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CORRESPONDENCIA
Viernes, 11 de Octubre de 2019
El Opus Dei sí cambiará.- JasonJonas
Dos afirmaciones: La primera es que el Opus Dei siempre tendrá miembros en sus filas, jamás desaparecerá. La razón de ello es que está en su misma esencia existencial la búsqueda ACTIVA de adeptos (ellos jamás se llamaran o los llamaran así) y por tanto NUNCA van a dejar de hacerlo. Todo estaba “perfectamente calculado” -como decía el Chapulín Colorado- por el hoy santo Jose Maria Escriba (perdón por la comparación, pero valga la aplicación con este personaje) cuando decía que un hijo suyo no puede estar tranquilo es su búsqueda de la santidad si no trae más “raza” a su cubil. Astuto.
Y la segunda, a estas alturas del partido (90 años después), es tanto el EMPORIO HUMANO edificado por tan “noble institución” que la suma de adeptos es algo imperativo para su operación, ya no pueden desistir de sumar gente, ya no pueden dar vuelta atrás (haciendo su propia contabilidad: los que se van, los que quedan, los que se suman, como una empresa de tal envergadura que debe de seguir produciendo lo que produzcan y a toda costa con el fin de mantener, digámoslo así, sus activos y costos operativos…). Así de mundana la cosa.
Así pues, dos aspectos: Uno, el papel activo de búsqueda de miembros como parte de su esencia, y Dos, el tamaño de su empresa. De allí que nunca desaparecerá.
Ahora bien, el tema primordial no es su desaparición, sino es el cambio de lo corrupto (que nació desde su origen y/o que en cierta forma fue emergiendo en el acontecer de su labor). Y he aquí la cuestión: el Opus Dei eventualmente cambiará, SÍ LO HARÁ (es más, lo hace ya, y no me refiero solo a nimiedades como besar o no al prelado en turno de rodillas o de pie que esas no valen), pero NO lo hará eliminando lo que le aleja del verdadero espíritu cristiano (lo que es un atropello a las almas), sino de esta forma: El Opus Dei, en las circunstancias de la vida contemporánea (sean cuales fueren, las de hoy o las del futuro) aprenderán de las mismas, evolucionarán con ello, lograran cambiar, pero solo adaptándose y modificándose en sus formas de recurrir a la CAPTACION de nuevos miembros y en las formas de simplemente OPERAR esta gran maquinaria suya en la que se han convertido.
Unas cuantas conjeturas:
• Si la ley les “prohíbe” tener miembros antes de los 18 años (por aquello del ultraje y atropello a la libertad de las conciencias en conciencias tan vulnerables como las de un niño o joven), nombre, si en la ley caben muchas interpretaciones, y nada ni nadie puede obligarlos a no tener colegios, ni tener clubes, ni tener asociaciones “caritativas” que promueven el bien en la comunidad (esos “espacios semilla” para su perversa captación siempre existirán, claro, arropados en otra imagen, y ¿qué ley se los impedirá?). Recordemos que el Opus Dei, como tal, no tiene propiedades…
• Si en un momento dado las numerarias o los numerarios se reducen mínimamente (que son pieza fundamental de su organización -bueno, solo los dires “pesados” de las altas esferas, pero que surgen únicamente de los numes en esta estructura de castas de la organización), siempre estarán las supernumerarias y los supernumerarios los que cubrirán algunas de las funciones meramente operativas de los numes (digamos atención de obras corporativas) y lo harán como lacayos bien capacitados para prácticamente actuar “numeralizados” (que al cabo que el que obedece nunca se equivoca… nunca).
• Si ya no tienen sacerdotes -aunque poco probable también porque la mayoría de los numerarios siempre estarán dispuestos a ordenarse y más por necesidad si se los piden- pues recurrirán a otros sacerdotes diocesanos (o los que se dejen) metiéndolos “por el carril”, porque más de algún arzobispo, obispo o sacerdote ingenuo habrá que les “compre” la idea de su espiritualidad dizque laical (o también los habrá dispuestos e interesados en otros aspectos más mundanos -hay que decirlo- porque vaya que saben agasajarlos y deleitarlos con engaño y palabrería de pertenecer a su grey y secundar sus labores apostólicas u otro tipo de “intereses”. Una muestra fue el proceso de “hacer” santo al hoy santo).
