Este mensaje está dirigido especialmente a Calandria, que escribió “un desahogo desde dentro de la Obra” el pasado viernes 20-3, y todas las personas que seguís dentro: ánimo.

Animo, ánimo; luchen, para cambiar las cosas. Si aman su organización y quieren seguir en ella, pero no están contentos con algunas cosas (tipo “debacles”), no se conformen y luchen por cambiarlas. Salvo, eso sí, que tengan vocación de mártires.

Es cierto que desde fuera no es fácil cambiar las cosas. Yo personalmente no tengo ningún interés en hacerlo, excepto en lo que se refiere a que no se vuelva a engañar a nadie, ni manipular a nadie, ni aprovecharse de nadie más.

Pero supongo que los que aún estáis, y queréis seguir estando dentro de Opus Dei, sí queréis que las cosas cambien, y a eso os animo, a que luchéis por modificarlas. Lo digo desde fuera, sí, pero sin acritud: ánimo, conozco algunas personas que agradecerán algún cambio.

Por lo que he ido leyendo, en esta web podrán encontrar muchos ejemplos, de qué temas cambiar, cómo cambiarlos... Incluyendo, no excluyendo. Volviendo a los orígenes, despojándose de toda las cargas y ataduras materiales que les atan a la tierra. Quizás tengan que despojarse de casi todas las cosas, para llegar al mensaje original.

Y también el camino para conseguirlo: hablando, con libertad. Con LIBERTAD, sin miedo a la verdad, sabiendo que la Verdad no está filtrada por prejuicios o ideas-madre.

Me da la impresión de que, para conseguirlo, tendrán que innovar un poco en los medios; la estructura piramidal dificulta e impide cualquier disensión, intento de disensión o simplemente el “deseo de tener deseos” de disensión. Así que tendrán que inventar modos nuevos.

Si les sirve la idea, usen internet. Es un medio bastante extendido, relativamente accesible y, lo que es fundamental, imposible de gobernar o controlar.

Creen un foro, o una web, remitan correos electrónicos, organicen grupos de trabajo, coordinen acciones de protesta o “toques de atención”; discutan qué cambios quieren, qué cosas son contrarias al espíritu cristiano y deben cambiarse; cómo se quieren organizar en el futuro, si quieren ser libres y democráticos o si quieren seguir sometidos por alguien que dicte cómo se organiza su vida y sus bienes hasta el último día de su vida; cómo van a promover la participación de todas y todos en el gobierno de su organización, cómo se va a dar información de las obras corporativas y no corporativas que promueven/controlan,.... y muchas otras cosas de las que no hablo porque, en realidad, no me interesan.

Pero comprenderéis, Calandria y todos los que seguís sufriendo desde dentro y “en silencio”, que hay cosas que no se deben consentir, y en esta web pueden leerse muchas cosas que son claros ejemplos.

Mientras tanto, y por si acaso, seguiré dando a conocer esta web a mis conocidos y amigos, sobre todo a los que se plantean llevar a sus hijos a los colegios de Opus Dei, para que tengan la oportunidad de conocer todas las opiniones.

Dios suele estar del lado de los que sufren. Así que ¡mucho ánimo!.

Luisgen