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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 12 de Abril de 2021



Aviso.- Agustina

Por favor, a quien escribió (entre otras cosas) -y no era para publicar-  “¿Cómo perdonar a los sacerdotes, que escuchaban a una niña de 15, 16, 17, 18, 19 años llorar, diciendo que esto no era lo suyo, pero tenía miedo de marcharse y condenar su vida para siempre?”, hemos intentado responderte pero tu dirección de correo no admite nuevos mensajes, o eso dice Gmail. ¿Tendrías otra?





Familia Opus, especie aparte.- La lectora

Quiero escribir sobre un aspecto del Opus que es más colateral pero que, no sé a vosotros, genera más de un quebradero de cabeza: ¿Qué implica tener una familia entera del Opus o miembros relevantes con peso dentro de la familia que sean del Opus como padres, hermanos, tíos?...



(Leer artículo completo...)




Abuso en el trato del Opus Dei a las numerarias auxiliares.- Arnust

Creo el tema de las numerarias auxiliares (nax) es uno de los puntos más delicados en todo este entramado del opus Dei y que más adelante existirá conciencia del abuso que ha supuesto el trato del opus dei a estas "ancillae Domini".

 

Comento algunas ideas sueltas de mis 15 años de pertenencia, habiendo vivido en centros y pasado por algunas casas de retiros, puedo comentar lo siguiente:

 

1. Personalmente procuraba hacer caso a las indicaciones de limpiar cabellos y vello de las regaderas al terminar de bañarse para que no tuvieran que hacerlo ellas, prelavar los pañuelos usados y prendas interiores, en caso de ser necesario, tender la cama siendo una persona joven en centro de mayores, y en general, no darles más trabajo del ordinario.

 

2. En una ocasión que me quejé de mala manera porque no abrían el comedor a tiempo, para empezar a comer y tenía que regresar a trabajar, el sacerdote del centro se encolerizó conmigo y ahí mismo, frente a la concurrencia, alzando la voz me dijo, palabras más palabras menos: "no te atrevas a hablar mal de tus hermanas, no sabes el trabajo que tienen". Todos nos quedamos en silencio después de eso.

 

3. En centros de mayores, vi cómo se aumentaban sus cargas ante las múltiples dietas: que si por el ácido úrico, que si para bajar de peso, que otro tenía problemas con la lactosa. En ocasiones me tocó que nadie comiera el mismo platillo.

 

4. En muchos casos creo que no es falta de conciencia de los beneficiarios de todos sus esfuerzos, sino que parte del adoctrinamiento es que se oye que cada quien está haciendo la obra de Dios desde su trinchera, tanto el numerario que se desvela atendiendo a supernumerarios, el que lleva de excursión a chicos del club aun sin gustarle la montaña, o la auxiliar que prepara las comidas o hace la limpieza... todos como burros de noria. 

 

5. No ha sido sino hasta tiempo después de desligarme de la vida opusina que veo la injusticia que implica con ellas el imposibilitarles su movilidad social, quedando siempre como personal de servicio doméstico. Cuando alguna vez salió el comentario en los tiempos de centro de estudios, el argumento era que "ellas eran felices ahí", "que esa era su vocación", "que no querrían otra cosa" e incluso, se llegó a poner el ejemplo de una mujer, profesionista en Alemania, que quiso pitar (pedir su admisión) en el Opus como numeraria auxiliar, por sentir ese llamado.

 

6. Siempre me hizo ruido leer en las biografías cómo iban las primeras de México a pueblitos y rancherías a reclutar personal para atender las administraciones, pero siempre se acallaban las conciencias con esas anécdotas para hacer creer que las habían rescatado, y que sus familias las consideraban una gran señora o incluso, si se regresaban a sus familias, sus propios padres les decían que cada oveja debía estar con su pastor reconociendo la importancia de su vocación. Todo esto funciona en un ambiente cerrado y sectario, pero ahora sabemos que la realidad es muy distinta, y que a la mayoría de los casos, no se les dio una opción.

