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CORRESPONDENCIA

 

Viernes, 05 de Enero de 2018



¿Será de 1930 este texto?.- Gervasio

¿Será de 1930 este texto?

Gervasio, 5/01/2018

 

El texto al que me refiero es este: Los socios y asociadas no serán egoístas, en el sentido de captar vocaciones para ellos solos (ni en ningún otro). Por el contrario, fomentarán vocaciones para los institutos, órdenes y congregaciones religiosos y Seminarios seculares. Se trata de una de esos fragmentos antiguos de literatura espiritual, atribuidos al fundador del Opus Dei, llamados por sus seguidores catalinas. Esta catalina hace la nº 52 y se le ha asignado como fecha de redacción 16-VI-1930.

Lo que más me llamó la atención inicialmente es que Escrivá habla de “los socios y asociadas” y no de “los socios y las socias”, que es la terminología que utilizará once años más tarde en los Reglamentos del Opus Dei de 1941. La terminología de socios y socias fue sustituida, al cabo del tiempo, por la de socios y asociadas. Lo de socia no sólo suena mal, sino que tiene un marcado alcance peyorativo, algo así como llamar a una mujer individua. Por eso ya en las primeras ediciones de los Catecismos de la Obra nunca se hablaba de socias sino de asociadas. En los catecismos más recientes no se habla ni de socias, ni de asociadas —tampoco de socios—, pues, fallecido Escrivá, a sus seguidores les ha dado por negar que el Opus Dei tenga carácter asociativo. Sostienen que la institución por él fundada forma parte de la jerarquía eclesiástica, pese al pronunciamiento en contra de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Esta congregación (Cfr. Iuvenescit Ecclesia, 14-VI-2016) ha declarado que las prelaturas personales —sólo hay una: el Opus Dei— carecen de naturaleza jerárquica. Aunque a los superiores del Opus Dei les cuesta Dios y ayuda reconocer errores y rectificar, espero que acabarán haciéndolo, aunque sea a su arrogante manera, a su estilo…

A lo que iba…



(Leer artículo completo...)




34 años en el Opus Dei.- Periferia

Muchas gracias Rescatado por tu relato experiencial, que me ha inspirado a comentar el mío sobre los 34 años que llevo en el Opus Dei.

Por supuesto que nos interesa mucho -por lo menos a mí- el relato que nos has prometido sobre las frustraciones y esperanzas desde tu desvinculación.

A nadie se le oculta que la vida es una travesía de montañas y valles, de esperanzas y frustraciones, y dependiendo de lo que toque lo pasamos mejor o peor. Mi experiencia -para no aburrir a los lectores- se puede resumir en que esta vida, sea la que sea, tiene como único sentido a Dios.

Recientemente, me decía una persona "no podemos pedir cuentas a los demás, ni culparles de nuestros fracasos" -con todos los matices que está expresión pueda tener- al fin y al cabo somos libres tanto para estar en un lugar como para irnos. Si esa decisión es libre y consecuente, lo importante es amar a Dios sobre todas las cosas, independientemente del lugar donde nos encontremos. Si hacemos la voluntad de Dios en conciencia, Él estará contento, que es quién al fin y al cabo ha de estarlo con nosotros ¿no les parece, amigos lectores?

Personalmente, comencé mi liberación interior en el momento que descubrí las ventajas de no pedir cuentas a los demás de mis fracasos, ni culparles de ellos. Vivo para Dios, y solo a Dios doy cuentas de mi vida. Nuestra existencia solo tiene sentido desde la libertad interior que necesariamente tiene sus repercusiones en la exterior.

Desde aquí agradezco a todos los que participan activamente, o solamente como lectores en OpusLibros. Ya que su entrega, sacrificios, renuncias, difamaciones, y todos los dolores y amarguras sufridas fuera o dentro del Opus Dei, han sido escuchados por Dios, y de esta forma Dios ha enviado los remedios oportunos para que la institución recupere su carácter genuino.

Gracias a todos, perdón también a todos, y continuad ayudándonos a ser como Dios quiere.

Periferia.com



Ver claro.- World

Te envío un artículo de Crónica que puede ser de interés para los lectores. Lo transcribí de una fotografía de una Crónica vieja. Entiendo que es de diciembre de 1956, páginas 82-84, aunque ahora no puedo volver a acceder a esos documentos para verificar exactamente que sea diciembre. El texto es completamente fidedigno, supongo que con leerlo te darás cuenta que es 100% doctrina del Opus Dei.

