mariki :
He vuelto a leer el escrito del pasado miércoles de Mediterraneo.
Conozco a una supernumeraria mayor que está bastante desequilibrada. No tiene hijos y anda como diría yo... Un poco dejada de la mano de Dios. Un día me comentó una hermana suya que su marido también supernumerario, ya fallecido, le pegó siempre, incluso al final de su vida le daba con la muleta... Cara a la galería eran la típica pareja de salir en la propaganda almibarada esa que nos regala la oficina de divulgación. Entregados a la causa, celadores, dirigían un club juvenil...
Pero estas terribles historias solo sirven para corroborar el caracter perverso de la institución. No añaden nada. Las y los supers no son catorceañeros y catorceañeras inocentes sino hombres y mujeres hechos y derechos... Algo recibirán a cambio de su "entrega". Aunque solo sea el perdón de sus miserias personales.
Un fuerte abrazo
Mariki
Publicado el Monday, 24 January 2011
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