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IRSE "PA NÁ" (para nada) ES TONTERIA

Enviado por José Antonio el 17 de octubre de 2003


Creo que hay que desdramatizar el asunto de irse.

El numerario/a que se plantea irse se plantea mentalmente un drama en varios actos:

I.- Me quiero ir, no puedo más o no aguanto más, esto no es lo que me habían dicho, o esto no es lo que yo esperaba...

II.- Tendré que dar muchas explicaciones en el Opus Dei, que no las da pero sí las pide, y no me atrevo a plantearlo porque me van a acosar, no me van a dejar ni a sol ni a sombra, y me lo van a poner muy difícil, me van a violentar psicológicamente, como he visto u oido que han hecho con otros...; yo no quiero hacer daño a nadie, porque nadie tiene culpa de mi historia...

III.- Tendré que dar más explicaciones fuera del Opus Dei a quienes antes dije que aquello era mi vocación...

IV.- Necesito planificar "la salida" y el "después" (¿salto en el vacío? no; toma de contacto con la realidad; personas y cosas buenas, malas y regulares).

Desde luego no es un proceso fácil, ni exento de dificultades, ni nadie, normalmente, va a tener más ayuda que la de su propia entereza y quizás la de algún amigo orejas.

Parafraseando a "Cruz y Raya" (dúo de humoristas españoles), conocidos expertos en la interpretación de los oscuros mecanismos de la psique humana, podemos hacer un breve análisis de la doctrina del Opus Dei favorecedora de la tensión dramática del acto II, establecida para "prevenir o impedir" que la gente se vaya y que, resumidamente dice así:

"No es por no irse, si hay que irse se va, pero irse "pa ná" es tontería"

Quiere ello decir, en una primera aproximación lógica, y partiendo del presupuesto implícito de que "se está bien en el Opus Dei", que si uno cree que debe irse, en teoría puede irse, pero ¿para qué?.

Analicemos el asunto en profundidad porque tiene su enjundia, con tres líneas argumentales:

1ª/ El "presupuesto" es que en el Opus Dei se está muy bien ("qué bien se está en el Opus Dei" es el eslogan, que se pronuncia con tono alegre y sonrisa abierta, frase espaciada y cadenciosa, mayormente en meditación post-tertulia en fiesta tipo A). ¡Qué bien se está!...Pues sí...

2ª/ El que quiera se puede ir (frase que se pronuncia con rapidez, con expresión severa, aparentando convencimiento personal, y dejando un tenso silencio al final que transmite el mensaje de "a ver quién se atreve"; mayormente en meditación de día de trabajo y a primera hora de la mañana, que en invierno puede ser noche oscura). Esto no se lo cree ni el que lo dice. Pero lo dice. Y "en plan desplante" porque sabe que es imposible que alguno/a salga del oratorio en ese momento a recoger sus cosas (ningún numerario/a haría tal cosa si no le da un ataque de locura).

3ª/ "Fuera del Opus Dei no hay nada que valga la pena para nosotros" (sólo hay concupiscencia de la carne, concupiscencia de la vista y soberbia de la vida; ¡toma Jeroma, pastillas de goma, que saben a menta y son de café!) "y, además, el que se va se condena" (del Opus Dei sólo se puede salir honestamente con los pies por delante; o sea, libertad para salir, con pijama de madera, claro). Esto ya requiere explicaciones teológicas, más propias de curso anual.

(Nota: En ocasiones, mayormente en retiros, se exponen unidas las tres líneas argumentales, y entonces ya es la cuadratura del círculo.)

O sea, criterios a seguir en caso de que te plantees irte, ¿pá qué te vas a ir, criatura?. ¿Pá ná?. ¿Pá ser un infeliz ahora y carne quemá después?. Por lo menos no te achicharres. Si infeliz ya lo eres, ¿vale?, ya lo sé, y puesto a ser infeliz fuera, pues sé infeliz dentro. ¿No es lo mismo?... Además, siendo infeliz dentro te libras de achicharrarte después, ¿no lo ves?. Está claro que te compensa quedarte porque no te compensa achicharrarte. ¿Lo entiendes?. Es que eres un poco corto/a. Te lo explico de otra manera. O sea, vamos a ver, so cateto/a, analfabestia, cabeza pavo/a, que se te interrumpe la actividad cerebral de pensar en tonterías.

No ves que "en cuanto piensas te bloqueas", y ya no sabes si vas por el camino o por las piedras. Caramba. "¡No pienses!".... que eso no es lo tuyo. Busca al director/a y dile que te ha dado el ataque de tontería y que, como de costumbre, piense él/ella qué es lo que te conviene, porque tú estás con el electroencefalograma plano desde hace un rato.

Vamos a ver, criatura, te dirá, si en el Opus Dei estás en plan cinco estrellas (lee el magnífico escrito de M.F. "quién me ha visto y quién me ve", e intenta aguantar la risa); si, además, de vez en cuando te decimos -para anestesiarte los pensamientos tontos- que "el que se quiera ir se va" (lo cual da gusto oírlo, aunque sea mentira); y si finalmente, sabes que fuera no hay nada que nos interese y el que se va pierde la inversión en el negocio (ya no recoge ni el ciento por uno, ni la vida eterna, si se descuida tampoco recoge la maleta, ni el misal, ni ná, ni ná, ni ná...), pues, entonces, criatura, "piltrafilla" (que eres un atún corriente y quieres ser un atún "Calvo"), haz lo que hay que hacer en éstos casos: se lo dices al director/a, te olvidas, dejas que se te pase el ataque de tontería, y te rezas tres rosarios "cuando baje la marea", "piltrafilla". Porque irse pa ná es tonteria. ¿Está claro o te lo explico de nuevo?...


OTRA OPCIÓN CONSISTE EN PENSAR UN POCO TÚ... Y, DESDRAMATIZANDO TU SALIDA, RECOBRAR LAS RIENDAS DE "TU VIDA", aceptar que has podido equivocarte al cederlas (a lo mejor "ellos" te ayudaron, no dudo que con la mejor intención, con ¿santa coacción?, sí, eso...) y decidir si estás haciendo lo que Dios quiere o lo que "ellos" quieren.

"Ellos" individualmente no son malos (ninguno lo éramos), y hay muchos muy buenos (quizá santos, con defectos y errores), pero todos siguen (hemos seguido) consignas y criterios bienintencionados que protegen al grupo frente a los disidentes, pero que, por eso mismo, impiden la comprensión para con los que deciden dejarlo (porque "siempre está equivocado el que se va", y porque, "cuidado, no vaya a cundir el ejemplo" al amparo de la comprensión, y en fin...los criterios establecidos por los que saben más).

Esperar que te comprendan es imposible, "piltrafilla".

Si te quieres ir, tendrás que recobrar las riendas de tu vida y sujetarlas con firmeza para que nadie te las vuelva a arrebatar bienintencionadamente.

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