World

VER CLARO

(Crónica 1956)

El Señor nos ha dado la gracia maravillosa de la vocación –nos la dio de una vez para siempre- y, siendo fieles, nos la confirma cada día con un amor más grande a nuestra Obra y con una voluntad de entrega continuamente renovada, siempre actual. El solo pensamiento de nuestra llamada, nos da una alegría como ningún destino humano podría soñar para sí. Y agradecemos al Señor este camino seguro, donde está todo nuestro bien y todo nuestro amor.

Por eso, cuando –excepcionalmente, porque son raras las defecciones en el Opus Dei– sabemos de alguien que, habiendo recibido del Señor la llamada a nuestro camino, no persevera en él, sentimos un gran dolor. Alguna vez nos ha dicho el Padre que la infidelidad de un hijo suyo a la vocación, le duele más que la muerte de un hijo suyo: porque la infidelidad es verle avanzar hacia la desdicha; la muerte es el cumplimiento de la voluntad de Dios.

Desde que el Señor nos llamó, todo lo que no reciba de El su sentido nos queda pequeño, nos resulta ridículamente chato y pobre –mentira, cobardía, podredumbres bienolientes–frente a nuestra vocación. Por eso sentimos tanto que alguien en un momento dado pueda engañarse.

Nos duele que, por un ciego ofuscamiento, por no ser a su tiempo dócil ni sincero en manos de quien tiene gracia de Dios para llevarle, alguien pueda cerrar así el paso al amor de Dios.

Nosotros somos una gran familia.Y si un hermano nuestro, si un hijo del Padre quisiera marcharse, movido por un motivo que no le deja ver claro, y que nosotros sabemos pobre, pobrísimo en la presencia de Dios, lo sentiríamos como el hombre que, con los ojos limpios, ve a su hermano caer porque tiene los ojos vendados.

Nosotros no podemos transigir jamás con el error, no podemos ser comprensivos con lo que de por sí borra toda comprensión, porque es ir contra la voluntad de Dios. Pero seguimos el mandato de Amor, y además somos conscientes de tener los pies de barro, de nuestra naturaleza humana. Por eso comprendemos, si no al error, a las personas que yerran. Si oímos de alguien que no perseveró, creceremos en ansias de fidelidad para desagraviar al Señor, sabiendo que también nosotros –toda nuestra fortaleza es prestada–seríamos capaces de hacer eso, si Dios nos dejara un poco de su mano; y además tendremos comprensión, para quien así se desviara. Le encomendaremos en el silencio de la oración, sin comentarios hacia afuera; y pediremos al Señor que aquel hombre no se aleje más de El.

Es clara nuestra actitud con el que no perseverase. Por una parte es cierto que, aunque nos esforcemos, no podremos quererle ya con el amor y con el cariño que dan una vocación común y una familia de vínculo sobrenatural. Pero sí ha de quedar siempre la caridad, que no se limita a una mera compasión personal; nos mueve también a ayudar a aquel hombre en su triste situación, porque no es feliz. Más claramente: porque es muy infeliz. Si luego ve las cosas como son, es desdichado; y, si sigue ciego, es aún más desdichado lejos de Dios. Le llevamos un poco de calor, de cariño; sobre todo, en esa hora negra en que el que es sincero consigo mismo considera fríamente su vida, o más bien la escisión de su verdadera vida, de la que Dios quería para El. Especialmente entonces, necesita de alguien que le haga sentirse menos solo. Y es un deber de caridad el darle la mano.

Os queremos transcribir algunas líneas escritas por uno que no perseveró en la Obra. Se dirige al Padre lleno de dolor, pero también con la luz que ha recibido de la visita de uno de Casa. Sus palabras hacen inútil todo comentario.

Querido Padre:

No puede imaginarse con qué emoción empiezo esta carta. La visita de N. me ha hecho muchísimo bien; me ha quitado una venda de los ojos, que me impedía ver con claridad. Ahora estoy como el ciego que recupera la vista. Estoy lleno de buenos propósitos, y dispuesto a entregar este saco de basura en que estoy convertido: a ver qué se puede hacer con la ayuda de Dios. Deseo fervientemente volver a pertenecer a la Obra, pero me veo tan indigno… Buena disposición no me falta. Pido a Dios que me haga perseverar en mis propósitos. A ver si Ud. se acuerda de pedir un poquitín por mí, que buena falta me hace.

