Estimados amigos:

He sabido recientemente que tres Sacerdotes Agregados han abandonado la institución por no permitírseles la celebración de la Santa Misa tradicional. No conozco lógicamente todos los detalles, aunque puedo enterarme si alguno tiene interés. Parece que la formulación por parte de los directores ha sido "delicada", desaconsejando esa celebración. En cualquier caso, como la respuesta ha sido la salida, da la impresión de que el planteamiento era más bien tajante de hecho. 

Por si alguno no tiene a mano los textos del Papa Benedicto XVI en su Carta Apostólica "Romanum Pontificum," copio aqui unas pocas frases, breves pero elocuentes.

"El Misal Romano promulgado por Pablo VI es la expresión ordinaria de la "Lex orandi" (...). No obstante el Misal Romano promulgado por San Pío V y nuevamente por el beato Juan XXIII debe considerarse como expresión extraordinaria de la misma "Lex orandi" y gozar del respeto debido por su uso venerable y antiguo. (...) son, de hecho, dos usos del único rito romano (...) Por eso es lícito celebrar el Sacrificio de la Misa según la edición típica del Misal Romano promulgado por el beato Juan XXIII en 1962, que no se ha abrogado nunca. (...) En las Misas celebradas sin el pueblo, todo sacerdote católico de rito latino (...), puede utilizar sea el Misal Romano editado por el beato Papa Juan XXIII en 1962 que el Misal Romano promulgado por el Papa Pablo VI en 1970, en cualquier día (...) el sacerdote no necesita ningún permiso, ni de la Sede Apostólica ni de su Ordinario."

Sería interesante conocer más detalles para hacerse un juicio más exacto. En cualquier caso, parece que interesa más a la institución llevarse bien con los obispos que permitir seguir la justísima libertad concedida, o más bien reconocida, por el Papa Benedicto XVI. Puede que el criterio sea que el Papa se acaba muriendo, pero "los obispos" no.

Saludos cordiales,

Inocencio