Bienvenido a Opuslibros
Inicio - Buscar - Envíos - Temas - Enlaces - Tu cuenta - Libros silenciados - Documentos Internos

     Opuslibros
¡Gracias a Dios, nos fuimos
Ir a la web 'clásica'

· FAQ
· Quienes somos
· La trampa de la vocación
· Contacta con nosotros si...
· Si quieres ayudar económicamente...
· Política de cookies

     Ayuda a Opuslibros

Si quieres colaborar económicamente para el mantenimiento de Opuslibros, puedes hacerlo

desde aquí


     Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información aquí

     Principal
· Home
· Archivo por fecha
· Buscar
· Enlaces Web
· Envíos (para publicar)
· Login/Logout
· Ver por Temas

     Login
Nickname

Password

Registrate aquí. De forma anónima puedes leerlo todo. Para enviar escritos o correos para publicar, debes registrarte con un apodo, con tus iniciales o con tu nombre.

     Webs amigas

Opus-Info

NOPUS DEI (USA)

ODAN (USA)

Blog de Ana Azanza

Blog de Maripaz

OpusLibre-Français

OpusFrei-Deutsch


 Correos: Don Álvaro y los autos. Una historia de corrupción.- Pericoperro

110. Aspectos jurídicos
pericoperro :

¿Qué sentido tienen los duros exámenes y la nada despreciable cantidad de euros que hay que pagar para tener el carnet de conducir?

Se me ocurren las siguientes razones: 1. Asegurarse de que no haya amenazas al volante demasiado grandes. 2. Inhibir el uso del auto y promover el uso del transporte público por aquello del calentamiento global y los índices de contaminación. 3. Que el Estado se haga de recursos.

Cuando Escrivá vivía, tenía su chofer. No hacía le falta salir del analfabetismo automotriz. Tampoco había interés. ¿Cuántos marqueses conducen sus limosinas?

¿Qué hacían Del Portillo o Echeverría cuando debían trasladarse a algún lado sin Escrivá? Recurrir al chofer en turno, si era posible, o tomar un taxi. Que fastidio en ambos casos. Usar las valiosas hora-numerario del chofer en traslados era un desperdicio. Además, nunca deja de ser indiscreto ir acompañado a todos lados. El chofer sabe que se visitó a tal y cual persona, que se fue al Vaticano, que se regresó con tal y cual objeto… Que del Portillo y Echeverría pudieran conducir en solitario era necesario para ellos dos, y sobre todo para Escrivá.

¿Alguien conoce alguna anécdota sobre los custodes sacando su carnet? Algo así como: “Don Álvaro hizo su tesis doctoral en historia en una semana (?) y con cinco minutos de estudio pasó el examen de conducir a la primera”. La que yo conozco, y que ahora me dispongo a contaros, va por otros derroteros.

En alguno de sus viajes a Roma, Alberto Pacheco, defensor de la región de México, se entera de que Del Portillo quiere un carnet de conducir, pero que no tiene tiempo para ponerse a preparar el examen ni de tomar el curso correspondiente. En la siguiente visita a Roma, Pacheco llega con un regalo inmejorable para el frustrado conductor: un carnet de conducir mexicano válido en Europa (!). Del Portillo se quedó bocas con la efectividad y el buen espíritu de Pacheco. A los pocos minutos Echeverría se entera y pide uno para él. Concedido. Nada más fácil que tener derecho a conducir en Europa. Más adelante, cuando vencieron los carnets, se renovaron. ¿Qué más se iba a hacer ante la necesidad de moverse?

Algo no cuadra. ¿Cómo hacía la policía mexicana para comprobar que Del Portillo y Echeverría poseían las habilidades necesarias para tener derecho a conducir en territorio mexicano? ¿Acaso en ese extraño país no hacen exámenes previos a la expedición del carnet? Sí que los hacen, pero en tiempos de Escrivá cualquier perico perro podía obtener el carnet corrompiendo a las autoridades. Si a eso le sumamos que Pacheco era una persona muy influyente (presidente del Colegio de Notarios de México y un tiempo también de Iberoamérica), tenemos la explicación: una llamada telefónica del notario, acompañada de unos pesos, podía conseguir el carnet de conducir hasta para un ciego. Los custodes usaron sus carnets mexicanos sin mucho escrúpulo. De la seguridad de los improvisados conductores y de la de los demás ciudadanos se encargarían los ángeles de la guarda.

Basándome en este sucedido —que oí de labios del mismo Pacheco— me animo a postular una hipótesis: México, por combinar gran extensión de “la labor” con el hecho de ser un país, digamos, sin ley, era (¿es?) clave para el Opus. Lo que no se podía hacer legalmente en Europa se enviaba a la tierra donde todo es posible para conseguir el milagro. Como les decía, es una hipótesis.

En los testimonios que dieron sobre la santidad de Don Alvaro, ¿habrán dicho algo sobre su determinación para respetar las leyes? Al menos las de tránsito no puede decirse que las haya seguido de modo heroico.

Si alguien tiene el tiempo y la boluntas (ya se que no va con “b”) suficientes, que consiga en los archivos de tránsito del D.F. una copia del carnet a nombre de Álvaro del Portillo Diez de Sollano y que lo mande notariado (de preferencia en la notaria que era de Pacheco) a la causa de canonización de Don Álvaro.

P.D. Agustina: dejo a tu criterio la publicación de esto. Quizá sea mejor mandárselo antes a alguien en México para que haga lo que sugiero al final. Si es un abogado mejor. Publicar lo que digo antes de tiempo, daría un aviso a los directores para que se den a la tarea de hacer perdedizo el carnet.

Nota de Agustina.- Querido perico, dejemos a los directores que vuelen a borrar pistas. Yo no estoy segura de que alguien, después de irse de la obra, quiera o se atreva a mover nada. Y lo lamento, pero así son las cosas. A veces he pedido a algún abogado, ex miembro, que llevara el caso de una numeraria o numeraria auxiliar contra el opusdei, en los tribunales, y no he obtenido respuesta. Es más fácil firmar aquí con un nick que plantear una causa justa públicamente en un tribunal civil frente a la obra y tener que dar la cara. Todos estamos llenos de buenas intenciones, no lo dudo y estoy segura de ello, pero creo que la mayoría de los que nos fuimos no estamos o no están aún preparados para defender a nadie en contra de la institución. Hay dias, como hoy, en los que no sé si vale la pena seguir adelante mientras que sólo seamos 20 o 30 los que hayamos perdido el miedo y cientos y cientos sean los que escriben como si con ellos no fuera la cosa aunque les vaya y mucho. Chapeau! al opusdei por lo bien que lo hace, también con los que maltrató, que no se sabe por qué, el miedo sigue atenazándoles. Mañana pensaré distinto, seguro, pero hoy creo que los ex opus no servimos para nada. Un abrazo! Agustina. 




Publicado el Monday, 22 September 2008



 
     Enlaces Relacionados
· Más Acerca de 110. Aspectos jurídicos


Noticia más leída sobre 110. Aspectos jurídicos:
Estatutos del Opus Dei - 1982


     Opciones

 Versión imprimible  Versión imprimible

 Respuestas y referencias a este artículo






Web site powered by PHP-Nuke

All logos and trademarks in this site are property of their respective owner. The comments are property of their posters, all the rest by me

Web site engine code is Copyright © 2003 by PHP-Nuke. All Rights Reserved. PHP-Nuke is Free Software released under the GNU/GPL license.
Página Generada en: 0.121 Segundos