 

7. A la pregunta de Lgracem respecto a por qué en centros de varones no había externas (no del Opus), a mi parecer el tema es siempre la desconfianza en temas de sexualidad, esa misma que obligaba (creo que bajo pena de pecado) a que siempre fueran a abrir y cerrar las puertas de comunicación de la zona de la residencia a la de la administración, dos personas. No fuera a ser que uno solo intentara meter a Dios sabe qué cosas. Y si hubiera "externas" pudiera haber riesgos mayores bajo la mentalidad imperante. Verdadero miedo han de causarles las historias como la de Nometorres y tampoco es descabellado, si tienes a hombres, en la flor de la juventud, sometidos una forma de vida totalmente contraria a lo natural, reprimiendo sus sentimientos y ganas de ser amados, tener una esposa y formar una familia.

 

8. Finalmente, al ver recientemente series como The Crown y Downton Abbey, entiendo más la visión clasista y la necesidad que tenía el fundador y algunos de sus seguidores, de asegurar un nivel de servicio acorde con la visión de grandeza que tenían para su institución.

 

Arnust





En honor de las numerarias auxiliares, (Las ex y las in).- Pez

Muchos escritos aparecen en Opuslibros firmados por ex- numerarias auxiliares. Unánimemente reprochan al Opus Dei su inmisericorde trato con ellas: su dureza de vida, su horario estrictísimo, su manera de explotarlas, el infantilismo con que las trataban y mil fechorias más. Desde mi condición de feliz ex numerario comparto todas y cada una de sus quejas, y lamento profundísimamente su sufrimiento, que el numerario medio, al menos en mi época, apenas podía entrever, era tema vedado.

Lo que no comparto es la acusación de señoritismo a los numerarios, como si hubiéramos sido cómplices de vuestra explotación. Ni éramos conscientes ni mucho menos responsables de ello. Los culpables son los que desde los comienzos lo organizaron todo para exprimiros como un limón: desde luego, Escrivá se llevará la mayor parte.

Por parte de los numerarios, sólo vi durante casi veinte años, admiración y agradecimiento por vuestra magnífica labor. Nos ocultaban el duro precio que pagabais. Pensábamos, eso nos decían, que recibíais el salario normal por vuestro trabajo, que vuestras condiciones de trabajo eran las normales y que vuestros detalles de cariño en comidas eran como los que yo había visto en mi familia. Uno más, y no pequeño, de los múltiples engaños en que todos y todas vivíamos.

Recientemente una ex- auxiliar se quejaba de tener que hacer las camas, sucias, de numerarios mayores. Honradamente manifiesto mi sorpresa, aunque la creo. A los numerarios de mi lejana "promoción" (¡qué poquísimos quedan!) nos instruyeron muy seriamente, en el Centro de Estudios pero luego tambiėn, sobre facilitar la tarea de las Auxiliares en todos los aspectos pero también en eso. Cambio diario de ropa interior, limpieza de la ducha, lavabos... si quedaban restos de cabello u otras suciedades. Y por supuesto, si por la noche manchábamos el pijama o la sábana, cosa normal en hombres célibes y castos, retirarlas y ponerlas en un rincón para que las cambiaran sin que les fuera desagradable. El criterio que nos daban era que procurásemos que las auxiliares no hicieran lo que no nos gustaría que hiciera nuestra madre. Creo que todos lo cumplíamos y con gusto.

Dicho esto, una anécdota personal. Durante tres meses, el Centro de estudios en que viví estuvo en obras y no funcionaba la Administración. La comida y la cena la traían del restaurante de una supernumeraria y yo dirigía el servicio y recogida con otro grupo de numerarios a mis órdenes; el desayuno lo preparábamos nosotros mismos. Fue duro pero emocionante y exitoso. Claro, entrábamos en la cocina y demás dependencias necesarias. Me asombró lo pequeñas que eran las instalaciones para una Residencia de unas ochenta personas... Teníamos prohibido entrar en lo que era la residencia de las auxiliares, que estaba rehaciéndose totalmente. El cura nos comentó que antes de las obras estaban muy mal y que las habían mejorado muchísimo. Claro, cuando estuvieron acabadas las obras, yo y mi grupo de "pinches de cocina" nos adentramos a curiosearlo, justo la noche antes de que lo ocupara la nueva Administración. Nos quedamos perplejos al ver lo que luego supe que llamaban, creo, "camarillas". Eran habitaciones (por llamarlas de algún modo) sin muebles, es decir: no había armario sino estantes de obra en la pared, el colchón descansaba sobre una repisa de obra también, una ventana pequeña y muy en alto, daban al patio interior y era imposible asomarse, en vez de mesita de noche, una hornacina en la pared. No había mesa. Y lo más sorprendente: no había puerta, sino una cortina... Lo vimos, repito, nuevecito sin estrenar. Nos quedamos helados. Tanto me sorprendió que tuve que comentárselo al cura en la charla quincenal. Me riñó suavemente y me confirmó que las auxiliares vivían así pero que no era cosa mía.