Durante estos años, cada vez que llegaba a mis oídos alguna noticia sobre la expansión de la Obra, sentía como una envidia semejante a la que experimentaría un desertor al ver entrar a su ejército victorioso. ¡Pensar que puede haber sido yo también uno de los que luchaban en primera fila! La cosa no tiene remedio… Pero, como hoy le decía a N., si alguna vez hubiese alguien en Casa que, por estar ciego como yo lo estuve, quisiera apartarse de su camino, que me avisen a mí: dispuesto estoy, si fuera preciso, a ir hasta el fin del mundo para quitarle a quien sea, con mi experiencia, la venda que lleva en sus ojos.

No se olvide de pedir por mí, que me hace mucha falta. Besa su mano con mucho cariño.

N.N.





De cuestionamientos.- I. R. De Lamar

Opuslibros es una gran oportunidad de liberación opusdeísta. No basta dejar esa organización, la cuestión es ¡superarla! Primero, tomar la decisión; luego, emprender las acciones -proceso largo y sinuoso, laberíntico, inclusive-; finalmente, afrontar las derivaciones y consecuencias del caso.

Afortunadamente, aunque tenemos mucho en común, somos diferentes y la pluralidad va quedando de manifiesto: ellas y nosotros, numerari@s y adjunt@os,jóvenes, adult@s y ancian@s (como yo) optaremos por alguna opción entre dos grandes extremos: acercamiento a Dios o alejamiento -mi caso es alejamiento.

Podemos afirmar que el opusdeísmo ha sido cuestionado ya suficientemente... y resulta fallido, negativo. Lo que está en cuestión es la Iglesia católica, sus dogmas y ella en sí...

No temamos este cuestionamiento. pero hagámoslo de buena fe, con respeto aunque irreverentemente, honesta y congruentemente -Dios mismo ha sido cuestionado. La fe, en cambio, no es cuestionable, mientras sea digna de Valor para el que la sustenta; es un terreno vedado a la razón y a la ciencia, compete sòlo al arte más sublime, a la poesía. (Seguramente a la simple vista de Jesús, la Fe abrasa; no a todos -Judas; y Felipe; y todos, en su momento. En María, seguramente también su fe abrasaba, aunque el propio José decidió repudiarla en silencio, forzando la intervención de Gabriel.)

Lo importante es acercarse a Dios y un cuestionamiento de Él podría ayudarnos más que el opusdeísmo y tantas prácticas piadosas... No hay atajos, pues. Cada uno tenemos que tomar las decisiones al respecto, conforme con nuestras propias vivencias; y lo vivido como opusdeístas es la gran experiencia para entrarle a fondo a todos estos cuestionamientos y resolverlas afirmativa o negativamente. Los agnósticos abonan al respeto: no se ha demostrado contundente y honestamente la existencia de Dios; sin embargo, la Vida vale la pena de vivirla con plenitud, principios, valores, libertad y responsabilidad.

 I. R. De Lamar





No todo lo que brilla es oro.- Salypimienta

          Zartán habla de que al igual que en la Caja de Pandora, después de salir todos los males quedaba en el fondo la esperanza, así nosotros, los ex opus, al sacar todo lo malo que nos dejó la Obra, en el fondo nos queda un cariño verdadero por los demás miembros. Yo creo que sí y no, me explico. Creo que todos sentimos ‘algo’ por los demás ex, no me atrevería a definir como cariño verdadero, más bien creo que es una especie de solidaridad.

            En mi experiencia, al salir de la Obra busqué tener trato con personas que estuviesen en la misma situación que yo, porque es natural que quieras estar cerca de personas que atraviesan o atravesaron por algo tan complicado como es dejar el Opus Dei, tanto para que te aconsejen como para no sentirte sola en ese mar de dudas angustias, inseguridades, remordimientos de conciencia, miedos y sentimientos encontrados. En esa búsqueda encontré de todo, desde personas con las que hasta la fecha me une una sincera amistad, como con personas de las que me quise alejar lo más pronto posible. A primera vista podría parecer que por el simple hecho de ser ambos ‘despitados’, podríamos tener mucho en común, y la verdad es que no es así. En algún momento llegué incluso a pensar que las únicas parejas que tenían probabilidades de formar relaciones formidables eran las que estaban compuestas por dos ex miembros, y he podido comprobar que no es una regla que siempre funcione. Como en todo, algunas si lo consiguen, pero no creo que tenga mucho que ver que los dos ‘hayan sido’, porque de ser así, TODAS las parejas formadas por ex opus serían un modelo a seguir y no es el caso.

