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CORRESPONDENCIA

Viernes, 28 de Junio de 2019

Hola buenas noches,

Caí, por casualidad, visitando YouTube, en varios vídeos de opuslibros sobre el Opus Dei y por fin en vuestra web… y me he quedado estremecido, sobre todo de lo que me libré.

Ante todo quisiera daros a todos los que escribís aquí un mensaje de solidaridad y de cariño.

Me han emocionado mucho, en particular, los libros de María del Carmen Tapia, de María Angustias Moreno y de Carmen Charo; a todas ellas mis respetos.

Durante el curso 1970-71, estando estudiando en Bilbao ingeniería, fui presa de un estudiante del C.M. Abando que me hizo proselitismo todo el año escolar…; al final no logró que “pitara”. Luego sufrí una crisis religiosa y abandoné la práctica por muchos años.

Aún así, pensaba que eran los miembros del Opus, muy perseverantes, trabajadores e inteligentes y que, en el fondo, la Obra no era para mí.

Poco más tarde, ya en Madrid, fui presa de otra organización, en este caso política, el Partido Comunista; eran los años del tardofranquismo y de la transición; sólo fui simpatizante y votante, pero también me parecía una secta que no me iba del todo.

Y ya a finales de los 70, hice un curso de Filosofía esotérica en la organización Nueva Acrópolis, que me gustó mucho y con una profesora muy buena; el problema fue que después de dicho curso de 3 meses, dicha profesora me dijo que debería “seguir” dentro de la organización pero con una ceremonia de “iniciación” a una nueva vida de entrega (?); ya eso me pareció extraño y, afortunadamente, me di cuenta que se trataba de una secta, como tiempo después me enteré. Y no seguí.

Ya en Barcelona, ciudad donde vivo desde hace muchos años, a mi hija pequeña la llevamos a unas colonias de verano al colegio Canigó; lo pasó muy bien y estuvo muy bien atendida; posteriormente también la llevamos a otro centro una tarde a la semana, donde “rezaban mucho” y le enseñaban cosas de cocina, etc…; pero, ella misma nos pidió no volver, así que se libró de la captura.

Durante muchos años he sido admirador y lector de los hermanos Pániker (Raimon y Salvador); recuerdo haber asistido a la conferencia inaugural del centenario de Raimundo Pánikkar, hace año y medio aprox, en la que su sobrino Agustín trazó una semblanza magistral sobre él y decía una frase de Raimundo, “fui a la India como cristiano; volví hindú sintiéndome budista, pero sin dejar de ser cristiano”; sencillamente ecuménica .

Al final mi conclusión: una secta es una organización en la que es muy fácil entrar pero muy difícil salir, y además el tratamiento con sus miembros es de fanatismo, es el caso del Opus Dei ; en esta organización se idolatra al Fundador, ya en vida, y se consigue hacerlo “santo”, sin merecerlo. Escrivá es un megalómano, soberbio hasta el infinito y fanático donde los haya.

Lamentable el papelón de Javier Echevarría con María del Carmen Tapia.

Para terminar, sólo quiero hacer constar que celebro mucho no haber “pitado” el año 1970, que mi hija no lo hubiera hecho hace quince años y quisiera enviar un saludo muy afectuoso a todas las personas que sufren la tortura de la esclavitud opusina.

Os felicito a los responsables de Opuslibros por la labor de difusión y caridad para con los que sufren en la Obra.

Cordialmente,

Juan bcn

Mi testamento.

Yo también hice mi testamento, en condiciones muy similares a las que relata Johannes, poco antes de hacer la Fidelidad. Se trataba de un testamento ológrafo, que entreguė al director sin preguntar nada más. Recuerdo que había algunas claúsulas relativas a las acciones de empresas que controlaban obras corporativas. Fue entonces cuando me enteré de que era titular de acciones del Colegio mayor Moncloa.... Algunos de los testigos dejaron la Obra antes que yo. En resumen, dejaba todo al Opus Dei, por persona ce instituciones interpuestas.

