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CORRESPONDENCIA
Miércoles, 09 de Septiembre de 2020
El nombre les queda grande.- JasonJonas
En mi correo anterior mencionaba que el Opus Dei no es el nombre más adecuado para esta organización, que más bien por sus altísimos intereses políticos y económicos y como emporio corporativo debería llamarse Opus Mundi (o algún otro nombre semejante como Opus negotium, Opus Inc. u Opus Ltd). Es una pena por la labor de muchos miembros que aún no han tenido el momento de lucidez para saber con verdad en donde están pero estrictamente esta denominación le vendría como anillo al dedo. También pudiera llamarlos simplemente Opus (y no en afán despectivo) pero esta denominación ya no me convence porque es darles el valor de una palabra universal que ni siquiera en su contexto amerita pensar inmediatamente en esta institución.
Lo que sí me parece que, siendo consecuente también con lo que la organización es, de ninguna manera los volvería a llamar Opus Dei porque no se merecen ese vínculo (para efectos prácticos para mi será simplemente Opus _ dejando abierta la denominación de algo que puede ser todo menos de Dios).
El otrora fundador quiso llamarle rimbombantemente de Dios, autoconvencido con alguito de arrogancia de que todo lo que el hiciera era algo divino. Tal vez al principio y por el contexto histórico-religioso del momento parecía adecuada la cosa, pero ya desde los primeros años y de sus primeras acciones más que mundanas este nombre quedó muy sesgado de la realidad de Dios: El apego al franquismo, la búsqueda del marquesado, la recolección de dineros y propiedades, el costo de la sede en Roma, el afán por ser nombrado obispo, y así muchas más que por allí habría.
Y no hay que ir al pasado para darse cuenta de que esta organización está completamente desorientada sin verdaderamente rumbo divino (no puede llamarse de Dios). Basta ver lo que recientemente en varios medios informativos digitales o impresos se comunica como una noticia supuestamente de repercusión para la sociedad: “La mujer más poderosa del Opus Dei…”. No conozco a la susodicha y no es el propósito del correo debatir en sus opiniones sobre el feminismo y demás posturas, me detengo únicamente en el puro título y con solo ello reafirmar lo extraviada que está esta institución (están tan perdidos que se aplica lo que se dice coloquialmente: “si hacen porque hace si no hacen porque no hacen”)…
El Opus _ que censura absolutamente todo no supo al menos objetar un título tan ajeno a los objetivos nobles de una iglesia que no busca (no debería) en ningún sentido el PODER.
Hace mucho escuché en el medio académico y empresarial que un buen director no ejerce poder, sino ejerce autoridad… (eso hacen los verdaderos líderes). Y esta relación es aún más aplicable a la Iglesia. El poder en nuestro mundo acarrea una connotación precisamente ajena al sentido cristiano y se somete a una apreciación más que mundana: “Busca el poder porque quien tiene poder lo logra todo y está por sobre todos...”. En el buen sentido claro que se entiende el ejercicio de poder y más cuando es legítimo (en las ciencias sociales y políticas), pero esto NO DEBERÍA ser un aspecto que solape una noticia que pretende ser de influencia cristiana a nivel local, nacional o internacional para una institución de la Iglesia… Yo no veo al Papa como una figura de poder… y claro que lo tiene, pero jamás lo relaciono como el hombre mas poderoso de la Iglesia, sino como el hombre de mayor autoridad en el ejemplo de humildad que debe representar -en la mayor posición de la iglesia- en la vida y ejemplo de Jesucristo.
Quien acepta un título así siendo una institución de la iglesia de inmediato me llevaría a desconfiar de esta (se leería mucho más congruente “La mujer con más autoridad del Opus Dei…” e incluso la lectura del artículo tomaría otra interpretación). Pero tan solo al leer el puro título amigos y amigas del Opus _ los equiparo exactamente con las instituciones mundanas de poder sociopolíticas y económicas del mundo y de allí lo que le siga… Allí están ustedes amigos y amigas del Opus _, muy alejados del ámbito de la humildad de NSJ.
