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CORRESPONDENCIA
Miércoles, 14 de Noviembre de 2018
El tiempo urge y temo por su vida.- María Luján
Estimados: quisiera saber si en la Capital Federal, Argentina, puedo recurrir a un asesoramiento jurídico para poder ayudar una amiga que tiene 79 años e integra el Opus Dei desde los 17 años.
Desde los 17 años, ha entregado su salario hasta que se jubiló. No tiene familia. Las relaciones con la institución se complicaron por diferencias de criterio sobre el dinero que necesitaba para vivir. Su salud mental comenzó a deteriorarse y la obra no le proporcionó un tratamiento psiquiátrico adecuado. Hoy tiene 79 años. En medio de su crisis vendió su departamento y puso dinero en una caja de seguridad comprando otro más pequeño, todo esto con el acompañamiento del Opus Dei. Tuvo una crisis psiquiátrica en abril. La internaron de manera involuntaria y tuvo una Defensora Legal pero luego le hicieron firmar que estaba allí en forma voluntaria diciéndole que saldría más rápido su traslado a una casa de medio camino.
La llevaron engañada a una Residencia de Adultos Mayores, diciéndole que podría salir libremente. Una vez que firmó el ingreso voluntario le informaron que por 15 días no recibiría visitas. Le cambiaron la medicación psiquiátrica. Esto sucedió el 2 de agosto de 2018. A los dos días me presenté diciendo que si ella quería, tenía alojamiento en mi casa ya que somos amigas de hace 25 años. Ella quiso irse conmigo y la gente del Opus Dei se lo prohibió. Hice denuncia en la policía por privación ilegitima de la libertad. Se hicieron procedimientos pero desestimaron mi denuncia. Tengo prohibido verla o comunicarme. Me llamó por teléfono a escondidas un día y me dijo que se quería ir, que lloraba todo el día y no salía de su cuarto. Recibí un audio de ella cuya voz es irreconocible. Recurrí a varios organismos y nadie me ayuda. Quise presentar un amparo para verla, o un abogado y solicitar que un psiquiatra de mi confianza la vea. Nadie me ayuda y en más de una oportunidad me dijeron con el Opus Dei no te metas. Hago responsable de la salud y la vida de mi amiga a todas las personas que están interviniendo en esta internación.
El tiempo urge y temo por su vida. Su voz indica altísima medicación y deterioro mental. Encuéntrenme un abogado por favor.
María Luján
Correos
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