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CORRESPONDENCIA

 

Viernes, 06 de Agosto de 2021



Parece que es pero no es: de diez persevera uno.- Datos

DATOS OBJETIVOS

4. Parece que es pero no es: de diez persevera uno

 

Estas son las estadísticas actuales de la asociación Opus Dei. De diez personas que se hacen de la asociación, solo una persevera. No son números sencillos de calcular (con su obsesión por las listas, números y registros, ellos seguro que tienen la cifra exacta, que variará y endulzarán según sea la persona a la que va dirigida) pero están en línea con lo que se puede obtener en la fuente más fidedigna de datos sobre la asociación Opus Dei en la actualidad: OPUSLIBROS…



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La culpa del trabajo de las nax no la tienen los numerarios.- Tuces

Hola Mediterráneo,

Por suerte no hay mucho que pensar al planteo que haces sobre que donde nos gustaba mas trabajar, si con la sección de varones o de mujeres... Yo hablo por mí. En mis veinte años en el opus Dei, siempre trabajé en centros de varones desde que pedí la admisión a los 14 años y medio.

A los pocos meses fuimos tres numerarias auxiliares a atender y a vivir allí, para mí fue mi primera experiencia en una administración de varones. Yo los vi siempre a los de la residencia como mis hermanos, eso me inculcaron y también de ser madres y de que de nosotras dependía el ambiente de familia y yo, poco a poco, me lo fui creyendo. Recuerdo que hacía las tortas de cumpleaños y decoraba el comedor para ese día y también los sábados. Ahora lo pienso y veo que quizás hasta la decoración de una torta era un poco infantil. Al director en su cumpleaños le hice "un Fuerte"  con indiesitos incluidos; a otro una camisa con una corbata porque a mi me parecía un señor elegante y cuando vio su torta se habría querido esconder… Y así con todos, de futbol, golf, etc, y yo lo disfrutaba muchísimo.  Luego el director pasaban las semanas y seguía agradeciendo lo que habíamos hecho en los distintos cumpleaños. Pienso que yo sin querer los hacía volver también a ellos a la niñez.

De ese primer centro quedó en mi memoria cuando la directora de nuestro centro sustituía a la administradora. Legaba y nos decía ¡nos vamos de excursión!, avisaba a la residencia que le dejábamos la comida y nos retirábamos hasta bien entrada la tarde. Cuando volvíamos, ellos habían lavado los platos del almuerzo y la merienda y el comedor y la cocina limpios. Pensaba que eso era lo normal porque ese plan lo hacíamos seguidos y siempre a nuestro regreso encontrábamos todo ordenado. A la Misa asistíamos con ellos, nosotras en el ante oratorio y todas las mañanas nos encontrábamos con las luces encendidas, las tres sillas y un reclinatorio que usábamos para comulgar creo que teníamos almohadones para arrodillarnos. En fin detalles que tenían con nosotras y así fui dejando mi nidito donde me afiancé y llegar al centro de estudios donde mi disponibilidad y ganas de volar estaban, si no era en primer lugar, era en segundo. Terminé el centro de estudios contenta de compartir con otras nax tantas cosas nuevas para nosotras y volví a mi nidito, me sentía mayor con tantos conocimientos.

Ya empezaba a darme cuenta que los centros grandes hay muchoooo trabajo y al poco tiempo volé a Roma. Muchas me dicen que no doy el perfil para Roma aunque no sé, a los ponchasos, ¡pero duré diez años!.

Dije que no trabajé en centros de mujeres pero me tocaron una que otra administradora que se las traían. Una china que en Semana Santa se le ocurrió sardinas frescas para ¡más de doscientas personas! Pues ahí estuve varias horas con la china, cual cirujano, abriendo y sacando el mínimo esqueletito de una cantidad de sardinas, ni les cuento cómo nos quedaron las manos. ¿A quién se le ocurrió aceptar semejante menú? Y a la que protestaba, la china le decía, ¡No Quelel Tlabajal! Luego no digan que la culpa la tienen los Numerarios porque doy fe que ellos no confeccionaban los menús, no organizaban las limpiezas ni sugerían los encargos.

