Querida Morgana:

Me atrevo a llamarte de esta forma porque poco a poco te he tomado en estima leyendo tus aportaciones a esta web y permíteme decirte que eres muy valiente para hablar de la Obra estando dentro, en una web como ásta. Sin embargo por ello quisiera cuestionar lo que dices en tu último escrito: “-Tener una audiencia que me aplauda o que me denigre. Tampoco, estar en el candelero. -Dar lecciones, llamar la atención, dictar sentencias sobre la actuación de las demás personas. Si por ahí, mis palabras se han podido interpretar de manera contraria a mi intención, ha sido una interpretación inadecuada y pido disculpas si se han sentido heridos, aludidos o incómodos. -Desatar polémicas innecesarias. -Elevar mi autoestima. -Creerme que soy lo máximo, la mejor y que nadie está a mi nivel. -Creer que tengo la razón en todo -Creo que lo de mi edad es insustancial, que más da que tenga 50 o 70?” Es que inevitablemente lo haces!! Llamas la atención, das lecciones por muchos sabidas, desatas polémicas… Y te digo honestamente que, si tu propósito es desmontar muchos argumentos por los cuales muchos nos hemos ido de la od, créeme que no es buena idea.

Si tu propósito es escuchar de alguna forma para comprender y tratar de mejorar a la Obra desde dentro, perfecto, siempre y cuando no te coloques en la posición de decir “es que a mi me pasó diferente que a ti” o haciendo sentir a los demás como que actuaron equivocadamente. Pero si no es así, ¿por qué escribes?.

Me alegra en cierta forma saber que en la Obra existen personas como tú, con horizontes más amplios y respeto a las personas, de hecho conocí a muchas como tú y aún siento cariño por ellas, sin embargo, lamento haber dejado de existir para la mayoría de ellas. Respeto las razones o “sin razones” por las cuales muchas de ellas continúan dentro de la Obra, pero no comparo mi situación con la de ellas, gracias a Dios yo también estoy felicísima por la decisión de irme que tomé en determinado momento. Cuestiono si son felices o no dentro porque me preocupo por ellas, de hecho, una señal de la amistad sincera es el interés por el estado de la otra persona y siempre cabe la posibilidad de que necesiten aunque sea un abrazo. Con decirte que hasta a mi ex director espiritual le escribo de vez en cuando para saber si se encuentra bien.

Todo esto viene a que tú recalcas el hecho de que eres felicísima pero yo te pregunto, por qué nos lo dices?, para demostrarnos que se puede ser fiel dentro del Opus Dei?, para probar que se puede pensar diferente y seguir allí?, para dejar claro que los que nos fuimos no supimos ser leales?. Morgana, tú, yo y todos los que leen y escriben en esta web recibimos lo mismo “del mismo puchero”, ya nos sabemos esa lección pero decidimos distinto. Partiendo de esta premisa, piensa cuando escribas cuál es el propósito, porque créeme puedes hacer más mal que bien con tus escritos, polemizar inútilmente pues nadie va a aceptar que se equivoca en lo que dice. Si escribes para contarnos que dentro las cosas son diferentes, por mí, qué bien!! No será en vano tanto sufrimiento.

Si escribes para consolar, para escuchar, para apoyar, para aportar, bienvenida!. Si nos lees para comprender a tantos y tantas que nos hemos ido, estupendo pues siembre cabe la posibilidad de enmendar y mejorar. Pero nunca esperes que nos quedemos callados.

Moni