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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 04 de Noviembre de 2019



Esclavas de los hombres por vocación divina (3).- Salypimienta

ESCLAVAS DE LOS HOMBRES POR VOCACIÓN DIVINA (3)

 

La vida en las escuelas de captación de numerarias auxiliares (nax) cambia mucho después de que las alumnas pitan.

En teoría todo sigue igual. Hacen lo mismo que hacían antes con la diferencia de que después de escribir la carta, tienen que vivir las normas.

Casi todas las ex nax con las que he hablado concuerdan en que desde ese momento no tuvieron un minuto libre para pensar en nada. Trabajo, estudios y normas les absorbían el tiempo por completo. A todas con las que he hablado les sorprendió mucho el uso del cilicio y las disciplinas…  



(Leer artículo completo...)




La realidad del Opus en España.- Mediterráneo

En mi opinión, Rulinafuriosa, las dos cosas, y ambas a la vez. En esa peña se vive una esquizofrenia muy, muy seria, que les permite pensar que todo va bien en el mejor de los mundos y, por lo tanto, enfocan el sXXII con confianza en la Divina Providencia, Dios sabe más, todo está previsto y esculpido en piedra, etc.

Al mismo tiempo, porque la realidad les escupe en la cara aunque ellos no quieran, ven que no hay relevo, que la cosa está muy lejos de ser el camino perfectamente establecido (controlado) que quisieron hacerles creer. Hablo por España: hay muchas, muchas numerarias viviendo en pisos, porque la vida en los centros es insoportable. Hay muchas, muchas enfermas. Hay una base de personas mayores que no podemos ni imaginar y por cada diez o doce personas de 75, 80 y más, con un poco de suerte hay una chiquita joven que pide la admisión y que hace, literalmente, lo que le da la gana, primero porque se lo consienten por miedo a perderla, y segundo, porque es inconcebible hacer funcionar a alguien del s XXI con normas, normitas, reglas, reglitas, preceptos y preceptitos pensados en España, 1940.

Ahora mismo, el estamento más “sumiso”, y repito que hablo por España porque no conozco otras realidades, es el de las numerarias auxiliares, que no pueden pensar en marcharse porque son mayores, no tienen un techo, ya no les queda familia, o si les queda, son perfectos desconocidos, no tienen ni un solo céntimo, ni uno solo, y con un canto en los dientes se dan por tener móvil y poder acceder a internet, aunque la directora se lo pida cuando le da la gana y vea las conversaciones, los mensajes, el historial de navegación, etc. Y siguen trabajando como esclavas aunque tengan 70, 75 o más años, porque es a lo que vinieron, aunque nadie se lo dijo, aunque desde mayo tengan un día libre completo (y teórico) a la semana.

¿Qué pasa con las agregadas? Quién más, quién menos, han tenido su trabajo y tienen una pensioncilla de la que vivir. Donde no llegan ellas llega la institución, sin dudarlo. Las que han trabajado en obras corporativas, con una cotización de M a la SS, tienen una pensión de M, pero la institución cubre, sin dudarlo. Muchas están en residencias, muchas están enfermas, los cb son penosos porque se sigue hablando de “trabajo profesional”, de “evitar la familiosis” a mujeres de 75, 80, 80 y más años que se jubilaron hace veinte o veinticinco y que ya no tienen familia porque es ley de vida. La gran mayoría hacen su vida, acuden al centro el día que toca y santas pascuas. Ha habido casos, en Madrid ha habido dos que conozca y en Barcelona otros dos, aunque pueden ser más, en los que la agd ha muerto sola, en su casa, y se ha necesitado Dios y ayuda para entrar en el piso, porque mucho “ser familia” pero nadie se preocupa de pedirles una copia de las llaves, por si acaso.

¿Qué pasa con ellos? Los numerarios siguen en sus casas, atendidos como príncipes y muchos de ellos haciendo lo que quieren. Hay muchos enfermos. En el “sector” agregados hay de todos: quienes viven solos, quienes viven en edificios asistidos, quienes viven con alguien de la familia. Si hay alguien que no puede valerse por sí mismo, se le asigna un cuidador o se le plantea la posibilidad de una residencia.