Antes de terminar quisiera aclarar algo. Si bien en cada encargo había mucho trabajo, la que estaba en la cocina, llegaba el día y tenía su ropa limpia y la que estaba en el lavadero tenía la comida a horario y mientras limpiaba una zona, otras le limpiaban la habitación. Así como digo una cosa, también digo otra, y que mi descontento por llamarlo de algún modo, no fue nunca con las personas sino con el sistema impuesto desde arriba. En fin Mediterráneo, ¡me fui por las ramas!

Saludos y hasta pronto.

Tuces





Contestando a Susana y a Mediterráneo.- Antonia

Hola a todos.

Susana, voy a contestarte. Leyendo tu carta hay muchas cosas qué son ciertas otras es que no lo sean, simplemente que yo no las he vivido, y otras no las he vivido con tanta intensidad como tú redactas (estuve 39 años). Ya lo siento de verdad tu sufrimiento, se te nota muchísima carga pesada encima, y te doy un consejo de amiga, pasa página, mira al frente y procura ser feliz porque no puedes llevar tantas cosas a tus espaldas o en tu mente. Lo pasado puede que no lo olvides pero intenta que no te aniquile.

Contestando a Mediterráneo te diré que no mientes en absoluto. Yo tengo la experiencia de haber trabajado 36 años en la sección de varones y tres en la sección femenina y no tiene nada que ver. Como diría mi madre, el día y la noche, lo siento mucho por ellas porque sí que hay alguna que otra que son muy madres, buenas y heroicas, pero me han tocado muchas administradora y directoras exigentes autoritarias y no predicaban con el ejemplo, precisamente sobre todo antes, que estábamos el día entero y todo el mes, en la casa y salíamos lo justo.

De la sección de varones aprendí mucho, porque ellos lo que les toca, amén, ya les viene dado todo, no pueden elegir ni menú, ni personal, y todo les parecía bien. Pienso que a más de uno le gustaría cocinar aunque fuese un día al mes y eso es, sencillamente imposible. Lo tendrá que hacer cuando vaya a ver a su familia, la de verdad

Otras veces comenté que ellos quisieron facilitarnos algunas cosas del trabajo hasta donde podían claro está, y la administradora decía que no, que lo hacíamos nosotras y punto pelota, no hay más que hablar. La administradora quería ser perfecta, pero no pensaba, o le daba igual que el 99% del trabajo recaía sobre nosotras,

En fin es lo que había, estaba todo escrito.

Hasta otro momento, gracias

Antonia





Sobre Misa tridentina, para Neo.- Martys

Hola Neo,

Hubo en los medios de información mucha información confusa respecto de este tema; en algunos casos la información confusa fue adrede, en otros simple ignorancia.

Te respondo brevemente: el rito actual (Novus Ordo) se puede celebrar en latín y de espaldas ("ad Orientem") sin ningún problema, y no queda afectado por "Traditionis custodes".

Lo que se restringe (tampoco propiamente se prohíbe, sino que se pone bajo una más estrecha vigilancia del obispo y con más condiciones) es el uso del "Vetus Ordo", el rito publicado por Juan XXIII como actualización de la misa de San Pío V, que estaba vigente en la Iglesia antes de los cambios introducidos por el Concilio Vaticano II.

Es solo eso, pero hay mucha gente interesada en que parezca que es mucho más que eso, que en realidad afecta a muy pocos, y sobre todo a gente que no ha mostrado, en tantos años de indulgencia con su debilidad, ninguna disposición a la comunión eclesial.

Pienso que para SS. Francisco llegó la hora de dar un aldabonazo a ver si algunos al menos despiertan. Dios quiera que algunos (de los afectados por esto) lo escuchen.

Martys





En el Opus feliz.- JasonJonas

El problema no es la vida “normal” que dice llevar cualquier numerario(a), cada quien lo que le plazca… Si cualquier persona quiere vivir sistemáticamente un plan de vida y normas establecidas las 24 horas de su día, 7 días a la semana y durante las 52 semanas del año, ¿habría objeción en ello? Si alguien quiere hacer depender su consciencia de una junta directiva que dice recibir designios directamente de Dios para darles a conocer sus más profundas intimidades, ¿por qué habría esto de ser esencialmente malo? Incluso si alguien desea ser/hacer cualquier actividad que se considere poco común como la de un faquir, un monje trapense, un misántropo -o cualquier otra cosa en la que cabe el ser numerario- de lo cual se considere ser feliz, ¡qué más da! Cada quien lo suyo ¿no?...

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