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CORRESPONDENCIA

Lunes, 06 de Mayo de 2019

¿Cuándo llega la paz?

Fui numerario por 9 años, hace dos meses me dieron la dispensa. No puedo decir que fueron los peores años de mi vida, pero sí estuvieron llenas de cansancio, estrés, soportar hipocresías y ser utilizado como una herramienta, no como un fin.

Es cierto que un numerario no tiene los mismos problemas que una persona de su edad, que no se preocupa por hacer que su sueldo dure, mantener una familia, que no haya ningún desperfecto en la casa, tener trabajo, porque todas esas cosas el Opus Dei se encarga de que sus hijos no se preocupen. Pero hay otras cosas que me tocaron soportar y que no tendría que soportarlo ninguno de mis amigos...

Hola!

Leyendo por aquí y por allá, me encuentro un delicioso texto de Pouis [¡El numerario travieso!.- Pouis, Publicado el Lunes, 09 julio 2018]. Y llegando al final... se me ocurre un comentario que no tiene que ver directamente con la correspondencia (a mí me pilló el cambio de "política" sobre este punto, y la verdad es que me sorprendió cuando el director de una convivencia, al dejarle una carta sobre la mesa, me dijo por primera vez que ya no había que dejarlas en dirección. Me desorientó un poco, pues "casualmente" nunca había recibido correos abiertos -llevaba pocos años en la obra-, y tampoco tenía nada que ocultar en lo que escribía...).

Pero voy al comentario de "confiar más que en mil notarios"... la confianza... las relaciones, como las de familia o la amistad, se fundamentan en la confianza. Sin ella nada se puede hacer... Personalmente, prefiero aceptar la traición que desconfiar de alguien QUE NO ME HA DADO RAZONES PARA ELLO. No fue eso lo que me ocurrió a mí, que en el cambio de una delegación a otra, fui percibiendo que estaba "bajo sospecha", sin haber cambiado nada en mí, ¡vaya! (lo que sí cambiaba de un centro a otro eran determinadas costumbres, pues parecía que lo que era criterio aquí no lo era allá y viceversa), y de poco me sirvió hablar llanamente. La conciencia tranquila, me dije: "un dire suspicaz no será el que vaya a dar al traste con mi vocación". Pero... ¿con cuantas otras sí que puede acabar? O, lo que es peor, ¿cuántas "vocaciones impostadas" puede llegar a provocar de esta manera? "Zape no nació mentiroso; se dio cuenta de que su padre partía de la premisa de que él siempre mentía, y fue así como aprendió a mentir."

Pobre Zape.

Con cariño,

JuanchoR

Hace unos años leía por aquí un post de una persona del entorno de la obra en el cual venía a decir que los escritos que leyó aquí rezumaban rencor e incluso odio, y que lo cristiano es perdonar, y añadía que rezaba por “esta gente”, y les deseaba lo mejor, etc. Desde luego, obtuvo diversas respuestas.

Hoy me venía a la cabeza este mensaje, y me gustaría añadir mi granito de arena, pues se trata de una idea que, con unos u otros tintes, reaparece de vez en cuando...

Querida Ana Azanza,

Estoy muy de acuerdo con esto que dices: ¿Que ahora mismo todo este lío se usa por los enemigos de la Iglesia? ¡No haberles dado munición!

Discrepo contigo en cambio de la valoración que haces de Benedicto16. Te recomiendo el discurso de Valentina Alazraki en la cumbre sobre abuso sexual en el Vaticano el pasado mes de febrero (ella empieza a hablar en castellano en el min 3:30). Sin pelos en la lengua, recrimina a todos los eclesiásticos presentes la actitud prevalente de ocultación y disimulo. No obstante, entre los "valientes" que ayudaron a destapar el escándalo cita precisamente al Papa emérito (min 19).

Saludos,

Daneel

En los pasados días he visto en la web varias intervenciones en las que salía a relucir el papa emérito Benedicto XVI, y creo recordar que en alguna de ellas se le reprochaba, al menos, cierta negligencia en el tremendo asunto de los abusos sexuales cometidos por clérigos. Pues bien, me parece que se trata de reproches injustos porque al buen papa Ratzinger, por así decirlo, le tocó bailar con la fea, tras una época y no culpo a nadie- en la que parece que el fenómeno no había sido tratado conforme a su gravedad y dimensiones. De hecho consta que desde bastante antes, como prefecto de la congregación competente en el tema, el cardenal Ratzinger ya tenía en su punto de mira a uno de los más notorios abusadores, M. Maciel, al que le ajustó las debidas cuentas una vez instalado en la Sede Apostólica.

Aquel asunto debió de costarle no pocos disgustos, y tengo la sospecha de que entre los motivos que luego lo llevaron a hacer “il gran rifiutto” estaba el de la perspectiva de bastantes casos similares más, que no se sentía con fuerzas para afrontar y sobre los que parece que dejó ciertas indicaciones a su sucesor.

Por cierto, el día en que anunció su dimisión ante el Sacro Colegio Cardenalicio, de puertas afuera sólo se percató de su decisión cierta periodista italiana que no había olvidado sus años de latín en el Liceo y entendió las palabras correspondientes del discurso del papa, como siempre en un latín excelente, como correspondía a un prelado alemán y catedrático de Teología.

Pepito

Parece que BXVI va a seguir dando mucho que hablar en esta web. Quisiera responder a la crítica de Cyrano y ElCidCampeador a mi escrito previo sobre BXVI. Recuerdo que fue Cyrano el que trajo aquí a colación este escrito por su paralelismo y concurrencia con el tema de OpusLibros: el Opus Dei y su consideración dentro de la iglesia y la sociedad...