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CORRESPONDENCIA

Miércoles, 10 de Julio de 2019

Muchas gracias, Agustina, por tu buen hacer al frente de Opuslibros, que tanto bien hace a muchas personas. Me gustaría introducir varios temas o interrogantes, por si alguno de los lectores de OL puede ilustrarnos.

1) Conozco varios numerarios de España que se han jubilado y todos ellos colaboran en el “Banco de alimentos”. Al leer una web sobre los miembros del Opus Dei más influyentes me encuentro que muchos están vinculados al Banco de alimentos. La FESBAL se presenta como una ONG aconfesional (¿?) y apolítica nacida en 1996. ¿Guarda relación la FESBAL con el OD?

2) El papa Francisco habla muchas veces del fundamentalismo interno al catolicismo, pero nunca lo identifica con ningún grupo concreto ¿Algún periodista se atreverá a preguntárselo? ¿Será valiente el Papa para identificarlos nominalmente? ¿y si lo hace, qué pasará?

3) Agradezco a l@s numerari@s que desde hace unos años pasen tiempo y temporadas en casa de sus padres o hermanos, para visitarlos o acompañarlos. Si, por mentalidad laical, colaboran económicamente cuando están de tránsito, en convivencias o de retiro en otras casas del OD que no son la propia, entonces ¿por qué no cuando están en casas de sus familiares de sangre?

4) Mi agradecimiento para Stoner. Durante el 2017 aprendimos de tus escritos. No sabemos nada de ti y quizás nunca más sepamos. Gracias por tu valentía y lucidez, allá donde estés te mando saludo y oraciones.

5) Mi pésame por la numeraria fallecida en Costa de Marfil. Por pudor y respeto hacia su muerte me resisto a escribir temas colaterales. Me apena también el uso partidista de su muerte: “Las últimas 17 horas de ‘santa Teresa’ en Costa de Marfil”, titulaba un artículo desnortado de El Mundo (4-7-2019), escrito por Álvaro Sánchez León, autor también de una biografía sobre el prelado Echevarría.

Me gustaría invitar a reflexionar sobre el cuidado de los menores en el opus. En ese viaje a África viajaban menores de edad a cargo de adultas, me parece: no basta la buena fe de todas (que presupongo) en ese viaje “solidario”, sino que también se necesita la profesionalidad (que desconozco).

Me gustaría saber si quienes atienden a menores de edad en los centros y clubes del opus:

 -deben realizar y realizan cursos especiales para ello (de monitor de tiempo libre u otros exigibles por la Administración);

-si deben aportar antecedentes penales (creo que se exige a quienes están al cuidado de menores: en grupos scouts o en actividades parroquiales);

-cómo se justifica (a mí me parece injustificable) que la misma persona sea profesor de colegio o tenga cargos de gestión en el colegio + residente de un club al que acuden sus alumnos + interviniente de actividades externas organizadas por el club: o sea, la misma persona evalúa sus conocimientos en clase, les invita a una meditación y les acompaña de excursión: ¡algo falla! Y la Administración pública educativa, los padres y las asociaciones de profesores todos miran para otro lado;

-qué edades (¿21 ó 24 años, quizás?) y experiencia contrastada (¿son “profesionales” de ONGs?) tienen l@s responsables de esas actividades, especialmente si viajan al extranjero con menores de edad y van a países inseguros

-si los padres de los menores han dado su consentimiento por escrito (seguro que sí, porque si no se armaría una muy gorda) y en qué términos:

-si la Administración inspecciona centros y clubes del OD y sus actividades para garantizar el cumplimiento de la normativa correspondiente, el buen estado de instalaciones y si las actividades se pueden realizar según normativa;

-si se relacionan l@s organizadores de actividades de centros y clubes con ONGs, parroquias de origen y de destino, grupos ecuménicos o interculturales, participando de actividades preparatorias, de acompañamiento  y evaluatorias a posteriori, con Memorias que sean públicas y sirvan de conocimiento de futuros usuarios?

Todo lo que ayude a una mayor transparencia es mejor para todos, también para el Opus Dei.

Picoteando

El Opus Dei o la especulación urbanística: ¿por qué no se salvó 'La Pagoda' de Fisac del derribo?

Irregularidades en la votación de la licencia de demolición de la torre de los laboratorios Jorba y la teoría de conspiración del propio arquitecto Miguel Fisac rodean de misterio la demolición de uno de los edificios más emblemáticos de Madrid, hace este mes 20 años

MARÍA BUEY

9 JUL 2019 - 11:52 CEST

En este mes de julio se cumplen 20 años de la pérdida de la torre de los laboratorios JORBA, obra del arquitecto Miguel Fisac, construida en 1965. Un ejemplo de la trágica demolición de edificios que tiene lugar en nuestro país, y en concreto, el de uno de los más especiales de la arquitectura moderna española, que además está envuelta en una delirante historia de poder. En un momento tan sensible a las reflexiones sobre la conservación del patrimonio arquitectónico al hilo del incendio de la catedral de Notre Dame, esta situación se presenta como el escenario opuesto, donde el Ayuntamiento no supo reconocer su incalculable valor y permitió su desaparición. Una realidad que nos lleva a plantearnos la siguiente pregunta: ¿es solo una cuestión de antigüedad lo que aporta legitimidad al patrimonio a proteger?

Artículo completo en El País

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