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CORRESPONDENCIA
Viernes, 23 de Abril de 2021
Sonreí por lo absurdo.- Tuces
Te decían: Somos una familia con lazos más fuerte que los de la sangre!, caray!, y recuerdo pequeños detalles donde esto, por lo menos, se ve raro.
Tema Comedores. Comíamos todos separados, no me refiero a los turnos, algo lógico por la cantidad de comensales, sino por espacio físico diferente, con distinta decoración y sus respectivas vajillas, de más o menos calidad, según no se qué marcaría esa diferencia, lo sé pero prefiero hacerme la tonta. Estaba el comedor del Padre, en el Fiumme, como dijo alguien, una cachetada a la pretendida Pobreza! Lo recuerdo sobrio el comedor, el resto un Palacio!, pero decorado con cosas de valor, siempre pensé qué lindo hubiera sido que el Padre comiera con y en el comedor de sus hijos, pero esto nunca pasó, ¿será por eso de que su fundador pertenecía a la nobleza o algo así ¿o esto también fue una mentira? El comedor de la residencia: muebles rústicos, pesados, hasta toscos, casi sin decoración, colores oscuros, así lo recuerdo, lo atendían las numerarias auxiliares.
El Comedor de Técnicos: siempre pensé que los que allí comían eran solo Agregados, luego me enteré que había numerarios y no me atrevo a afirmar si también algún supernumerario. Le tenía especial cariño a este comedor porque pensaba que sus comensales venían de realizar trabajos duros físicamente y me daba pena que su comedor fuera tan horrible. Una mesa con bancos alrededor, no sillas, sin ventilación y muy chico. Obvio, no les quedó lugar para la decoración, lógicamente no tenían servicio de comedor, así que seguramente eran los que mejor la pasaban durante las comidas, sin tantas ceremonias ni esa especie de servidumbre saliendo detrás de esas pesadas cortinas, ¡con cofia y delantal blanco! Me lo imagino y me causa mucha risa, pero además todas éramos muy generosas con este comedor, abundante comida, bebidas, postre y se los escuchaba felices.
Comedor de numerarias. Con mucha luz natural, delicado, femenino, como no podía ser de otra manera. Usaban la misma vajilla que la residencia, les servía la mesa una numeraria auxiliar todos los comedores menos mi querido comedor de Técnicos. Usaban una campanita para cambiar los platos o si necesitan algo. Qué costumbre espantosa lo de la campanita. Más de una vez tuve ganas de ponérsela a alguien de sombrero, pero me contuve.
Comedor de las numerarias auxiliares. Con mucha luz natural, decoración simple, simpática, cosas de cobre, muchos azulejos, quizás por miedo a que tiráramos la comida por las paredes, jaja, y con una vajilla que solo se usaba en ese comedor. ¿Sería una vajilla especial? ya que la usaban sus hijas pequeñas… Cuanto amor en esa frase, ¡sus hijas predilectas! decía el fundador. ¡Eran De Menos Calidad Que El Resto! Dos nax nos acercaban las fuentes y una de cada mesa levantaba los platos y los dejaba en la ventanilla, también una numeraria, casi siempre, nos acompañaba y nos acercaba las fuentes, recorría las mesas y se unía a nuestra charla. A veces el cansancio tornaba el comedor con sus cinco mesas silencioso, otras veces bullicioso, recuerdo su compañía, el de la numeraria, como un lindo gesto.
Siguiendo con el tema de decoración, recordé lo que nos decían de vivir el desprendimiento, entre otras cosas de los regalos aunque fueran insignificantes. Me llamo la atención y en su momento lo justifiqué, el ver en algunas habitaciones, no uno, sino varios animalitos cuyo símbolo representa a la inteligencia o algo así. Búhos o lechuzas, ¡que feos son! Cuando era chica mi mama tenía una lechuza, era horrible, con los parpados sin pelos, de haber sabido lo que representaba, la hubiera cuidado mejor,
En fin, qué rara esta Familia con lazos tan fuertes y donde el padre, hijos, hermanos, no comparten comedor ni vajilla y algunos se les permiten unas cosas y a otros no. Seguiría contando detallicos, pero ya todos los conocemos, esto lo tenía un poco olvidado y decidí dejarlo estampado aquí.
¡Disfruten de sus Familias y a Cuidarse!