Y como todo el mundo defiende lo que cree correcto y le interesa, la susodicha entrevistada (con aire señorial de ejecutiva exitosa de portada de Forbes, con una imagen de impacto mercadológico que efectivamente proyecta poder) diría que el Opus _ respeta la libertad del medio informativo de publicar el uso de este sustantivo/verbo en el título que más le venga en gana… Pero fíjate que a doble espada se muere porque por un lado así es precisamente como se perciben, como una institución “poderosa” (con poder y que ejerce poder) y no como autoridad de conciencia verdaderamente cristiana y eso es muy penoso después de 90 años haciendo supuesta labor divina… y por otro lado si es ejercer la libertad de respeto por el medio informativo, entonces que convenencieros son, porque aquí sí respetan la libertad de quien les da el carácter de poderosos, pero no respetan la libertad del niño-joven sin madurez para captarlos en su doctrina sectaria por el poder que tienen en el manejo de su consciencia (incluso hasta objetando - aquí sí objetan- la autoridad de sus mismos padres).
Hoy en día y desde hace muchos años autonombrarse de Dios suena más bien a una verdadera exclusión de responsabilidad (“curarse en salud” se diría) por todas las fechorías y maldades que emanan, tal vez no deseadas pero sí tercamente conservadas. La autonombrada obra de Dios y su pretensión de poder e influencia humana no es más que un grupo de hombres y mujeres que no tienen ojos para ver ni oídos para oír aun a pesar de alcanzar las más altas esferas mundanas. Una vez allí no saben que hacer sino solo asirse con todas sus fuerzas a ellas para enarbolar el poder -como se traduce el titulo de la noticia en cuestión- pero lejos están de la verdadera caridad de Cristo que en nada se asemeja a ello.
Nuevamente observar a Jesús como el mejor ejemplo es el camino indicado y no a un marques de Peralta con un título ya no de una nota periodística, sino peor aún, el título nobiliario que en sí mismo denota un símbolo de poder y de status por sobre otros hombres (aun con la supuesta intención de heredarlo a un familiar que es lo que defienden y justifican). Jesús “les enseñaba como quien tiene autoridad” y jamás como quien tiene poder, aun siendo el creador del todo.
Así que, desde mi punto de vista, lo que siga después de Opus queda a la interpretación de lo que cada quien considere acerca de una organización que efectivamente no es más que una simple y llana obra humana (eso sí, poderosa) que hacen ciertos individuos en una institución más que mundana. Hoy queda más que claro que el nombre les queda grande, que no se merecen ostentar y que en nada apela a la humildad y carácter de una verdadera institución de la iglesia que debería buscar el único y noble interés en Dios y no en el poder de la organización.
Amigos y amigas del Opus _, esto que es tan patente, ¿no lo ven? ¿no lo observan?... En fin, queda abierto para ustedes el Opus que quieran ser, pero claramente hoy no es de Dios.
JasonJonas
El feminismo del Opus.- JaraYSedal
No comparto enteramente la interpretación común de las palabras de Isabel Sánchez. Ella no se limita a afirmar que sea la mujer más importante dentro del Opus, como dice el articulista de ABC. Responde que es la persona, hombre o mujer, que ocupa el cargo con mayor poder de decisión a la hora de asesorar al prelado del Opus, monseñor Fernando Ocáriz.
Expresa el orgullo de que sean las mujeres de la Obra quienes tienen mayor poder de decisión sobre el asesoramiento a Ocáriz, y no solo en materia propia de mujeres sino en prácticamente cualquier cosa.
No es soberbia lo que sale por su boca, sino alta satisfacción por el papel de las féminas dentro del Opus. La posición que ella ocupa es solo otra manifestación de la influencia de las mujeres en el Opus, cuyas opiniones son determinantes en proyectos para la expansión de la Obra, erradicar la pobreza, iniciativas educativas, familia, educación y, por supuesto, en propuestas para favorecer la promoción de la mujer.
Y, además, este asesoramiento es directo a la cabeza de la organización, monseñor Ocáriz. No hay interferencias masculinas, sus opiniones e informes cuasivinculantes, determinantes, se traducen por el prelado en instrucciones que dirige a sus seguidores.
Expresa Isabel magistralmente el papel de las mujeres dentro del Opus, su capacidad de influir en las decisiones que se toman por quien ocupa el cargo de mayor responsabilidad: sus opiniones son determinantes. La Obra es feminista.
JaraYSedal
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