Cuando me largué del Opus solicité que me devolvieran el testamento. Me dijeron que automáticamente sería destruido, que me fiase de ellos. Eso es inmoral, ilegal... ¡y el que me lo transmitió y llevaba "mi caso" era juez en activo y debía saber de todo esto! Como yo quería cerrar ese capítulo de mi vida cuanto antes, asentí y me olvidé del asunto. Mal, muy mal hecho. Que aprendan los que me lean.

Hace unos meses me decidí a hacer mi testamento, ( voy cumpliendo años) y solicité copia del que hice a favor del Opus, ya que sospechaba que no lo habrían destruido y también me interesaba por curiosidad: os lo hubiera transcrito en Opuslibros.

La respuesta fué que ese testamento jamás había entrado en el Registro de últimas voluntades. Supongo que al ser ológrafo, a mano y validado por dos testigos, no necesita ser entregado en el registro. Lo cual implicaría que si yo muero sin hacer otro testamento, si aún lo retienen, el Opus podría exhibir ese testamento y quedarse con todas mis riquezas (jua). ¿Alguien puede aclararme este embrollo, típica chapuza opusiana?

¡Ah! De cuando fui miembro de un consejo local creo recordar que sí había instrucciones detalladas para hacer testamento en sus distintas variedades. ¿Cómo no, si hasta había instrucciones detalladas sobre cómo encender las velas del altar?

Pez

Hoy desearía hablar abiertamente sobre un tema que he visto que se repite con cierta asiduidad tanto en los testimonios de algunos contertulios de esta web como en otros medios de comunicación. Se trata de la “relegación”. Me explico. A veces se habla de numerarios que en su momento tuvieron nombre o renombre dentro o fuera de la obra, y que luego fueron “relegados” o “desahuciados” por la misma. “Llegó a ser tal y cual para acabar como mero capellán de un colegio, limpiando mocos”, por ejemplo.

No pongo en duda ninguno de esos testimonios. Sin embargo, a mí personalmente hay cosas que me chirrían un poco. Explicaré cuáles y por qué...

Hace unos días vi una serie en televisión que me pareció extraordinaria en todos los sentidos, y leyendo estos días a Ramana y Zartan me recordó el tema central de la serie: “Chernobyl”. “¿Cuál es el precio de la mentira?” así empieza y termina esta serie de 5 capítulos.

La serie está centrada obviamente en la central nuclear, puedo decir que he aprendido algo de su funcionamiento y de la fisión nuclear, pero lo esencial se centra en el ocultamiento y en las mentiras. La historia de Chernóbil es una historia de mentiras. La URSS ocultó en todo momento la realidad y la verdadera magnitud de la tragedia. La política soviética consistió en evitar que nadie supiera lo que allí había ocurrido, esconder la verdad y sus gravísimas consecuencias. Pero la verdad es eterna, y tarde o temprano sale a la luz.

Me impresionó mucho ver como hubo hombres y mujeres que fueron sacrificados por el mayor bien del Régimen y de la Madre Patria, pero…

“La verdad siempre está ahí, la veamos o no, la elijamos o no. A la verdad no le importa lo que necesitamos, no le importan los gobiernos, ni las ideologías ni las religiones. Nos esperará eternamente y este, al menos, es el regalo de Chernóbil. Antes temía el precio de la verdad, ahora solo me pregunto: ¿Cuál es el precio de la mentira?” El precio, probablemente, todavía lo estemos pagando“ (Valeri legasov)

“Si mientes eres parte de un sistema y si estás de acuerdo con las mentiras que te cuenta el gobierno, sus líderes, o tus amigos por Facebook hay un coste: el precio de la verdad. Es difícil por ejemplo aceptar que el clima está cambiando y amenazando nuestra existencia; es mucho más fácil decir que no parece así hoy en día. Bueno, se puede hacer eso durante cierto tiempo, pero eventualmente la verdad es inexorable; no podemos escondernos de ella. Chernobyl para mí es una historia sobre lo que pasa cuando la gente pone las mentiras por encima de la verdad” (Craig Mazin)

"Convirtieron la mentira en un arte", explicó Mazin en una entrevista. "Se mentían entre ellos, mentían a la gente que estaba por encima y mentían a la gente que estaba por debajo, y lo hacían con intención de sobrevivir. Al final, era lo que se esperaba y la verdad resultaba degradada".