Saludos,
Tuces
No podía más que encontrarme gente con corazón.- Antonia
Buenas tardes Agustina y a todos los amigos que pasáis por aquí bien para leer, para escribir o para pasar un rato y sentirnos comprendidos... que ya es mucho. Porque uno puede hablar dentro pero se da cuenta que es como si estuviera hablando a veces al aire o a una pared que, aunque te hayan dicho que hablando se arregla todo, el 99% no se arregla y las cosas siguen igual, por lo menos aunque aquí no se vayan a arreglar mucho o nada, los problemas el sentirse comprendidos es lo que le da un gran valor. Al menos yo lo veo así
En estas semanas atrás hay varios escritos de ex numerarias auxiliares, la verdad que para darles las gracias por su valentía y fortaleza, y decir la verdad.
Yo hoy quería dar mi punto de vista sobre mi experiencia con la sección de varones que ha sido muchísimos años y tengo que decir que es donde mejor he estado, en mi trabajo, feliz.
A ellos, como he dicho otras veces, las cosas les vienen dada porque más de uno sería feliz ponerse a cocinar un domingo u otras cosas y no pueden hacerlo. Porque eso es simplemente imposible, entonces si tienen tiempo un domingo por la mañana puede ir a hacer deporte o a leer etc.
Yo me hubiese cambiado muchas veces si hubiese podido de irme a hacer deporte y que ellos pasen a hacer la comida, suponiendo que les gustara a hacer probatinas etcétera, pero hay cosas que están grabadas en piedra y no se pueden cambiar así como así, por eso yo cuando pasaban los días las semanas y los meses en concreto en una circunstancia en que 4 meses no pude descansar, no se me ocurre pensar, que ellos son culpables, porque ellos no tienen ni idea de cómo va nuestra vida y qué es lo que pasa al otro lado, si están felices contentas agotadas no saben nada alguno se lo podrá imaginar, solamente, o ni eso.
De tantas carencias y mucho trabajo yo le echo la culpa a la administradora, que no mira a la cara, 8 de cada diez ni se percatan de tu trabajo, la culpa a la directora que le da igual muchas veces. O dice que es cosa vuestra y la culpa a la que lleva tu charla que le importa tres cominos tu cansancio y lo que ocurre, o que te organices mejor, te dice, y hasta que ya llega un día que tienes que plantar cara a hablar alto y decir hasta aquí hemos llegado y frenar un poco el ritmo alocado porque lo que no es normal es que aparte de las 100 cosas que tienes, tengas que planchar 35 camisas, por poner un ejemplo podría poner muchísimos más eso lo ve la administradora, y dice es vuestro trabajo, eso yo lo he comunicado que no se puede estar como burros los 30 días del mes trabajando y no te dan la razón te dicen que piensas demasiado en ti que piense más en las almas que hagan más apostolado. que reces más que tengan más presencia de Dios y que te dejes de tanta tontería y punto pelota y se acabó todo... o sea ni caso.
Un paréntesis. A veces he comentado aquí que ellos muchas veces nos han querido facilitar las cosas de hacerse las camas de no pasar a una limpieza, etc., y sin embargo la administradora ha dicho que no y no sin consultar para nada con nosotras que somos las que estamos allí las 24 horas... Por qué una nax ni pincha ni corta, la que manda es ella. Así que como salga un poco brava que Dios nos ayude.
Sólo dos personas en mi vida he encontrado, que tenían ese corazón de madre para darse cuenta y ayudarte y ser una más, pero era lo mínimo que pasa. Llegan los cambios y se van. O te vas tú y siempre deseando encontrarte gente con corazón simplemente. No pedía más. O pedía mucho no sé.
Sólo un año estuve en un centro de numerarias, y bueno hoy no entro en esto porque se me ponen los pelos de punta. Pero para defenderse mi interlocutora, un día me dijo ante una queja: Las cosas son así, le das demasiada importancia. Tú esto míralo solo como tu trabajo no mezcles cosas. Bug, yo veía deprimente comer y cenar sola. Ya hoy no sé cómo será, pero no me extraña que la gente sueñe con irse y al menos tener libertad. Que es un gran don que todos valoramos. Porque trabajo vamos a tener siempre y queremos trabajar como todos, gracias a Dios me encanta trabajar. Disfruto.
En resumen no es el trabajo lo que te consume, es todo lo que lo envuelve, la exigencia, las normas, el horario, la intensidad, falta de tiempo, de sueño, etc. El decir todo y hacer todo lo que te dicen. En fin por hoy creo que ya está bien gracias a todos por leerme.
Buenas tardes. Cuidaros.
