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CORRESPONDENCIA

Miércoles, 13 de Junio de 2018

Risto, Pilar Urbano y el descarte

Pinsapo, 13/06/2018

El pasado 10 de junio en el programa de televisión “Chester” dirigido por el popular Risto Mejide, entrevistó a la numeraria Pilar Urbano sobre uno de sus libros, quien propició por una alusión a su antiguo colegio, que Risto le soltara: “en Viaró me hicieron polvo, a nivel humano me destrozaron.” Cuenta que en la adolescencia estaba sin amigos y con problemas familiares, necesitado de cariño. En esa situación se le acercan varios amigos, todos de la obra, con los que empieza a ir a retiros y círculos, y con 16 años a un viaje a Roma tras el cual comunica a sus padres que quiere ser numerario, pidiendo incluso ya autorización para irse a vivir a un centro…

El año 2000 fue rico en sucesos. Acababa segundo de bachiller, tenía por delante la selectividad y la elección de carrera; la mayoría de edad. Me propusieron ir al UNIV. La primera reacción, ante una ruinosa situación económica en casa, fue denegar la oferta, aunque me hacía una lógica ilusión, tanto por conocer Roma, como por ver a Juan Pablo II.

Don J.P. me había trazado un ilusionante esbozo de la convivencia, y no solo me había puesto los dientes largos, sino que me había conseguido una jugosa “beca”, en la que un desconocido benefactor me abonaba dos tercios del importe. Reuní el resto como pude, y allá que fui, de nuevo de la mano de E.M...

He leído con interés los artículos de Antonio Moya “Opus Dei: comentario crítico a un carta”, que en general me parecen equilibrados y nada sectarios. De su lectura he sacado, más que una conclusión, una gran pregunta: ¿Cómo y por qué a Escrivá, a tales alturas de su vida y de su obra (¡y ojo a las fechas!), se le metió en la cabeza aquella idea que convirtió en la famosa “intención especial”, por la que puso de rodillas a todos sus hijos e hijas a rezar, cuando sobraban mejores causas por las que hacerlo en la Iglesia de Dios? Al final, parece que de todos aquellos líos que montó han quedado claras dos cosas: 1) Que quería ponerse a resguardo de ciertos controles eclesiásticos de los que desconfiaba y no poco. 2) Que entendía que su personal carisma, para él excepcional y de origen directamente divino (Madrid, entre Chamberí y Cuatro Caminos), quedaba desdibujado en la copiosa y devota grey en que pronto se convirtieron los Institutos Seculares, de los cuales su Opus Dei había sido el primero y el prototipo (y bastante lata le dio a Pío XII para conseguirlo). Pero a él, mirando desde su habitual altura de miras (desde donde, no hacia donde), esa copiosa grey, pronto se le ocurrió lo de “¡Nosotros no somos de esos! ¡Lo nuestro es especial!”; y lo de “¡Nosotros no somos religiosos!”, como si lo de ser o parecer “religioso” fuera algo así como ser o parecer pederasta.

Y así empezó a marear al papa y a la curia romana con el estatuto especial que pretendía: el suyo, muy suyo y solamente suyo. Pablo VI, que bastante tenía por entonces con la revuelta de los jesuitas, no le hizo caso. Luego vino el benéfico y cordial Woytila, poco interesado por el Derecho Canónico (prueba de su buen gusto), que, al parecer, no anduvo lejos de conceder a los hijos de Escrivá su aspiración soñada: la praelatura cum proprio populo, que hubiera sustraído a la estructura jerárquica de la Iglesia un rebaño de unos cuantos miles de fieles, para ponerlos a las órdenes de “el hombre de Villa Tevere” que estuviera de turno. Menos mal que entonces intervinieron gentes sabias y sensatas, como el venerable Ratzinger, que cerraron el paso al cum proprio populo y a la idea de incluir en el CIC esos chiringuitos de las prelaturas personales en la estructura jerárquica de la Iglesia.

En fin, parece que “los hijos del Padre” se han quedado con la mitad de lo que pretendían. Esperemos que se les reproduzcan los pruritos de singularidad que a él lo llevaron a montar el tortuoso “itinerario jurídico del Opus Dei”, que diría don Amadeo de Fuenmayor (q. e. p. d.), que por lo demás era un tipo muy simpático.

Pepito

Nadie vivía en el club, salvo los fines de semana cuando “desembarcaban” desde Pamplona. El oratorio pequeño, pero muy digno. Los sábados se ponían flores frescas. El “encargado de turno” se acercaba a la floristería a recoger unas flores (no muchas). Un día el numerario en cuestión volvió desencajado “No nos dan flores hasta que paguemos lo que debemos”. Como no había recursos “inmediatos” la solución fue sencilla, el director dio una orden:

¡Bajad a los jardines y cortad flores! Pero que sean rosas, no traigáis de otro tipo.