• Si ya no tienen más “criadas” como numerarias auxiliares (perdón por el termino despectivo, pero así es en términos reales), pues se valdrán del esquema de “contratación de un servicio profesional”, que no es más que un escenario/pantalla pintado de “legalidad” planteado a jóvenes necesitadas, prometiéndoles una mejor vida, pero esclavizándolas con el engaño de su vocación y pagándoles salarios paupérrimos, etc. (por ejemplo, si ya no pitan muchas numerarias auxiliares en cierto país -que ya no se dejan engañar tanto- las exportarán de otros países más necesitados aun).
Adaptación, flexibilidad, dinamismo operativo (aunque aquí no son tan buenos, más bien tienen lentitud operativa)… siempre pues un plan B, como lo formula cualquier empresa de negocio. Y así siempre mantendrán una cierta masa de gente que siga haciendo su “gran labor”. Al fin y al cabo, somos 7 mil 550 millones de seres humanos hoy en este planeta, así que materia prima la hay.
El Opus sí cambiará, siempre se “adaptará a los tiempos”. Lo harán para seguir operando el control, el poder, el “billelle”, las obras magnánimas corporativas (sedes como en Roma, Nueva York, Israel) o cualquiera otra obra inmobiliaria en todos los países donde hacen presencia. Ni modo que se mantengan solas.
Debo decir que cada escrito que realizo lo hago como en una especie de psicología inversa: desearía que lo que se plantea no sea lo que se corrobore, sino que mueva a lo contrario. Puedo afirmar (con plena convicción) que no deseo que el Opus Dei desaparezca ni he deseado jamás su perjuicio (porque también reconozco el bien que realizan y procuran). Lo que deseo, como cualquier otro ser humanos de los más de cien mil millones de seres humanos que se calcula han existido en esta vida terrenal (según los científicos), es que no haya maldad en ningún aspecto de la vida humana (utopía, idealismo) y, aunque de manera focalizada, lo deseo específicamente para esta Institución (ya que el Opus Dei, irremediablemente, para bien y/o para mal, fue parte de mi vida). Lo “malo del bien” que hace el Opus Dei (un poco el juego de palabras, o el dilema como tragedia existencial del hombre) es que el bien que hace el Opus Dei lo hacen solo cuando verdaderamente no logran adentrarse en las almas de quienes se acercan a ella. Lo malo es que no solo quieren comunicar y transmitir el mensaje de santidad, sino que quieren imponer su propia doctrina y forma de vida. Si te dejas atrapar por el “Opus”, como dicen en mi tierra, ya valió… sometimiento no a Dios, sí a la institución.
Hoy, lamentablemente (lamentabilísimo), la realidad y conclusión sobre el Opus Dei es esta: Sí cambiarán (cambian), pero no en función y necesidad de las almas por acercarlas a Dios, sino en la necesidad de tener un miembro más de confianza -de la propia secta- en cada frente corporativo que se posea, el cual sea precisamente el custodio del “valor doctrinal” (¿?) y sobre todo el valor económico donde reposan (aunque ello, de suyo, no lo admitan, de facto es una realidad). Seguirá la mata dando.
JasonJonas
Punto 793 de Camino: Otro gran patinazo de Escriba.- Orange
Dice el punto 793 de Camino: Proselitismo .- Es la señal cierta del celo verdadero -.
Pues resulta que según la tradición e historia de la Iglesia, eso no es cierto. Y el Papa Francisco nos lo recuerda machaconamente: La Iglesia no crece por proselitismo, sino por ATRACCION. Esto es: que la gente, al ver la vida ejemplar de los católicos dice: mirad a esos lo felices que son con su religión. Por tanto, yo me voy a acercar a ellos y me apunto a su estilo de vida. Y así es como crece el número de fieles.
Los primeros cristianos eran «un solo corazón y una sola alma». Y los paganos, al verlos, decían: «Mirad como se aman». E iban corriendo a apuntarse al cristianismo el cual crecía al ritmo del 20 por ciento cada 10 años, segun el Prof. D. Antonio Piñero.
La satidad y el proselitismo agresivo de Escrivá, que según él mismo debe ser intransigente, coactivo y desvergonzado (ver mi envio a esta pagina de 18/9/19), es uno de los errores más garrafales que cometió este buen señor y espero que se le tendrá en cuenta cuando se revise su proceso de canonización.
De modo que el punto 793 de Camino podria quedar perfectamente de la siguiente forma: « Proselitismo.- Es la señal cierta del fanatismo verdadero ».
Orange.
Más pobre que usted...- Pepito
Naturalmente, el pobre no se lo creyó; pero al autor del mensaje se le olvidó aclarar que quien pronunció la frase lo hizo convencido de su veracidad. Ahí está el problema: se lo creía, y a otra cosa.
Pepito
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