Antonia
Numeromorfismo y perdón.- Robredal
Existe el antropomorfismo, que es lógicamente muy “humano”. También existe el masculomorfismo, que también era, y sigue siendo, muy frecuente. Incluso ahora empieza a existir el feminimorfismo. Pero en quienes son o hemos sido numerarios y, supongo, numerarias, existe el numeramorfismo (o numerarimorfismo). Los tres primeros se puede decir que vienen más o menos de serie y desde luego los dos de género se suelen pillar en seguida. El último, en cambio, se aprende con esfuerzo y se incrusta con fuerza...
(Leer artículo completo...)
La fidelidad suicida.- PINOY
Querida Agustina:
No tengo la más mínima intención de herir ni el orgullo nacional ni los sentimientos patrióticos de los españoles con mi comentario a raíz de la película que han hecho recreando el histórico sitio de Baler, la última resistencia del Imperio cuando ya había capitulado perdiendo Cuba, Puerto Rico y las Filipinas a manos de los Estados Unidos de Norteamérica. La vi anoche, por NETFLIX y me gustó.
Pero al mismo tiempo, no puede evitar pensar que las circunstancias de ese hecho histórico, de los personajes involucrados y su particular visión de las cosas (weltaschaung diría mi amigo el filósofo) con la realidad, hoy, del Opus Dei. El sitio de Baler marcó el último eslabón de un imperio de cuatro siglos... El Opus Dei todavía no lleva ni uno sólo, con varias metamorfosis... Pero encontraba la analogía en la ineptitud en un caso, el negar emperradamente (acanitamente dicen los italianos, en traducción casi literal) la realidad que todos veían menos el que hacía cabeza, llevando a la muerte o a la mutilación a su tropa en otro, en el delirio en otro, y en la lucidez pero imposibilidad de actuar en el otro cuadro. Por parte de la tropa... la fidelidad suicida a los mandos ante la situación, el sólo chispazo de lucidez de un desertor y de un artista drogadicto, que aprendió a drogarse en el sitio...
Digo fidelidad suicida a los mandos por parte de la tropa, porque ante la situación y deterioro de quién hacía cabeza, esa actitud era viciosa, defectuosa, nada que ver con la virtud de la piedad ni con la fidelidad y el espíritu de cuerpo propio del militar ni del amor a la patria que puede llegar incluso al supremo sacrificio de la propia vida.
Espero que la Divina Providencia haya dispuesto las cosas para que mis pensamientos no sean correctos, que la situación del Opus Dei -la actual, o proyectada a quince años para adelante- no sea la de la guarnición protagonista del sitio de Baler. Pero sinceramente, me parece que la analogía vale y que la decadencia de la cosa es imparable.
Ang Pasko natai sumapit...
PINOY
Sin complejos.- Rocaberti
Buenas tardes a todos:
Al hilo de una lectura, pensé en la capacidad del fundador de la Obra en culpabilizar a los otros, y su incapacidad en asumir sus responsabilidades. Siempre la culpa era de los demás, él era inocente de cualquier daño. Un proselitismo feroz, unas incorporaciones confusas y tantas cosas que llevan a muchos a desandar el camino iniciado, no son baladíes. Creo que la responsabilidad es común, tanto de la institución como de la persona.
No se puede hablar de rejalgar u otras simplezas sin asumir la propia culpa en no haber previsto las posibles dificultades. Creo que es un vicio, el dar la culpa a los demás y lavarse las manos de cualquier daño posible. Sería un buen tema de reflexión para los directores: su incapacidad en asumir sus responsabilidades, sin culpabilizar a lo demás.
Atentamente.
Rocaberti
Agradecimiento.- Lgracem
Nunca podré dejar de agradecer a la fundadora de esta página.
Gracias a ustedes me puedo sentir bien, puedo enfrentar la calle la vida en familia de verdad. Cosas que allí adentro no fueron ciertas.
Gracias Opuslibros que pude desahogarme con ustedes. Porque la psicóloga no entendía como yo no podía hacer lo que quisiera o irme cuando se me diera la gana. Nunca comprendió que yo trabajaba siempre en los subsuelos o planta baja. Que no veía la luz del día, sólo unos ratos que pasaba a limpiar los pisos de la residencia de la calle Vicente López. Un horror. Ahora sí puedo hacer terapia ser yo misma aunque algo de la secta te queda.
Estoy agradecida al destino que me dio un hombre buena gente y unos hijos de maravillas en lo cual prometí que nunca pisará un colegio o centro de la secta.
Agradecida eternamente.
Lgracem.
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