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CORRESPONDENCIA
Miércoles, 16 de Septiembre de 2020
Sobre lo diverso, distinto y diferente en el Opus.- La Lectora
Sobre lo “diverso, distinto y diferente” en el Opus.
Me parecen muy acertadas las observaciones de Hilario sobre el libro supuestamente a favor del feminismo de Isabel Sánchez. Creo, igual que él, que es solo un intento de “limpiar y modernizar” la imagen del Opus. Y lo más curioso es que no se dan cuenta de que esa imagen no se puede maquillar más, la máscara ya no admite más retoques de efecto; solo si hacen una relectura autocrítica hacia dentro de los comienzos de la institución, del entorno político y social en el que nace y de los pasos que han seguido, podrían modificar algo y ver con más perspectiva, pero no creo que estén en disposición de hacerlo. La imagen a vuelo de pájaro puede asustar sobre todo si se está dispuesto a abrir los ojos y mirar.
Después de leer la entrevista que le hacen en El Español me surgen algunos interrogantes y reflexiones que quiero compartir:
1. ¿Es posible un feminismo sano dentro de una institución que no da voto a la mujer en las decisiones de gobierno y que además vende la falsa idea de que la opinión femenina es importante para ellos?
2. ¿Es feminismo la distinción social y clasista que marcan en las tareas que realizan mujeres y hombres, no solo en laborales internas sino también en la forma de impartir los estudios y cursos de filosofía y teología entre sus miembros?, ¿por qué no hay numerarios auxiliares?
3. Preguntan a Isabel: ¿Ha conocido a alguien de Podemos dentro del Opus Dei? Resulta curiosa su respuesta: “Siempre que defienda los valores del Evangelio, puede estar”. Es decir, no ha conocido a nadie. La verdad es que yo tampoco en los años que estuve allí, ni de Podemos ahora ni de la izquierda de entonces. Siempre me decían que los había, yo nunca los vi y mis ideas más cercanas a cierta izquierda me las reservaba para mí. Nunca me encontré con las famosas excepciones, pero las historias corrían formuladas de la misma manera que lo hace Isabel en la entrevista “he visto en mis viajes que hay personas de la Obra que militan en partidos políticos muy diversos y con pensamientos muy distintos, que hacen mucho bien desde posturas muy diferentes". El diverso, distinto y diferente me lo perdí. Claro que seguro que con su cargo ha visto más mundo que yo dentro del Opus. Yo solo recuerdo a una numeraria estudiante de derecho con ideas ultraderechistas (yo diría que demasiado de derechas para la época y para su juventud) insultarme por un pasillo en el centro de estudios porque no encajaba exactamente dentro de lo que consideraba decoroso. De todas formas me pregunto cómo haría un militante de podemos para vivir dentro de un centro rodeado de no excepciones. No le resultaría fácil.
4. ¿La afirmación de Isabel “ahora estamos en un momento en que lo que prima es el valor de la persona singular” quiere decir que admiten el criterio y el valor de la conciencia personal por encima de las directrices de la institución? No sé si esta respuesta convencerá a muchas personas que han acabado muy mal precisamente por expresar su opinión allí dentro y buscar su “valor personal”.
5. Después de afirmar con rotundidad que en el Opus ha conocido a militantes de partidos políticos muy diferentes, se defiende del hecho de que entre sus miembros haya una gran mayoría de centro derecha diciendo que no sabe “el partido político de nadie ni su pensamiento político.” De eso no se habla, solo importa la persona. Me parece todo muy normal. Yo hablo con mis amigos de política porque no me importan como personas. Clarísimo.
6. Y mientras en el mundo la idea de feminismo evoluciona y surgen pensamientos y tendencias diferentes -la vida es transformación y movimiento no hay que olvidarlo, el estatismo en la naturaleza es igual a extinción- Isabel, ante la pregunta de si ha pedido cambios en la Obra en relación al papel que juega la mujer dentro de esta, responde como debe ser, como lleva oyendo toda su vida “no diría cambios, sino seguir en la corriente que instauró San Josemaría: que la mujer cuenta siempre, que la mujer debe ser protagonista”. Eso sí que se la vea mucho pero que no vote, por si acaso la lía.
Pues eso, a mí me suena a más de lo mismo de ese “diverso, distinto y diferente” que son ellos.
Un saludo a todos,
La lectora.
Sobre el feminismo en el Opus Dei.- Otaluto
Me sorprendió el articulo donde una directora del Opus Dei se declara feminista. Indudablemente todos deseamos un mundo mejor, donde no exista pobreza y los derechos de cada cual sean respetados por igual, queremos igualdad de oportunidades y que no existan las guerras, ni el hambre, ni las enfermedades, y que el planeta no se contamine, y que las ballenas puedan hacer su vida normal sin extinguirse.
Todos queremos esas cosas, pero lamentablemente, cuando existe un problema, o algo valioso que se encuentra en peligro, siempre aparece una ideología que se adueña de ese problema, lo toma como patrimonio exclusivo, y determina una solución que se presenta como incuestionable. Estas ideologías suelen tener una raíz común, como su nombre lo indica, en el Idealismo. Son primas hermanas y comparten rasgos de familia: ateas, materialistas y dialécticas. Lamentablemente, los promotores de ideologías, lejos de resolver el problema, lo usufructúan, se convierten en grupos de presión, presionando para obtener beneficios y privilegios, detentando el poder que emana de presentarse como salvadores o héroes.
Personalmente, dentro del ámbito de mi modesto actuar, no se me ocurre hacer diferencias entre el hombre y la mujer a la hora de evaluar capacidades. Pero el pensar asi no me enrola dentro del feminismo. Sí me enrola dentro de esa amplia mayoría de personas con sentido común y respeto por el otro. Creo que también para el Opus Dei no es necesario enrolarse dentro de la ideología concreta del feminismo para defender los derechos de la mujer. Y sabemos que, además, proclamarse “feminista” es una enorme hipocresía.
Nada más lejano al Opus Dei, que a lo largo de su historia no hecho sino materializar una cantidad de diferencias entre sus socios varones y mujeres, siempre en desmedro de las mujeres. Muestra asi el Opus Dei, ser también una ideología, una versión atea, materialista y dialéctica del cristianismo, siempre evolucionando para sobrevivir, siempre adaptándose al terreno, sin escrupulos, sin principios, camaleónico, acomodaticio, diciendo lo que es correcto puertas afuera, dando a entender lo que no es, escondiendo la mitad de la verdad, eligiendo las palabras, reescribiendo el pasado, lobos con piel de corderos, buscando siempre su propio beneficio, la salvaguarda de su propia imagen, y finalmente, detentando el poder que emana de presentarse como salvadores o héroes.
La mentira fue la causa del éxito del Opus Dei, pero como sabemos, no se puede mentir a todos todo el tiempo. Finalmente la mentira será también la causa de su desaparición.
Paz a todos.
Otaluto
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