Como ladrones al acecho, rapiñamos las que pudimos, pasando vergüenza por hacer lo que no debíamos. Este fue el primer “conflicto” con mis padres por culpa de la Obra. Me tuvieron que repetir varias veces:

¡Eso no se hace!

Solo sucedió una vez el ir a cortar flores a la plaza. Cuando comenté mi malestar con el cura y con mi director me dijeron ambos que eso no era robar y que no había que prestar tanta atención a esos pequeños detalles.

¿¿No habíamos quedado en que lo importante eran los pequeños detalles?? Pero una cosa es predicar y otra dar ejemplo .

Pouis

Estamos en los setenta y los “chicos” del CM Aralar, de Pamplona eran unos auténticos lideres del proselitismo.

Aterrizaban por el club los viernes por la tarde y se iban los domingos (o los lunes de mañana) En medio dejaban una fecunda labor con chavales. Todos los meses pitábamos alguno, aquello parecía inagotable. Era un pequeño club en una pequeña ciudad cerca de Pamplona. Era pequeño, incómodo, no reunía condiciones para los que se quedaban y la cocina era de juguete, ¡pero nos lo pasábamos genial!

Mucho deporte, tertulias con guitarras, estudio, oración, charlas, cenas frías los sábados (cada uno traía de su casa algo para comer o beber) Un ambiente sanísimo que nos enganchaba a los chavales y a los padres. Sin darte cuenta de nada, un día se acercaba uno de los "mayores" (18 o 19 años), numerario en el Centro de estudios de Aralar, y te decía algo más o menos así:

- ¿Te das cuenta de que el Señor te ha llamado para ser del Opus Dei? ¿Que eres un afortunado? ¿Te gustaría formar parte del Opus Dei?

En mi caso, era tan ingenuo y tenía tan poca experiencia a mis 14 años que llegué a preguntar que cuánto había que pagar para ser miembro de la Obra. No os riais, pero no tenía ni idea de lo que me hablaba. Para mi sorpresa ¡era gratis!, pero debía mantenerlo en secreto a todo el mundo, no sea que, y cito aproximadamente lo que me dijo:

“La llama de la vela recién prendida de mi vocación la podría apagar cualquiera solo con soplar”.

Pensaba que era único al ser llamado, aunque luego resultó que TODOS los habituales del club éramos llamados. Escribíamos la carta al Padre sin saber lo que hacíamos y, con la misma facilidad que uno pitaba, uno se olvidaba. De las más de dos docenas de chavales que pitamos en esos dos años, solo sigue dos.

De obligaciones o de distintos tipos de socios ¡no tenía ni idea! Solo veía lo divertido que era... hasta que conocí a mi primer EX (numerario), pero eso ya es tema para otro día

Pouis

Opus Dei: Comentario crítico a una carta (VI)

Lo esencial de cualquier secta es la falta de autocrítica y la falta de transparencia. Lo esencial de una secta es "tomar partido" sustituyendo el todo por la "parte"

Explicábamos ayer por qué el Opus Dei es una secta.

Dicen los psiquiatras que el principal problema de muchos enfermos psíquicos es la dificultad que tienen para entenderse a sí mismos como enfermos. En consecuencia, ponen poco de su parte para curarse, sencillamente, porque no pueden: al considerarse sanos, es difícil que puedan adoptar el papel de enfermo.

A quienes están atados a una secta, les pasa algo parecido: Son incapaces de reconocer que pertenecen a una secta. Una secta es lo más parecido a una enfermedad psíquica. Es difícil salir, porque la secta se presenta a sí misma como un reducto de felicidad del que no se necesita salir.

Articulo completo en Diario Siglo XXI

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Opus Dei: Comentario crítico a una carta (VII)

La página web OpusLibros es, simplemente, la otra campana. Solo quien sea alma sectaria se negará de antemano a oírla

Hablábamos en la anterior entrega de la ausencia de transparencia en el Opus Dei, que le ha llevado siempre a ocultar sus Estatutos, como expresión típica de su carácter de secta.

En la era de Internet es un empeño vano actuar con secreteo, sobre todo en una institución de la Iglesia Católica que está abocada a actuar con transparencia, si no quiere causar daño a la Iglesia y a sí misma.