¿Y los supernumerarios? Ay, amiga. Con la iglesia hemos topado. A medida que se hacen mayores “se diluyen” hasta llegar a desaparecer, como si nunca hubieran existido. Si tienen dinero, la dilución se alarga en el tiempo, si no lo tienen es muy rápida. Conocí muy, muy de cerca a un supernumerario de Barcelona al que un numerario y un sacerdote iban a visitar religiosamente cada quince días, hasta que se hartó de firmar cheques y dijo que basta, que no daba más dinero. Al momento se acabaron también las visitas, cesaron de raíz. Cesaron hasta tal punto que la siguiente fue al velatorio, dos o tres años después.

Esta es, a grandes rasgos, la realidad de España. A lo mejor otros lectores podrían comentarnos la realidad de sus países, sería muy interesante.

Mediterráneo





Puedes estar trabajando 4 meses sin descansar un solo día.- Antonia

Hola a todos,

Me dispongo a escribiros por segunda vez porque las palabras de Salypimienta me han hecho pensar. Me gusta mucho cómo escribes cómo vas redactando las distintas circunstancias de tu vida yo no me veo capaz de escribir tanto como tú pero pienso poquito a poco ir poniendo mi grano de arena con mis vivencias.

Salypimienta, el título digamos me pareció un poco fuerte eso de “esclava de los hombres” pero claro vamos a dejarnos de finuras y vamos a ir a la práctica y a la realidad de cada día.

Cuando trabajas para ellos (y toda mi disculpa a ellos que ni pinchan ni cortan ni organizan, normalmente se lo dan hecho como a todos los demás), pero si a alguien le cuentas que trabajas los 7 días de la semana los 30 días del mes puedes estar trabajando 4 meses sin parar, bien porque una ha faltado u otra se ha ido al curso de retiro, la otra está enferma, etc. Total que cualquiera de fuera puede pensar que realmente, eres una esclava. Pero si dentro tú esto mismo lo dices que llevas 4 meses sin descansar y que no aguantas más, la contestación es muy distinta y pueden ser varias por ejemplo: bueno es que una madre muchas veces no puede descansar m( porque tenemos que ser madres) por atender a los hijos. O bueno es que hemos venido a ser santos o tenemos que ser heroicos y estar a lo que toca. Pero luego por desgracia te vas dando cuenta de que los domingos de las numerarias es un poquito más cómodo. Aunque tengan que estar oyendo la vida de todas pero ese no es mi problema.

En fin vas un domingo y una está leyendo el periódico, otra un libro… Una numeraria auxiliar yo, en 40 años, lo que he visto y he hecho un domingo es trabajar desde las 10 hasta las 4 como mínimo, luego en unos sitios se va a sacar la cena o no, depende. Cómo os bien os dije en mi carta anterior esto ha cambiado un poco y ya es gran descanso el no tener que volver a ir a por la noche a trabajar.

De lo que se llamaban los internados solo puedo aportar que mis hermanas estuvieron allí y realmente se trabajaba de la mañana a la noche, descansaban creo que de 4 a 6 pero para unas niñas de 14 y 15 años me parece una vida dura y exigente, aunque entonces hace 40 años no lo veía así y yo pensaba que les vendría muy bien un poco de exigencia y así espabilaban para el día de mañana. Qué confundida estaba. Lógicamente, desde hace mucho, lo veo de otra forma. Pobres niñas....

Cierto que de ahí salieron cientos y cientos de nax. Era algo increíble qué bien lo sabían hacer: llenas de trabajo y pitaban.

Hoy pienso que en esos internados nadie aguantaría ese ritmo.

Mis hermanas en cuanto se vieron agobiadas con el tema de la vocación se fueron, bueno te animan a irte si no pitas pues es mejor que esa habitación la ocupe otra que pueda pitar.

Por hoy os dejo.

Gracias Agustina por darme la oportunidad de escribir. 

Un abrazo a todos y cuidaros

Antonia




 

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