Copio a continuación el guión nº 6 de la serie de guiones doctrinales de actualidad. No tiene desperdicio. Es difícil afirmar tantas cuestiones contrarias a la realidad en menos espacio.

A pesar del discursito sobre la humildad colectiva, que aparece en el n. 1, no consiguen disimular que la habitual falta de transparencia se debe a razones de eficacia: las críticas a los que piden información, que se ven en los nn. 2 y 3, demuestran que la verdadera razón es evitar que les fiscalicen.

Todo un alarde de moral farisaica el n. 4: l@s muchach@s de san Rafael han de contabilizarse como miembros de la Obra y esto no es falsear la realidad porque ya se entiende que los que escuchan ya cuentan con esa manipulación.

La aclaración final del n. 5 es el colmo: que nadie de dentro se vaya a creer todo lo que se ha dicho sobre el rechazo institucional a las estadísticas, o que hacerlas supondría falta de humildad o restar protagonismo al Espíritu Santo. Pues hacen falta unos pocos datos concretos. Y que nadie se preocupe, porque los Directores tienen garantizado utilizarlos sin perder el sentido sobrenatural.

Lo de los pocos datos concretos resulta patético: datos de confesiones, de asistencias a círculos, meditaciones, retiros, cursos de retiro, etc. Como puede comprobarse examinando los impresos de control interno [Informe mensual de actividad pastoral del sacerdote del Opus Dei, Control de supernumerarios y cooperadores], que pueden verse en esta Web, no hay institución eclesial más controladora.

Saludos cordiales,

Doserra

Ref. avH 10/70                                           nº 6

SOBRE ESTADÍSTICAS

1.   Por razones claras de humildad, de eficacia apostólica, etc., hemos evitado siempre en la Obra publicar estadísticas sobre nuestra labor de apostolado, procuramos trabajar de cara a Dios, con rectitud de intención, y estamos además persuadidos de que la verdadera eficacia viene toda de Dios, que obra directamente con la gracia en las almas.

2.   Hay sin embargo en muchos ambientes -hoy también entre eclesiásticos  que se dedican a la llamada "sociología religiosa"-  un verdadero furor estadístico: tratan de medir todo, e invaden con su curiosidad la intimidad de las familias y hasta, de las conciencias.

3. Siempre que podemos, evitamos esas intromisiones, que con verdad juzgamos como injustas agresiones. Sin embargo, en ocasiones no se pueden evitar, porque algunos calumniadores lo entenderían como secreteo.

4.   Cuando hay que dar alguna de esas cifras, hay que hacerlo  teniendo en cuenta los criterios con que generalmente se dan, se miden y se interpretan esos datos: de lo contrario, daríamos una imagen falsa de la realidad de nuestra vida y de nuestro trabajo. De ahí algunas indicaciones dadas sobre esta materia (vid. Clasificador informativo). Por ejemplo, se procura reflejar el hecho real de la unión muy estrecha que tienen con la Obra los chicos de San Rafael: de hecho forman parte de esta familia sobrenatural que es el Opus Dei: voluntariamente quieren recibir su calor, adquirir  al menos su espíritu básico propio, y colaborar  en la tarea espiritual  con los socios que integran la Obra (cfr. Carta Quem per annos, 24-X-1942, n. 7).

5.   Todo esto nada tiene que ver con la necesidad -propia de cualquier labor no anárquica- de tener algunas estadísticas internas, sobre unos pocos datos concretos, sencillamente como instrumento  de gobierno, como elementos de juicio, y también para rectificar a tiempo una labor menos eficaz, etc. Y los Directores tienen siempre  el suficiente sentido sobrenatural y también el sentido común necesario para interpretar correctamente esas cifras, y para no olvidar el carácter sobrenatural de la labor que Dios nos pide.

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