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CORRESPONDENCIA
Miércoles, 07 de Agosto de 2019
El Opus Dei, una triste secta como todas las demás.- Carocha
Todas las sectas, Incluyendo el Opus Dei, se parecen en lo esencial, y en lo circunstancial, con pequeñísimos ajustes de detalle: en el caso del Opus Dei, su fortuna colosal detenida por interpuestas instituciones satélites, facilísimamente identificables,, y el parasitismo consentido por la Iglesia
Cult Witness (Cult Documentary) - Real Stories
Un Verano felicísimo y reparador para todos!
Carocha
Aprovechemos cuando nos ven como a gente normal... -JuanchoR
Buenas tardes veraniegas.
Un apunte. En los últimos meses he oído como tres veces en tres respectivas charlas una idea que mueve a hilaridad, si no fuera por venir de quien viene. Fue en una reunión que el vocal de sr de la región la soltó en una charla dirigida a los directores, y que... vaya, hombre, a algunos les ha hecho gracia y aprovechan la oportunidad para soltarla en los medios de formación.
Como no hay cosas de las que hablar, o como no hay asuntos sobre los que sugerir ideas novedosas fruto de la experiencia que puedan servir a otros, el gachó va y suelta, refiriéndose a proselitismo:
"Cuando conocemos a alguien, hay como tres etapas. La primera, en la que esa persona piensa que somos gente rara. La segunda, en la que profundiza en el conocimiento y entonces nos ve como alguien más o menos normal y atractivo. Por último, cuando nos conocen aún mejor, nos ve como gente rarísima. "Pues bien, hemos de aprovechar esa segunda etapa para acercar la gente a Dios".
Después de ocurrencias magistrales como esta, es posible que ese vocal pueda cerrar ya su libro de frases célebres por pronunciar.
Puede que algún lector esté de acuerdo con esa descripción, por haberlo visto en sí o en otros. Y, en cualquier caso, muchos podrán decir que vaya tontería y que es una "opusada" más entre miles.
Pero a mí me ha dado el capricho y no quiero dejar de dedicarle unas líneas.
1. Raros, lo que se dice raros, pues sí, lo de la vocación de numerario es algo raro. Estamos de acuerdo con la primera premisa.
2. Si me conocen mejor, sí, empezarán a darse cuenta de que soy un "tipo normal"... metido en una rara carcasa. Hasta ahí no lo niego.
3. Si me conocen mejor aún... en el trato personal, se darán cuenta de que esa rara carcasa tiene algún sentido, y se podrán explicar por qué un tipo más o menos normal está ahí metido.
Un poco de por favor... si SJM levantara la cabeza... él pensaba que éramos gente normal desde el principio, cosa que no es así. Al igual que tampoco es normal que unas señoras se encierren entre muros y se dediquen a la vida contemplativa. Aunque tiene su sentido. Pero si esto último ha pasado al acerbo de la cultura general y ya no se ve como algo raro (quizá peculiar), no ha pasado lo mismo con la vocación de numerario, que aunque vive para muchas cosas como si fuera un monje o un cura, lo hace sin votos... ¡y esto sí que resulta raaaaaaaro para muchos!
Eso sí, si uno sabe sobrellevarlo por una razón superior, cuando tus amigos te conocen bien, le encontrarán sentido... y si te dan por raro, es que no has profundizado bien en la amistad o no has sabido explicar o, sobre todo, mostrar, en qué consiste tu vocación.
Y lo peor de todo es la idea de "aprovecha que no te conocen demasiado para acercarlos a la obra". Ya lo tenéis muchos en la cabeza: engaño, instrumentalización de una amistad incipiente o superficial que de momento no pasa de mero colegueo... y no vayas más allá, que si te conocen de verdad...
Entonces, eso, aprovechemos que no nos ven como raros para meterles en un lío en el que ellos mismos se convertirán en gente rara que tendrá que aprovechar el momento en que no les perciban como tales para seguir la labor de crear gente rara a su imagen y semejanza...
Yo tengo muy claro que lo mío es el apostolado de AMISTAD y CONFIDENCIA (esto pertenece a la tercera etapa... ¿qué nos están pidiendo ahora, apostolado de colegueo y oportunidad?)
Y, lo más importante, apostolado de "contagio", es decir: la amistad no está en función de que una persona se acerque a Dios o no, sino de que es un amigo. Y punto. Y si se acerca a Dios, no será gracias a ti, sino a Él. Pero esto exige todo lo que implica ser amigos de VERDAD. Y eso no es fácil... Hay estudios sociológicos sobre el tema de la amistad, y parece ser que la conclusión es que... amigos, lo que se dice amigos de verdad, poca gente los tiene. Yo, no por mis méritos sino por la virtud que tienen mis amigos de aguantarme, sé que puedo contarme entre esos agraciados poco comunes. Si a esto se le puede llamar rareza, entonces sí, en este sentido también soy raro. No esperaré a que me vean como un "tipo normal" para comerle el coco a nadie.
Con cariño,
JuanchoR
Correos
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