¡GRACIAS
A DIOS, ME FUI PRONTO!
Enviado por Mr. M. el 31 de octubre de
2003
El original, en portugués
Me gustaría contar algunos acontecimientos que ocurrieron
recientemente para abrirles mi corazón a ustedes: dar
algunas explicaciones (no me gustan las justificaciones).
La vida es fluida. Cambiamos de manera constante. Yo pensaba
de una manera, ahora pienso diferente. Quizá tenga
todavía más tareas pendientes.
Cuando escribí "El
viaje del del Héroe" la materia prima
de aquel texto era mi propia vida después de la Obra.
No tuve más contactos con nadie de la Obra. La Obra
era una página que había cerrado en mi vida.
Conseguí restablecerme con mi propio esfuerzo y con
la ayuda de mis amigos y mentores. Después de dejar
la Obra tuve varios logros materiales, profesionales y sentimentales
que me hicieron crecer como ser humano. Y en esas circunstancias
me propuse contar más la solución que el problema
en sí.
Otra fuente de información de la Obra vino de mi propio
médico psiquiatra que era el que atendía a gente
de la Obra. O sea, eran informaciones externas acerca de la
Obra en un universo bastante reducido.
De esta forma quise preservar de la mejor manera posible
la imagen de la Obra conmigo mismo. La mentalidad dominante
que tuve fue: "No se escupe en el plato en que se comió".
Sucedieron cosas buenas en la Obra y no me sentía a
gusto hablando de los aspectos negativos.
Mis condiciones eran propicias para quedarme con una visión
más "light" de la Obra. Mi caso como miembro
de la institución fue bien corto comparado con otras
experiencias. Estuve solamente dos años como adscrito/adjunto
y dos años más como residente.
Sintetizo la relación establecida entre la Obra y
yo como una relación de SIMBIOSIS. O sea, la Obra y
yo nos beneficiamos mutuamente de nuestro viaje. Sí,
yo le di mi coche y todo mi salario en estos años y
no me arrepiento. Es como si hubiera pagado un máster,
-un MBA-, que también es caro, pues fue un aprendizaje
de vida.
Pero mi paradigma en relación a la Obra se rompió
de nuevo tras encontrarme con ex-miembros de la Obra. O sea,
solamente los contactos con personas de carne, hueso y un
alma inmortal, me permitieron establecer un contacto más
real con la Obra. Las lecturas de la WEB no me permitieron
percibir la realidad porque había una separación
muy grande de distancia, tiempo y espacio. Era un mundo virtual.
Establecido ese contacto real, fui personalmente a conversar
con otros ex-miembros de la Obra y oí de sus bocas
otras historias duras y más tristezas.
O sea, hay algo errado en la Obra. Algo que callé y
enterré en el pasado. Pero ese "muerto" resucitó
y salió de la tumba para decirme claramente que la
Obra no está en la verdad. Estos hechos concretos de
historias de personas "tocadas" mentalmente, demuestran
que algo no funciona bien dentro de la Obra.
La imagen que me vino a la cabeza fue la de constatar que
a la vuelta de la guerra, además de los héroes
que reciben medallas, están los héroes mutilados
por las sangrientas batallas.
Volví a pensar: "no se escupe en el plato del
que se comió". Y pensé a continuación
:"¡¡¡Pero se cagaron encima de este
plato y me sirvieron además de a mí, a centenares
de personas!!!"
Al constatar todas estas desgracias, me di cuenta del lema:
¡Gracias a Dios, nos fuimos! Y en mi caso concreto,
gracias a Dios que ¡¡¡me fui pronto!!!
Las relaciones de las personas que dedicaron muchos años
a la Obra hasta quedar exprimidas como un limón, pueden
ser catalogadas como relaciones de PARASITISMO. La Obra drenó
todas las energías de estas personas. Como en Matrix
, el numerario sólo es una batería. O sea, es
sólo una fuente de energía para mover el engranaje
de un monstruo mecánico, arcaico e ineficaz. Cuando
la batería no es posible recargarla más, hay
que tirarla a la basura, o abandonarla en un rincón
cualquier para que nadie pueda darse cuenta.
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