atomito :
El marquesito y la rosa
Todos hemos escuchado en nuestra infancia que la Virgen María se le apareció a unos pastorcitos en Fátima, a una niña en Lourdes y a muchos otros santos en la historia de la iglesia. La Virgen por ej. le habría dicho secretos a los pastorcitos de Fátima, como el de la revolución comunista que ocurriría en Rusia con trágicas consecuencias para los cristianos de ese país.
Siendo Escrivá un santo tan importante que Dios eligió para algo tan trascendental como la fundación del Opus Dei, y siendo tan devoto de la Virgen, hubiera correspondido que tuviera también una especial comunicación con ella. Después de todo el comunismo no iba a durar ni 100 años, mientras que el Opus va a existir hasta el fin de los tiempos. Tanto Escrivá como sus biógrafos opusdeistas han tratado de mostrar que esta comunicación especial existió, y para eso tratan de inflar ciertos hechos que mirados objetivamente son intrascendentales y banales, y sugieren o insinúan que hubieron sucesos milagrosos de los cuales el fundador por humildad nunca habló claramente.
En concreto, si uno rebusca en las biografías oficiales, encuentra 2 anécdotas supuestamente milagrosas con la virgen...
el 2/10/1928, mientras Escrivá tenía la visión del Opus Dei, que supuestamente Dios le inspiró, sonaban las campanas de Nuestra Señora de los Angeles. Al margen de que es dudoso que sea cierto que Escrivá escuchara tales campanas (ver artículo al respecto), la "visión" de Escrivá tuvo muy poco de milagrosa. El Opus Dei no era algo tan original, era una copia de cualquier orden religiosa de la época, y lo de estar formada por laicos tampoco era original, pues otra gente como Pedro Poveda estaban creando cosas similares. Lo que vio no fui muy profético ni muy claro, porque no vio la sección de mujeres ni la sociedad sacerdotal de la santa cruz que fundaría 2 años después. Por otra parte, el hecho de que suenen campanas de una iglesia dedicada a la virgen era una cosa que ocurría a cada rato en el Madrid de la época. De modo que para ver la mano milagrosa de la virgen en este hecho tan trivial, hay que tener el cerebro bastante lavado por la programación mental que hace el Opus.
Cuando Escrivá y algunos de sus seguidores estaban por cruzar los Pirineos en la época de la guerra civil española, Escrivá tenía un dilema personal sobre si estaba haciendo lo correcto, al dejar a su madre y varios de sus hijos en la zona republicana. En su desesperación, le habría pedido a la virgen una señal, y aquí las historias no son muy consistentes: según algunas versiones le pidió especificamente que le diera una rosa (en una época del año en que no florecían), y en otras versiones le habría pedido una señal, pero no especificamente cuál. En lo que coinciden las historias es que Escrivá encontró los restos de una capilla destruida, entre los cuales había un pedazo de un retablo en el que había pintada una rosa (que luego eligió como uno de los símbolos o íconos del Opus: la rosa de Rialp). Esa rosa Escrivá interpretó que era la respuesta de la virgen, que le decía claramente que estaba haciendo bien en cruzar la frontera. Nuevamente, para ver en esto algo milagroso y una señal de la virgen, hace falta haberse programado el cerebro para no tener el más mínimo sentido crítico ni racional. Encontrar restos de una capilla en España no es encontrar una mezquita en la Antártida, y que hubiera una rosa en el retablo no es algo tan insólito como hubiera sido encontrar una svástica o una hoz y un martillo.
Resulta medio increible que a unos pobres pastores, que no fundaron nada, la virgen les comunicara claramente mensajes, que no eran después de todo tan trascendentales, y que hasta hiciera milagros como el de mover al sol, mientras que con su devoto hijo Escrivá, que tenía un mensaje realmente importante para la humanidad, se limitara a hacer milagritos de segunda. La justificación para semejante incoherencia que daba el marquesito, era que su mensaje era de santidad en la vida corriente, que no hacía falta por tanto ningún milagro. "Me bastan con los del Evangelio" repetía al respecto. Pero por poco mal pensado que uno sea, eso suena a lo que decía el zorro que no podía alcanzar las uvas: "seguro que están agrias".
Personalmente pienso que Escrivá tenía una gran frustración, y que pensaba que era tratado injustamente por Dios y por la virgen. Por ej. una frase suya hablando de los primeros tiempos del Opus es que Dios lo moldeaba a golpes, que daba una en el clavo y 100 en la herradura. En la época del concilio vivía recluído y amargado, la versión oficial es que "sufría por la iglesia", por el desastre que según él estaba ocurriendo, y prefería que sus hijos no lo vieran llorando. Pero si realmente tenía fe en Dios, y en que la iglesia es dirigida por Dios, debía de estar contento con los cambios que Dios estaba haciendo en la iglesia. Claramente las cosas no estaban saliendo como el quería, y si bien tenía una cantidad de seguidores que ciegamente lo seguían a dónde el dijera, el resto del mundo iba para otro lado. El papa, que contaba con la infalibilidad divina, conducía a la iglesia en direcciones que a Escrivá no le gustaban, y al santo no le quedaba otra que encerrarse y tragarse la rabia. El era el elegido de Dios y de la virgen, pero parecía que ni Dios ni la virgen, le daban mucha bola.
La rosa de Rialp se conserva en algún oratorio de Villa Tevere, y es (o fue) el logo de la editorial opusina Rialp. Pretende ser un símbolo de la intervención de la virgen en la historia de tan santa organización, pero la verdad es que tiene sabor a poco. La obra de Dios, que es tan importante para la salvación de los hombres, y que va a durar hasta el final de los tiempos, merecía un milagro más significativo que una rosita pintada en un retablo de una capilla en los Pirineos. Pareciera que la virgen se distrae con pastores y niños que no pinchan nada, y no se ocupa de apoyar a los santos que realmente cuentan.
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Publicado el Monday, 27 September 2010
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