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ALGO DE MI HISTORIA (Y yo también pasé por la cuarta planta...)

PAULO (Portugal), 17 de diciembre de 2004
(El texto original en portugués)

 

Soy portugués y fui numerario desde 1978 a 1993, Pité con 15 años.

Fue un placer inmenso encontrar esta página y poder leer los testimonios de tantas personas y encontrar una gran similitud de puntos de vista y de relatos de experiencias idénticas a las mías.

Salí del opus porque quise, no me pusieron 'en la calle', pero a partir de entonces nunca más tuve contacto con la institución, quedando como proscrito. No es que este hecho me incomode pero me hace pensar, ya que ahora sé que ex-numerarios y ex-agregados están siendo contactados para que se re-aproximen a la obra. En fin, esto también es poco importante.

Lo que realmente importa es que, desde que salí del opus, he sido muy feliz incluso pasando por situaciones muy difíciles, como por ejemplo haber estado cerca de 3 años sin trabajo. Yo dirigía una labor personal -que, además, creé sin ninguna ayuda del opus-, en cuya dirección me mantuve todavía 3 años después de haber salido de la prelatura. Finalmente me di cuenta de que había sido declarada la guerra por veteranos supernumerarios que había llamado para que me ayudaran y que, de acuerdo y (¡supongo yo!) con la presión de la comisión regional, empezaron a hacer insoportable mi vida profesional recurriendo a todo tipo de mentiras y engaños. Tengo que confesar que mi orgullezco mucho de la lucha que afronté durante esos 3 años y de los malos ratos que -¡siempre con justicia!-, les hice pasar. Afortunadamente abandoné pero de pié y con la cabeza bien alta, la dirección de esa labor personal. (Curiosamente, celebraron en octubre pasado los 15 años de esa institución y no me invitaron. Yo habría ido con mucho gusto y habría paseado por aquellas salas como si estuviera en mi misma casa, sin querer mirar hacia esas "viejas raposas" que me maltrataron. Fue posiblemente porque admitieran esta hipótesis, por lo que no me avisaron).

Cambiando de tema: también pasé por la 4ª planta de la Clínica Universitaria aunque no estuve internado. Tenía -decían los doctos doctores-, una depresión que se arreglaría con toneladas de medicamentos, entre ellos un potente inhibidor IMAO. Pero esto ya suponía un progreso porque, anteriormente, un preclaro médico numerario portugués, O.C., me había recetado anti depresivos tricíclicos y... litio. Lo pasé verdaderamente mal con esta terapia hasta que por iniciativa propia y por consejo de un (ahora) ex numerario médico y gran compañero en estas lides del opus, abandoné el tratamiento. También hice lo mismo con el inhibidor IMAO por consejo de mi padre. En ese momento tenía insomnios terribles que me duraron años. Todo eso desapareció por completo con mi salida del opus, por lo tanto se puede deducir con bastante certaza, que esos síntimas eran consecuencia de mi malestar y de mi progresiva desidentificación con la institución.

Continuando con hechos diversos, constato con gran satisfacción que todos los numerarios con los que mejor sintonizaba en el opus, ya no pertenecen a la institución. Debo confesar, ¡avergonzado! que yo fui el penúltimo en salir. La versión oficial es que "me rallé" (que estoy, de alguna manera, perturbado psicológicamente). Felizmente, a pesar de todos los intentos que hicieron en ese sentido (siempre, ¡claro!: "puntantes se obsequium praestare Deo"), estoy bien y reconstruyéndome.

No vengo a añadir nada de los que otros ya han dicho, sino a unir una voz más y a ofrecer mi disposición para hacer lo que sea necesario. En verdad, internet, va a ser un instrumento importante para desmitificar al opus, sobre todo porque permite que sus miembros, especialmente numerarios, tengan contacto en tiempo real y sin mediaciones ni censuras, con la vida real. Porque, al contrario de lo que ellos piensan (?) y dicen, el mundo del opus no es el mundo real. Y también, por eso, no ayuda.

Un abrazo para todos (as) y deseos de una feliz Navidad.

 

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