 Algunas os quejabais del uniforme y la cofia con que os hacían servir al comedor... siempre me pareció algo absurdo, pero la verdad es que estabais muy guapas... Desde la distancia, mis excusas por lo que me pueda tocar, mi admiración, mi cariño y el beso que os ganasteis y nunca os pudimos dar.

Pez





Sobre sacerdotes.- Leo Boig

Hace unos días tuve un pequeño "enganche" en una página web “ultra-conservadora” con un sacerdote del Opus Dei (OD). La cosa no tendría mas importancia si hubiese sido tan solo un intercambio de ideas y opiniones de forma educada y amable. Pero no fue así, le recriminé sus comentarios faltos de nivel y de caridad sobre una colaboración de un periodista por la muerte de Hans Küng. Su reacción fue calificarme de ignorante sin conocerme.

Tal vez todo sea una tormenta en un vaso de agua, pero socavó la idea que yo tenia del comportamiento de un sacerdote. No puedo imaginarme a un sacerdote escribiendo sin respeto por una persona y con una actitud chulesca y de señoritingo.

Ese respeto casi atávico que siempre he tenido por los sacerdotes (mediadores entre la divinidad y las personas) me ha impedido creer fácilmente lo que he leído en el libro de “Tras el umbral” de Carmen Tapia. No podía imaginarme a un grupo de sacerdotes asistiendo a la denigrante, humillante y violenta actitud de Escriba con Carmen. No me cabía en la cabeza. Tampoco las visitas de sacerdotes para murmurar y desprestigiar a las victimas que habían marchado de la Obra. ¿Cómo puede un sacerdote mentir y hablar mal de una persona?. No era posible porque siempre nos habían dicho que si no podíamos hablar bien de alguien que callásemos. No, no y no; los sacerdotes no pueden mentir no pueden comportarse de forma violenta y agresiva con gente vulnerable. Se nos ha dicho desde niños que un sacerdote morirá antes de revelar el secreto de confesión. ¡Qué responsabilidad y qué heroísmo se necesita para ser sacerdote! Entiendo que puedan ser débiles y que puedan mentir o cometer pecados frente a pruebas que rebasen su capacidad, pero no es el caso de los graves sucesos que han explicado las victimas del Opus Dei.

Pero el pequeño detalle del otro día, me abrió una puerta que yo siempre había decidido, en el fondo, mantener cerrada: el comportamiento inmoral de los sacerdotes no justificable por una presión inaguantable sobre ellos.

Como ya he dicho, tal vez todo ha sido una tempestad en un vaso de agua, pero esa pequeña tempestad me ha permitido estar un poco mas cerca de las víctimas y mas lejos de los acosadores prepotentes y siniestros. Aunque quiero seguir pensando que una inmensa mayoría de los sacerdotes hacen todo lo que pueden para que su vida sea un ejemplo de buenos pastores y no escandalizar a los pequeños.

Pido perdón a Carmen, a Maria Angustias, a Agustina y a tantas y tantas victimas de las que he recelado de su testimonio frente a la credulidad otorgada, de entrada, a un sacerdote. Un testimonio que ha sido un grito de angustia y de impotencia ante la incredulidad de los “bien pensantes”. Lo siento. Pero aun noto en mi interior que no he vencido suficientemente este claro prejuicio.

Leo Boig



19 de marzo, una orgía de proselitismo.- Tienesunminuto

Queridos amigos de Opuslibros, resentidos, deprimidos, felices, liberados,... Estéis como estéis, todos recordáis la liturgia de la lista de San José. Después de rezar una oraciones antes y después de la ceremonia, se sitúa la liturgia de la lista de San José. Uno por uno, los miembros del centro se ven obligados a desvelar el nombre de algún amigo personal, ahí delante de todo el mundo. ¿Qué pensaría el interesado si lo supiera? ¡Y todo el mundo lo acepta como si fuera tan normal! Y sigue pasando.

