El día de la Inmaculada, -no lo puedo evitar- me pongo triste. Hace ya tres décadas que dejé el Opus Dei y, sin embargo, este dia me vienen memorias de mi juventud quebrada. Entré en el OD a los 18, lleno de ganas de vivir. Mi personalidad era muy lúdica, atrevida, y agradable. Tenia amigos que me apreciaban. Tras los años en el OD me había convertido en un deshecho de ser humano, empastillado, con una neurosis depresiva, y un intento de suicidio a las espaldas. Tenía que tragar –además- con esa “condena a muerte espiritual” del Fundador, quien no daba un duro por el alma de los que se marchaban. Fueron años muy malos, y tardé unos diez años en reconstruirme. No me siento único, he visto gente salirse de la Obra muy tocada. Desde entonces, he procurado que nada en la vida me machaque por dentro.

La Inmaculada se convierte en un gran esfuerzo proselitista del Opus Dei, en que se pone el enfasis en los “pitajes” antes de la Navidad. Las bien orquestradas actividades de la “Novena a la Inmaculada” se preparan con un objetivo principal. Instrumentalizar la devoción a la Virgen es algo horrible.

La historia de la salvación empieza con las palabras del Angel a Maria “Alégrate llena de gracia…”. Es decir, llenate de ilusión y alegría, y es paradójicamente predicado por una institución que destruye la ilusión por vivir. ¡Ya basta!

En esta web, alguien aportó la imagen de un cuadro de la Anunciación en el cual las gracias del ángel van al fundador, y no a la Virgen. Es blasfemo. Por muchos altares que le hagan en esta vida, en el mas allá, será otra historia.

Pase dos décadas con el Opus Dei en el olvido hasta que apareció esta querida web.

Un abrazo a todos

Hormiguita