“Cada mentira es una deuda con la verdad”

Las reflexiones entrecomilladas son sacadas de la serie y del director de la serie, son copiadas para no alterar ni cambiar las palabras.

Neo.

Acabo de ver una película que me ha recordado lo que es una personalidad con rasgos histriónicos, los médicos hacen este diagnóstico en la película de terror, y carga dramática en la que se enjuicia la responsabilidad de estos enfermos. 

La historia es verídica, se llevó al cine hace muchos años, se llama "Pequeños sacrificios". El tema es sobre una madre que va en coche con sus tres hijos pequeños, asaltada en la carretera por unos desconocidos que les disparan a bocajarro, uno de los hijos fallece, otro se queda paralítico y la niña sufre un shock que le impide hablar.

No quiero hacer spoiler por si queréis verla, está en youtube, voy a centrarme en la persona con la cual viví varios años y me dio la oportunidad de conocerla bien, una personalidad de rasgos histriónicos (dentro de un abanico) y el daño que hacen si no se actúa en consecuencia. 

Directora de un ctr Opus Dei, Madrid, aspecto risueño al que acompañan unos bonitos ojos azules, su manera de vestir llamativa, no pasaba inadvertida para nadie. Simpática y abierta, pero igual de "NARCISISTA", el centro de todas las conversaciones, sus historias, que repetía una y mil veces, puesto que es la directora, son teatrales, muy teatrales, actúa. Todo gira en torno a ella, sus enfermedades las peores, - aunque otras pasemos por lo mismo- da la razón a todo el mundo mientras no se le haga sombra, le importa mucho conservar su imagen hasta este extremo que, cómo digo, la veo retratada en la peli.

Una agregada del ctr estaba ingresada en un centro hospitalario desde hacía meses y esperábamos su fallecimiento de un día para otro, haciendo turnos. Esa noche, alrededor de las 3 de la madrugada sonó el teléfono, lo cogió y como lo oí, bajé a preguntar y me dijo qué acaba de fallecer. Enseguida me vestí con un profundo dolor y nos fuimos en mi coche hacía el hospital. Cuál fue mi sorpresa cuando saca una barra de labios rojo y se los pinta con total tranquilidad - no olvidar dato, 3 de la madrugada-, la miro con cara de asombro y me dice que no puede ir sin pintarlos (ella lo cuida mucho y siempre rojo). Vamos a prestar los últimos auxilios a una recién fallecida, su familia acude rota de dolor, una situación triste, dramática, ellos la quieren de verdad pero ella actúa conforme a su imagen, no le importa nada el dolor de los demás. Esto es la punta del iceberg de su personalidad histriónica, solo cuento algunos detalles. 

En la película exactamente sale una escena muy, muy parecida (las causas muy distintas, pero dramáticas).

Durante varios años llevó mi charla, siempre dándome la razón en lo que le comentaba sobre aspectos de la Obra que podían mejorar pero sin mover un dedo. Con su carita de ángel y su corazón de piedra, en este caso vi su cara de piedra, que me decía sin ningún preámbulo, ¿¿empujada por quién??: "No te vamos a dar ningún encargo, no nos sirves para nada".

Cómo era la hora de cenar se marchó al comedor tan tranquila para contarnos lo que le gusta Galicia...

Cómo puede ser que después de tantos años en la Obra, tantas horas de oración, tantos retiros, etc etc., se den estos comportamientos espantosos como ocurre en la película (hecho real).

Las personas con estos rasgos actúan así pero no las absuelven de su culpabilidad: SON CULPABLES e igual responsabilidad para todos los director@s que lo saben, es más es "inscrita", no ponen ningún remedio, se convierten en cómplices, son CULPABLES.

Seguro que est@s mismos ven la película y se quedan horrorizados, pero se tranquilizan enseguida, a ell@s no les pasan estas cosas viven en su mundo feliz.

Nancy

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