Lo peor es que juntamente con el nombre se suele pedir que se justifique poner a esa persona en la lista o se explique algo de su vida, algo personal, del amigo. ¿Qué amigo hace esas cosas? ¡La pornografía de la intimidad ha empezado! A veces se cuenta que el mencionado amigo ha hecho tal avance en su vida interior, o se ha confesado con tal cura, o tiene intención de hacer un curso de retiro. Todo eso se justifica por el puñetero deseo de nuevos prosélitos; todo vale. ¡Ay! Aún recuerdo cuando don Javier pedía 500 vocaciones. Se trataba de ir a saco, teníamos que dar listas de nombres de amigos a los directores y ellos nos preguntaban cada semana en la confidencia por lo que habíamos hecho para acercarlos al Opus, que no a Dios.

Hace unos años dejé de asistir a esa ceremonia pornográfica de la amistad llamada lista de San José. Daba algunas excusas y lógicamente nunca daba un nombre, aunque me insistían hasta los últimos minutos para que les diera un nombre para poner en la lista.

Para ellos supongo que sigo dentro porque nunca he escrito ninguna carta a nadie diciendo que lo dejo, ni pienso escribirla, pero de facto estoy fuera, me he liberado de esa locura estresante del cumplimiento de las normas. Me divierte no coger sus llamadas, no responder sus mensajes. Ahora pienso ¡Qué locura confesar omisiones en las normas! Me he liberado de esas ceremonias que van en contra de lo más sagrado que tiene una persona, su intimidad, y que instrumentalizan la amistad porque la ponen al servicio de los intereses de la organización, al servicio del proselitismo. Me he liberado de entregar el sueldo aunque no haya ninguna obligación de hacerlo, pero ellos te lo machacan en la charla fraterna.

Todo se cuenta y se sabe ahí dentro. Si no hacía movimiento el secretario lo comunicaba a quien recibía mi charla que sutilmente te preguntaba en la confidencia, ¿ya vas haciendo la cuenta de gastos? O si abandonaba la confesión unas semanas, en la confidencia te preguntaban o directamente te decían que tenías que recuperar las confesiones perdidas. Es decir que el cura va contando quien no se confiesa en el centro. Supongo que tiene una de esas hojas para ir anotando y marcando faltas. Esos formularios odiosos donde todo se anota.

Me siento liberado de ese montaje que da asco, pero que cuando estás dentro tienes que justificar de alguna forma y te cambia la manera de ser. Pero no, hay un momento en qué ya no puedes más y tienes que decir no ante esos hechos tan inmorales. Señores directores de delegaciones que estáis dentro y conocéis el mal que hacéis, dejadlo ya. Iros sin más, sin decir nada, si podéis, porque seguramente a estas alturas, ya no sabríais qué hacer fuera, dónde trabajar, y seguís viviendo cómodamente en vuestras estupendas casas cuidadas por doncellas. ¡Viva la pobreza parásitos sociales! Vivís a costa del trabajo de los demás.

Y así les va a nuestros amigos del Opus, cada vez más solos, con más crítica social por lo poco que hacen por los demás y si lo hacen es para lavar la fachada, que está muy negra.

Luz y taquígrafos señores. Es primavera y la luz de esta maravillosa estación se ha metido en esa organización para que todo se sepa, para que todo se vea. Y esa luz es Opuslibros.

Tienesunminuto





Tinglados.- Rocaberti

Buenos días:

He podido leer algunos comentarios sobre la educación en colegios de la Obra. En todos se habla del control de la conciencia y la mente de los alumnos. Los resultados serán dispares según la personalidad de cada uno. Mi experiencia me ha llevado a considerar que la religión se circunscribe a una relación personal con la divinidad, independiente de cualquier organización. Sin embargo puede ser bueno formar parte de un grupo, pero no anteponiendo lo personal a lo grupal.

