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CORRESPONDENCIA
Lunes, 22 de Octubre de 2018
Abogado de causas perdidas.- Zartan
Mi madre decía que yo tenía vocación de abogado de causas perdidas, tenía razón. Cuando era niño, en las películas, los indios siempre eran los malos, muy malos y siempre perdían. Eran malos y tontos. Los blancos eran siempre los buenos y, además, con un revolver de seis balas, conseguían matar a cientos de indios sin que sus cananas se quedaran sin munición y sin tener que recargar sus armas. Y yo estaba casi siempre deseando que una vez, al menos una miserable vez, ganaran los sioux o los comanches. Ahora, la tortilla dio la vuelta, y los indios son siempre buenos y los colonos con la caballería los pérfidos, arteros y abusones.
Pues, ha pasado el tiempo y parece que no tengo remedio.
En las últimas intervenciones en OpusLibros hemos visto lo malo malo que es el montaje que nos ocupa, el daño que hace y lo irremediable de su situación. Ahora con su nuevo George A. Custer, parece inevitable que se dirija a su particular Little Bighorn y que les van a dar boinazos hasta en el paladar, como le ocurrió al Séptimo de caballería. O eso al menos nos dicen los futurólogos no sin un cierto regodeo y satisfacción (tripudio que diría Aquilina).
Otros intervienen en esta página sugiriendo a Custer y su círculo cercano, posibles cambios para mejora y mas ornato del Séptimo. También los hay que intentan avisar, a quien tenga la idea de firmar su enganche con la Caballería, que mejor tenga cuidadito, que andan sueltos muchos cheyenes y arapajoes dispuestos a quedarse con tus botas y tu caballo a la primera de cambio. Tus botas y, si es posible, las de toda tu familia y, me temo, que no solo los arapajoes sino también el mismísimo Séptimo.
Pues en este momento, no es mi interés principal ninguna de la opciones anteriores. Ya pasé mi periodo en el que, para mi, OpusLibros fue un auténtico tratamiento terapéutico, me ayudó enormemente a asumir mi pasado, a no sentirme raro como perro verde, a darme cuenta que mi naufragio fue una gran suerte.
¿Quiero que cambie el Séptimo? En realidad el Séptimo ni me va ni me viene, aunque agradecería que no dejasen tan aplastados a cuanto sioux o lakota se les pone a tiro, vamos que se portasen un pelín mejor, que antes o después el nudo llega al peine y pueden armar un jaleo bastante gordo si no ponen remedio ya a alguna de sus barbaridades, que nos pueden salpicar a todos.
Pero volvamos a lo que estaba, que me parece bien resaltar todo lo negativo pero, de vez en cuando y con fines terapéuticos, es bueno que pensemos si algo positivo nos quedó del paso por esas Termópilas. En mi caso veo como positivo el que ahora no me apunto a nada, pero nada de nada. ¿Quiere usted formar parte, sin compromiso alguno, del grupo OAPS (observadores anónimos de puestas de sol)? Pues mire, va a ser que no. ¿Y a un sorteo de magno jamón avec chorreras? Pues mi’usted que tampoco. Eso es positivo y se lo tengo que agradecer al Séptimo. Algo positivo tiene que habernos quedado y es bueno que cada uno busque lo suyo, eso ayuda a evitar rencores y amarguras, que solo hacen daño a quien los tiene. Fuera de bromas, si yo no me hubiera inscrito al Séptimo tal vez no hubiese tratado tanto tipo diverso de personas, tal vez no hubiera salido de mi comarca mientras que, con el Séptimo, me cambié de ciudad más que un gitano con cabra y trompeta. Tal vez o tal vez no.
Lógicamente, una vez que hayamos encontrado ese algo o esos algos positivos, seguiremos viendo las cosas negativas, pero tendremos el contrapunto. Ese es mi consejo, a quien le guste que lo siga y el resto… tan amigos como siempre.
Por cierto, la batalla de Little Bighorn terminó un 26 de junio. Cosas divertidas que tiene la historia.
Desde mi selva, un abrazo.
Zartán
De lo que aún me queda de mi opusdeísmo de antaño.- IgnacioRicardo
Importante: Relación familiar con María y José; acercamiento ocasional a Jesús en el Sagrario, cuando está más solo; amistad con mi ángel acompañante; visión sobrenatural, jaculatorias a mi propio estilo -mayormente, la de Pedro (español y latín): ¡Domine tu omnia nosti, tu scis qui amo te!; el Padre Nuestro y el Ave Maria (latín y español); interjecciones altisonantes -derivadas del mal gusto del Chema ("apostolado de la mala lengua") sin ton ni son, sólo para mis adentros y mi estira y afloja con la visión sobrenatural y mis debilidades humanas; el minuto heroico y el agua fría, ambos muy de vez en vez.
No tan importante (para mí): "normas, silencio mayor y menor, correcciones fraternas, plan de vida: "siempre" estudio, trabajo, orden, alegría y apostolado = ¡nada, cero en cuanto imposturas!. En cambio, tengo mis normas con gran apertura, estudio y leo, trabajo con ganas, tengo un desorden "ordenado", e intento tener un buen equilibrio emocional.
Y, por encima de lo importante y de nuestra Religión, tengo grandes inquietudes, incertidumbres, hipótesis, credulidades, ocurrencias, expectativas, en parte derivadas de mi paso por el opusdeísmo: desde la existencia o no de mi Dios y todo Misterio hasta la creatura Luzbel y aliados y el Infierno... Termino por quedarme tan sólo con el Cielo, con que Ahí llegaremos a estar Todos -ellos y nosotros-, y todo nos será Explicado, especialmente a opusdeístas pasajeros; y nuestra Creatividad será infinita... ¡Ah! y ofrezco muchas oportunidades, contrariedades de la jornada, detalles y mortificaciones -P. ej., los numerosos domingos y días de fiesta, ofrezco el no disfrutar algo extraordinario de comer y beber, la atención y servicio por mis hermanas (siempre, no sólo fiestas), sobremesa con golosinas, puro y cognac, incluso el Viernes en que muere Jesús, pero celebramos la Virgen de Dolores-; en fin, no requiero ya tales subterfugios, como nutritiva y sanamente, los extraordinarios son circunstanciales, bendigo ocasionalmente todo alimento, en mi interior y con casi la fórmula opusdeísta, tomo muy poco, casi no fumo y mi vida familiar es más pobre, materialmente, que lo que viví como opusdeísta.
Ignacio Ricardo
No era cierto lo que pensábamos sobre Romero.- Agustina
Opus Dei: “No era cierto lo que pensábamos sobre Romero”
El Opus Dei reconoce que la canonización de monseñor Romero ha permitido “descubrir” al verdadero personaje, no a aquel que la extrema derecha etiquetó durante su conflictivo arzobispado. Tres miembros de la congregación, una de las más conservadoras de la Iglesia, confiesan que había “ideas preconcebidas” sobre el arzobispo mártir y redescubrirlo es una "conversión". Sobre Fernando Sáenz Lacalle, el sacerdote del Opus Dei que más poder tuvo en la curia, uno de los voceros dice que “quizá debió haber hablado más” para defender a Romero.
Entrevista completa en El Faro
Una trampa para ocultar y manipular los abusos de mi hijo.- Aloevera
"La Iglesia nos tendió una trampa para ocultar y manipular los abusos a mi hijo"
Las víctimas —y sus familiares— de pederastia en los Maristas y el Opus Dei están indignadas por el anuncio de una comisión dirigida por quienes ocultaron casos como los suyos
Artículo completo en El Confidencial
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