en Roma en septiembre de 2005.

En particular, la discusión y se dio en torno a dos puntos. El primero se refiere a la distinción entre las comunidades religiosas masculinas y comunidades religiosas femeninas, la intención sería la de poner de relieve la necesidad de una mayor separación en la vida en comunidad, al contrario de lo que sucede en algunas comunidades. Al mismo tiempo, se han puesto de relieve la necesidad de distinguir claramente la vida religiosa consagrada de la vida secular. Por otra parte, se argumentó que los líderes laicos de un movimiento o una asociación, no deben ejercer su jurisdicción sobre los sacerdotes y religiosos. Siempre debe ser un sacerdote encargado de los sacerdotes y religiosos miembros del movimiento. Las contribuciones a este respecto vinieron del Prefecto de la Congregación para los Obispos, el cardenal Marc Ouellet, y el Presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, cardenal Stanislaw Rylko.

El segundo punto del orden del día ha tratado sobre el ejercicio del poder por los fundadores de órdenes religiosas y las formas de vida consagrada. Un informe especial preparado por el Secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone, ha abordado la cuestión de la obediencia mandada al fundador, que en algunos casos une a los miembros del instituto de tal modo con esa persona, haciendo que para los miembros pasen a segundo plano la pertenencia eclesial y su adhesión al magisterio de la Iglesia. Se hizo referencia a casos extremos de plagio, y en algunos casos raros, pero dolorosos, al abuso sexual. En tiempos recientes, como es ya bien conocido, un caso lo constituyó el fundador de los Legionarios de Cristo, que durante décadas había impuesto una prohibición de criticar el trabajo o la persona superior, obligando a reportar al superior cuando cualquier hermano lo hubiera hecho.

La última reunión interdicasterial tuvo lugar 12 de noviembre 2010: El Papa Benedicto XVI entonces consultó a los jefes de dicasterios de la Curia Romana sobre el recién nacido Consejo Pontificio para la Promoción de la nueva evangelización, a cargo de la dirección de monseñor Fisichella Rini. Normalmente, estas reuniones de coordinación se llevan a cabo dos veces al año."