Toda estructura religiosa es un tinglado, con sus intereses, sus poderes y sus regulaciones. No podemos ser tan ingenuos de confundir a Dios con una secta particular. Algo que se hace muy mal en el Opus Dei es confundir a los directores con la divinidad. Nadie puede usurpar la naturaleza divina para humanizarla y adaptarla a los intereses de grupo. Sólo nuestra intimidad con Dios y nuestra conciencia son guía seguros, todo lo demás es parafernalia, en muchos casos útil, pero parafernalia en la que no podemos buscar ningún sustento, porque son como arenas movedizas, con muy poca consistencia.

Un fuerte abrazo.
Rocaberti.





Diferencia entre lo vivo y lo muerto.- Guillermez

Queridos amigos:

Si hay algo que he aprendido en estos 10 años es a no juzgar. Con el Opus Dei tuve suficiente. No quiero ser más "un tipo de criterio", siempre con el consejo a punto, analizando la conducta de los demás. Ni eso es cristiano, ni soy nadie para hacerlo. En este tiempo he encontrado a mi alrededor gente que me ha roto los esquemas entre lo que consideraba bueno y erróneo. Amigos gays extraordinarios (muchos de ellos cristianos), parejas casadas por lo civil que son un ejemplo, agnósticos más caritativos que muchos curas que traté de cerca, ...

Por eso me gustó mucho leer el otro día el artículo de Zartan: "El alejamiento de la fe como reacción al paso por el Opus Dei". Me confirmó en la misma idea. No se puede juzgar -tampoco- a quien ha perdido la fe, menos aún si esa persona pasó un tiempo cerca de la Obra. Quién sabe qué dolores arrastra, qué sufrimientos le han forjado tal cual es. Probablemente muchos hayamos pasado por lo mismo.

En estos días he visto el tráiler de "Vivo", un documental que va a salir pronto. Recoge, precisamente, lo que a mí me salvó de perder la fe. Yo también pasé de llevar a rajatabla el Plan de Vida a prácticamente no acercarme a una iglesia. Seguí hablando con Dios en mi intimidad, pero que no viniera nadie a darme la brasa. Hasta que descubrí en Madrid los movimientos de jóvenes alrededor de la JMJ 2011: Cursillos de Cristiandad, Carismáticos, Emaús, la Congregación Mariana, Hakuna,... Gente alegre, en vaqueros, que hacían adoración guitarra en mano. Ni sabían de cánones y estructura jerárquica, ni les importaba un pito. Se habían encontrado con Dios, tenían una relación personal, y eso les impulsaba en su vida.

Qué liberación sentí. Descubrí una Iglesia totalmente diferente a lo que estudié en filosofía y teología opusina. Desde entonces, he visto llorar a más gente arrepentida oyendo cantar a una guitarra, que con el Adorote Devote; he entendido lo que es el noviazgo viendo a parejas sentadas -en el suelo- ante el Santísimo; he conocido a auténticos conversos que cambiaron su vida al entrar, borrachos como una cuba, a una parroquia de La Latina en plena Adoración Nocturna.

Si entráis al tráiler del documental, veréis a Manglano bendiciendo con una Custodia hecha de madera (escándalo, escándalo), a chicos y chicas juntos (horror), sin chaqueta y corbata (falta "finura de alma"), cantando de rodillas canciones eucarísticas que les mueven más que el Trisagio Angélico o el Símbolo Atanasiano. Ved las fotos, impresiona, ahí hay una realidad viva.

Aún recuerdo a un cura numerario con el que viví que decía que, sin música gregoriana, no era posible rezar de verdad. Ese mismo sólo bendecía con un roquete del siglo XIX (esto es real) porque "otra cosa era poco para el Señor". Pues, querido, no se le pueden poner puertas al campo. Estamos en el siglo XXI, y Dios actúa como le viene en gana, según la realidad del momento concreto. La Iglesia está viva, y es tan amplia que caben distintas sensibilidades. Lo único que no caben son estructuras rígidas que además no quieren cambiar. Éstas mueren solitas, ellas y quienes se les acercan.

Decía el niño de la película aquello de "en ocasiones veo muertos"... Yo los veo siempre que paso por delante de Diego de León.

Guillérmez



Una pregunta.- ElsaElsa

Creo recordar leer aquí, en esta página web, que el propio Escriva dijo en su momento que la educación mixta es algo negativo. Pero ya no encuentro lo que realmente dijo.

 

Alguien puede ayudarme.

 

Saludos

 

Elsaelsa




 

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