Esta pequeña foto de Maqueta, del frente del Templo, realmente muestra cómo quedó definitivamente:

A la derecha, debajo del nivel de la plaza está el nuevo centro de numerarios que más parece una clínica de salud que un hogar de familia. Con su angosto pasillo como elemento central de la casa a la que ya le llaman la casa del hobit. Es increíble cómo en México no podemos hacer bien una casa ni gastando millones. También se puede ver en Monterrey con el centro-pasillos-megaestacionamiento-minicuartos llamado Ribera. El oratorio sí está bien logrado. Lo mejor que se ha hecho en el D.F. en los últimos años es la zona de San Gabriel de la casa de Buenavista a un costo infinítamente menor a las casas nuevas. Espero que el futuro capricho constructivo: comisión-asesoría nos quede mejor. Al menos que sea un buen legado que deje a México el golfista del traje talar.

Hace como un mes se celebró la Misa oficial en el nuevo templo. Pero la primera Misa que se iba a oficiar era la boda de unos jóvenes. Al sacerdote en turno, encargado de la casa de Dios, le pareció poco digno, por lo que por su cuenta celebró, en privado, una Misa él solo horas antes de la ceremonia. ¿Qué pensará ese cura del matrimonio cristiano?. Los más extrañados fueron los mismos miembros del opus que tuvieron conocimiento de ese hecho.

Por eso creo que la prelatura mas que ser una autarquía como nos dice Xavier de Barcelona en su escrito del pasado 5 de diciembre es una anarquía: cada director, sacerdote, prelado o miembro actuando “ad mentem patris” impone su ideas a quién se deja sea o no de la obra, por lo que hace de la cosa un ente indefinible e invivible con los resultados catastróficos conocidos por todos. Será el opus la suma de cada idea genial de sus geniales directores?

Lo digo al Chile

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