            A lo largo de estos años, he conocido diferentes tipos de ex miembros, y como en todos los grupos humanos, entre nosotros hay de todo como en botica. Está el ex opus que no quiere tener que ver NADA con la Obra, vaya, no quiere ni que se la mencionen. Ni quiere juntarse con ex opus, ni quiere saber nada de nada y toma su experiencia opusina como algo tan nefasto, que quiere permanecer lo más alejado posible de todo cuanto le huela a Opus Dei. Existe también el ex miembro que se siente una especie de redentor, y que está pendiente de todos los ex opus, los trata de coordinar para hacer grupo y además ejerce de embajador entre ellos, es más, si pudiera haría una Obra paralela con puros ex fieles. También existe el ex opus que sólo mantiene amistades relacionadas con el opus mundo porque no se siente cómodo con gente de fuera, pero no se acerca a la Obra ni de lejos. Otros son quienes han dejado el Opus Dei pero se mantienen muy cerca de la Prelatura, son como sus satélites y aunque salieron en forma, la realidad es que siguen igual de dentro que como antes de despitar, es más, si les ofrecieran regresar en calidad de supernumerarios o cooperadores lo harían felices de la vida. El caso de otros es que mantienen amistad con algunos ex miembros pero van muy a la suya y del Opus Dei se acuerdan de cuando en cuando nada más para agradecer desde el fondo de su alma haber dejado de pertenecer a tan selecto grupo y para enterarse de los cotilleos que siempre hay… y que siempre son por lo menos entretenidos.

            Quizá los numerarios son quienes hacen más grupo entre ellos. De los agregados poco puedo hablar, pero más bien se apartan, y los supernumerarios son los que más fácilmente cortan todos los lazos con la Obra. Quizá se deba a que  ellos, por muy de casa que hayan sido, siempre tuvieron una parte de vida al margen del Opus Dei. Los numerarios lo tienen más complicada, porque su vida era la Obra 24/7, entonces, o se alejan lo más que pueden para tratar de rehacer su vida, o se mantienen lo más cerca posible porque no se atreven mucho a experimentar otra vida.

            En cuanto al cariño verdadero… vamos por partes. Creo que al principio de la salida uno siente una simpatía especial y se siente con la obligación de proteger en la medida de nuestras posibilidades a quien ha pasado por algo así de calamitoso, precisamente porque al haber pasado nosotros por lo mismo, se nos puede pasar por la cabeza que podemos ser un soporte o un consuelo para los otros que pasan por el despitaje, eso es solidaridad y sí, en mi caso, siento mucha pena por cualquiera que salga del Opus Dei, porque se bien que la salida es un sendero muy agreste, quizá sienta también simpatía… Pero llamar a eso cariño verdadero no sé si sea el término exacto.

            Me consta que algunos se sienten con el deber moral de proteger, guiar, procurar y hacerla de directores espirituales con quienes salen, afortunadamente no es el caso de todos.

            Creo que siempre, una parte de nosotros va a estar pendiente de todo lo que pasa con la Obra y con cuanto con ella se relaciona. En lo personal, prefiero mantenerme lo más apartada posible. Hace mucho tiempo que corté todo trato con miembros activos del Opus Dei, y la relación que mantengo con algunos ex fieles es de verdadero cariño, pero son más bien pocos y nuestra relación es porque sintonizamos con nuestras loqueras particulares más que por haber pertenecido a la Prelatura. De cualquier manera, creo que lo que se encuentra en el fondo de la caja de Pandora que es el Opus Dei es otra cosa…

Un besazo cariñoso para todos y mis mejores deseos para el año que está comenzando (con el pie derecho espero).

Salypimienta.





Errores personales y errores institucionales.- Merak

Me parece importante para este foro tener clara esta idea: que, en todas las empresas humanas, sean o no de inspiración divina, se debe diferenciar entre los errores personales, cometidos por un miembro del grupo, pero no previstos por la organización, y los errores de base, aquellos que se derivan de la estructura, costumbres y hábitos del grupo. Los primeros son los menos importantes desde la perspectiva del que quiere juzgar, y si se da el caso reformar, una institución, ya que provienen del carácter individual. Así que es en los segundos, en los institucionales, en los que hay que fijarse. (muchas veces los errores o aciertos individuales reflejan la estructura del grupo, así que en sí mismos no nos interesan, pero nos pueden resultar útiles para formarnos una imagen del conjunto)

