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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 08 de Abril de 2019



Investigación periodística.- Albert

Hola.

Soy periodista. Mi nombre es Robert. Busco personas que hayan sufrido o conozcan el caso de los créditos del Opus Dei. Créditos concedidos a chicos y chicas, muchas veces sin comunicarlo a los padres, y que tendrían que servir para la manutención en los colegios mayores o centros.

Se trata de créditos que pueden suponer un problema para los chicos y chicas si quieren dejar el Opus Dei. Es una investigación periodística rigurosa, sin horizonte temporal ni prisas. Dejo un correo electrónico para que la gente que quiera reportar información pueda hacerlo. Discreción máxima si así se exige.

robertspmng@gmail.com

Muchas gracias,

Albert





Newman, Escrivá y Oxford.- Pepito

He estado releyendo la Apologia de mi admirado J. H. Newman, ya beato de la Iglesia Católica (¡qué menos!). El converso por excelencia y a la postre cardenal la escribió como respuesta al insidioso ataque de un anglicano (olvidemos su nombre) que, con el odio contra Roma que en esa iglesia se predica y se mama ya en la infancia, acusaba a los clérigos católicos de doblez y disimulo, de ocultación e hipocresía en sus convicciones; en suma, de autores y practicantes de la falsedad, tan contraria al  fair play supuestamente característico de los caballeros británicos.  Además, el autor del libelo se permitía presentar al propio Newman como ejemplo de tales vicios, antes y después de la eneida espiritual que lo trajo a la fe católica. Él reaccionó de manera contundente, más que en propia defensa, en la de sus hermanos sacerdotes tan injustamente calumniados y ofendidos, y en la obra citada dejó meridianamente clara la honradez y lealtad con la que había procedido mientras era miembro de la llamada Iglesia de Inglaterra.

Acabada mi lectura, me pregunté si, al cabo de un siglo de aquel episodio, el Opus Dei, al instalarse en Inglaterra, se encontró con similares obstáculos, habida cuenta de su peculiar “discreción” y de todas las ramificaciones de la misma, aunque para entonces cupiera suponer que la fanática suspicacia de la generalidad de los anglicanos ya no los moviera a ver en cada católico un “Vatican spy” o un seguidor de Guy Fawkes. Sé, aunque sin mayores detalles, del polémico episodio de la gran iniciativa que Escrivá había concebido para instalarse a lo grande en la Universidad de Oxford  -donde tanto trabajó y sufrió nuestro querido Newman-; iniciativa a la postre, según creo fracasada. Pero al fin he podido responderme a mi pregunta, por lo que agradeceré a quien las tenga informaciones al respecto.

Pepito




 

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