Artículo completo en Diario Siglo XXI

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Comentario crítico a una carta (I)

Comentario crítico a una carta (II)

Comentario crítico a una carta (III)

Comentario crítico a una carta (IV)

Comentario crítico a una carta (V)

DUBIA

8 de junho às 04:05·

UM POST INADIÁVEL. O OPUS DEI E A CRISE DA IGREJA

1. Criticar o Opus Dei não é fácil. A ele devemos demasiado. Tudo, não. Fomos baptizados. E é em nome desse baptismo que nos sentimos urgidos a falar publicamente. Seja como for, uma coisa tem de ficar clara: não está em causa a santidade de tantos membros que admiramos e em relação aos quais nos sentimos claramente inferiores.

2. Em entrevista ao Jornal de Notícias, no dia 7 de Abril de 2017 (http://opusdei.pt/pt-pt/ article/fernando-ocariz-opus- dei-entrevista-jn-marco-2017/#), o Prelado do Opus Dei, D. Fernando Ocáriz, entre tantas coisas interessantes e boas, deixou-nos desconcertados e tristes com uma resposta. Também por vir de uma pessoa tão santa e que tanto tem servido a Igreja.

«P: Como tem sido lidar com um Papa Jesuíta? Sei que vai responder que o Papa é o Papa e é o Papa de toda a Igreja. Obviamente que não se coloca em causa a sua infabilidade. Mas é evidente que há Papas de que gostamos mais ou menos – por esta ou por aquela razão. Francisco tem vindo a experimentar alguma oposição devido a posições que muitos conservadores consideram um pouco laxistas. A OBRA TEM RECEIO DE QUE POSSAM HAVER MUDANÇAS DOUTRINAIS?»

«R: NUM BOM FILHO DA IGREJA NÃO HÁ LUGAR PARA OS RECEIOS A QUE SE REFERE. Além disso, com o Papa actual é muito fácil chegar a um carinho, digamos, humano, de amizade. Pessoalmente, impressiona-me a sua vida de oração e a sua abertura a cada pessoa, manifestando um amor de predilecção para com os doentes. Falamos de um Papa com um grande sentido pastoral e que deseja uma Igreja evangelizadora. No passado dia 3 de Março tive uma audiência privada com o Papa. Francisco esteve muito carinhoso, agradecido e interessado pelo trabalho apostólico do Opus Dei em todo o mundo. Recordo com frequência um lema que S. Josemaria propôs: Omnes cum Petro, ad Iesum per Mariam: todos, com Pedro, a Jesus por Maria.»

3. Também já tivemos a oportunidade de referir nesta página a entrevista de Dom Mariano Fazio, o número 2 do Opus Dei, em Setembro de 2017, onde censurou publicamente membros do Opus Dei que assinaram a correcção filial. O pior das suas respostas foi comparar estas pessoas àqueles que, na história da Igreja dos últimos anos, atacavam os Papas.

4. Finalmente, há poucos meses, o Prelado do Opus Dei voltou a dar uma nova entrevista:
«Fernando Ocáriz asegura que vive “con pena” las críticas que un sector de la Iglesia le hace a Francisco: “De la boca de un hijo de la Iglesia no debería salir una crítica destructiva hacia nadie, y menos hacia el Papa. Francisco dijo alguna vez que comprende que se haya suscitado ese revuelo, sobre todo con ocasión de Amoris laetitia. Con esta exhortación apostólica, el Papa – entre otras muchas cosas – nos urge a acercarnos a quienes se encuentran en situaciones difíciles, y a hacerlo con mayor disponibilidad. Pero el mismo Francisco afirma expresamente que la doctrina no cambia. Se trata, en mi opinión, de conseguir que los sacerdotes dediquemos más tiempo a las personas que atraviesan dificultades, acompañándolas en un proceso – a veces largo – que les lleve a comprender su situación personal y a superarla con la gracia de Dios”.» (http://www.vidanuevadigital.com/2018/03/02/fernando-ocariz-conservar-fidelidad-la-fe-no-te-ultraconservador/)

5. Uma coisa é permanecer em silêncio. Poderá ser muito discutível. Outra, é dar a entender que todos os que temem mudanças doutrinais não são bons filhos da Igreja e que aqueles que criticam o Papa só o fazem destrutivamente. Mas realmente foi isso o que foi dito ou que se pretendeu dizer? Também isto, para muita gente, é discutível. O que nos assusta é a falta de clareza num contexto onde a fé não só corre perigo como já está a ser adulterada em tantos países. «Se a trombeta não emitir um som claro, quem se preparará para a batalha?» (1 Coríntios 14, 8 )

São Josemaria, rogai por nós!

Mário Rosa
Tiago Mendes Martins

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