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 Correos: Libertad de conciencia y conciencia verdadera.- Sancho1964

900. Sin clasificar
sancho1964 :

Estimado Jacinto:

 

Quiero entender que lo que dices en tu artículo publicado en Acentos, que Agustina colocó en Opuslibros el pasado viernes -La libertad de conciencia de los católicos- es una explicación-diagnóstico de la situación de algunos aspectos de la moral y de la situación de muchos católicos y elementos del clero, y no una postura personal ante tales realidades...

 

Comprendo que el proceso de pensamiento por el que ha pasado la humanidad, y por lo tanto la Iglesia, ha dado muchos “bandazos”, de tal modo que ahora nos encontramos en una etapa de “franco relativismo” después de haber pasado por una larga etapa de “dogmatismos a ultranza”. La falta de libertad de conciencia que tienen los católicos –y la humanidad en general- es real, pero el remedio a esta deficiencia no puede ser el “libertinaje de la conciencia”, sino la formación en el encaminar a la verdad; tarea difícil, titánica y posiblemente inacabable, pero la correcta. La “libertad de conciencia” ó "autonomía de la conciencia creyente" que adquiere una persona en las circunstancias actuales de relajación intelectual creo que se le podría llamar más correctamente como simple ignorancia...



El acercamiento entre católicos y protestantes no se ha dado porque cambien los principios en los que cada parte cree, sino por el reconocimiento de un error original de juicio, apreciación y comprensión de las posturas contrarias, así como por una visión madura del caso. Éste acercamiento se da al haber profundizado en un conocimiento y estar ahora en posesión de una verdad que antes se desconocía.

 

Es triste que gran parte del clero y obispos estén más preocupados de las cosas de este mundo, pero no porque todos ellos -y la sociedad en general-, opinaran que -por ejemplo-, la masturbación es una acción “neutra” ó el adulterio ya es aceptable, para que ya por esto lo consideremos correcto. (Una buena muestra de a donde conduce esta “vanguardia de pensamiento moderno” el que hasta algunos obispos le den el “visto bueno" a el aborto porque ya es "políticamente correcto", y por tanto aceptable). Si, como dices, en la Edad Media la masturbación no era considerada pecado, ¿Ello quiere decir necesariamente que no era incorrecto entonces, y por tanto, ahora? Lo correcto ó incorrecto de una acción no depende de lo que pensaban hace siglos ó lo que pensamos ahora; de hecho no depende de lo que nosotros opinemos ó lo diga el catecismo: depende de lo que la acción es. Si el catecismo afirma: “...que hay circunstancias psicológicas y sociológicas en las cuales no puede considerarse pecado, etc.”, puedo entender que no se refiere a las circunstancias ideales de una persona y mas bien se entiende que este atenuamiento y gradación de la gravedad y moralidad de un acto no se da por virtud, sino por defecto.

 

La Iglesia, como toda la humanidad, esta en la búsqueda y seguimiento de la Verdad (aunque no se sea conciente de ello), y ésto no es fácil -y menos en esta época-. Sin embargo la verdad y moralidad de los actos no es subjetivo, y la dificultad de descubrirla es por defecto nuestro, no porque sea incognoscible ó ésta cambie en el tiempo.

 

Si el rito de la confesión cambia, y sí que ha cambiado, me parece perfecto; creo que lo esencial no ha cambiado ni cambiará, así lo afirmen todos los curas y los obispos. De hecho muchos eclesiásticos no creen en la Eucaristía -me consta y seguramente te consta-, y eso no quiere decir que no exista ó que con el tiempo se desvirtúe su realidad.

 

Nos dices entre otras cosas: “Por las circunstancias históricas y socioculturales, los católicos tienen que realizar ese camino desasistidos de la jerarquía de la Iglesia, pero sin embargo cuentan con el asesoramiento de sus pastores inmediatos, y así es como se inician en una nueva manera de entender y vivir la fe y las costumbres, según nuevas y plurales interpretaciones del mensaje evangélico, y no según una única interpretación antigua.”

 

¿Nuevas y plurales interpretaciones del Evangelio? ¿Cuál de todas esas “nuevas interpretaciones” es la correcta? La Fé es conocimiento (de algo real), de forma que solamente una “fé” puede ser verdadera si ésta se adecua a la realidad; así solamente una interpretación del evangelio es la correcta. Sostener lo contrario es ignorar el principio de identidad y caer en el relativismo y subjetivismo. Creer en la infalibilidad del Papa es un conocimiento de algo real, tan real como que el agua existe; podemos profundizar en éste conocimiento como en cualquier otro, pero no “interpretarlo” según los tiempos. Si bien es algo que conocemos por la Fé, no porque dejemos de creerlo deja de ser verdadero. La ventaja de tener Fé es que conocemos realidades inconmensurables que sin ella es difícil ó imposible conocer. La Fé nos acerca a la realidad; no es “creer en fantasmas”, cosas que “posiblemente" existan.

 

La libertad de conciencia de los católicos, como la de cualquier persona, no significa tener “madurez” para creer lo que mi conciencia considere correcto, sino tener -y ejercer- la facultad personalísima de poder elegir el camino y los medios para buscar, conocer y llegar a la verdad, y nunca para elegir la verdad en cual creer.

 

La verdad y moralidad de las cosas no se da por consenso, sino por su propia realidad. Negar esto es negar lo más básico.

 

Comentas: “Cualquiera que sea la calificación moral que tengan los actos humanos en el pasado o en el presente de la moral católica, puede no coincidir con la que tengan en la sociedad civil presente. Si hay discrepancia no es necesario tramitarla como herejía o cisma. Se puede tramitar como autonomía de la conciencia creyente.”

“Por supuesto todo creyente tiene derecho a la apostasía, y la autoridad eclesiástica tiene derecho a la excomunión, cuando se cumplen las condiciones y se observan los procedimientos establecidos. Cuando no es ese el caso, también el clero común y los creyentes de la calle tienen derecho a la tranquilidad de conciencia, y a la pacífica posesión de su condición de Iglesia”.

 

En este caso de “tranquilidad de conciencia” y “autonomía de la conciencia creyente” no se habla de quien se encuentra en la posesión de la verdad: En los tiempos actuales, ¿Resulta irrelevante este hecho?

 

“El problema para guiarse por el propio criterio es que los católicos no estaban y no están acostumbrados a la libertad de conciencia, y la van asumiendo poco a poco. A veces no la asumen porque su psiquismo no se lo permite, como el caso de un católico amigo que me decía:

         - Mira, yo sé que es una tontería, pero no soy capaz de poner la mano para que me pongan en ella la comunión, no soy capaz. Me entra un sudor frío... y... no puedo... no puedo.”

 

 Por último diré que sí, a mi también me da un sudor frío cuando voy a comulgar -en la mano ó en la boca- al captar, acaso apenas intuir, la magnitud inconmensurable del misterio de lo que ahí sucede. Creo tener una profunda libertad de conciencia y no creo que este sentimiento sea porque mi psiquismo esté atrofiado, no me permita “volar más alto” y superar ese trauma...: todo lo contrario. ¿No será que este sentimiento, posiblemente, sea cuestión de fé?

 

No soy filósofo y posiblemente haya malinterpretado tus palabras; si así es, una disculpa.

 

Un abrazo. 

 

Sancho 1964




Publicado el Monday, 08 June 2009



 
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