Cuando criticamos la Obra (no entiendo el termino de crítica como necesariamente negativo, todos sabemos que se puede dar la crítica constructiva) tenemos que fijarnos en si la cuestión que estamos juzgando como mala nace de la voluntad de una persona en concordancia con lo establecido o a pesar de lo establecido. En el primer caso hablaríamos de defecto del Opus Dei, pero en el segundo hablaríamos de un defecto de un miembro del Opus Dei. La diferencia es inmensa. Si alguien hace una cosa mala porque le dicen que en ese grupo se hace así, diremos que el grupo es malo o al menos, que hace cosas malas. Pero si alguien actúa mal, aunque le han dicho que debe hacerlo de otro modo, el modo bueno, no podremos culpar la organización de ese fallo, como mínimo no de forma directa, el error es personal. Igual que el fallo de una persona que es miembro de una institución no convierte a toda la institución en mala, tampoco el fallo de una institución convierte a todos sus miembros en malos. Podría ser que no todos lo cometiesen, ni que lo hiciesen con el mismo grado de consciencia, ni siquiera que lo conociesen.

Todas las organizaciones humanas tienen errores personales, en la medida en que están formadas por personas, eso no lo discute nadie. Suele ocurrir lo mismo cuando nos preguntamos por los defectos de forma, defectos en sus maneras establecidas, aquellos por los que juzgamos que la institución no es buena, o buena del todo (los errores institucionales). No es difícil de aceptar que los fundadores de asociaciones, por muy virtuosos que fuesen, no eran perfectos y a consecuencia de esa imperfección eran capaces de errar, y errando constituir una agrupación con algunos ámbitos defectuosos. La cuestión se complica cuando nos referimos a realidades fundadas bajo la inspiración de Dios. Antes que nada, tenemos que admitir esa influencia del Ser supremo, pero eso es materia de fe y no de razonamientos, así que para este discurso lo tomaremos como cierto.

¿Es la inspiración divina para realizar una acción condición de infalibilidad (de bien) de esta?

¿Suponiendo que Dios inspirase a San Josemaría a fundar el Opus Dei (que yo, hoy por hoy, lo creo), sería esto suficiente para no dudar de todo aquello que él dijo y dejo escrito sobre la Obra? (esto solo afecta a San Josemaría, no a sus sucesores o subordinados, ya que es de él de quien se dice que fue inspirado por Dios. Eso no quita que los otros puedan ser santos y cumplir también la voluntad de Dios, pero no se les presupone ni exige esa condición)

Esta es la pregunta que me hago, a la cual no tengo respuesta, pero si creo poder matizar alguna cuestión. Dios inspira a hacer algo, pero no guía la mano de la persona en cada instante, ni su cabeza, ni su boca. Por lo tanto, podría ser que una persona, muy unida a Dios, recibiese un encargo suyo y en la realización de este, que no es cuestión de un día, ni siquiera de un año, sino de toda una vida, tuviera mejores y peores momentos y en cada una de estas situaciones hiciera mejores o peores acciones dejando su tarea constituida, en unos aspectos bien y en otros no tanto. Porque los santos no lo fueron siempre, ni en todo momento, ni en la misma medida. Quiero dejar claro que no pienso que una organización con defectos, aunque sean institucionales, sea Mala. El bien y el mal no son una cuestión de todo o nada, sino que se parecen más a un complejo continuo entre los extremos de absoluto bien y absoluto mal en el que se tienen en cuenta todas las realidades que conforman algo, en este caso todo lo que conforma el Opus Dei: personas, costumbres, actos, virtudes, vicios,…

Hay que tener en cuenta también la frecuencia con que se comete un acto, el acto que se repite se considera un hábito y, por lo tanto, una virtud o un vicio, según su carga moral. Pero el acto que se realiza de modo aislado y sin repetición, se entiende solo como una acción buena o una mala y no convierte a la persona o a la institución en buena o mala, aunque sí que la acerca y la hace tender hacia un lado. Por ello para analizar al Opus Dei debemos fijarnos en las acciones repetidas y constantes, que son las que muestran la realidad de algo.

Nos es imposible juzgar o establecer una línea entre lo que es un habito y lo que es un hecho aislado, porque otra vez, no se trata de absolutos, sino de un continuo. Pero aun así es importante tenerlo en cuenta a la hora de opinar. No sé si todo esto se sostiene filosófica y teológicamente, y no hay que olvidarse, pragmáticamente, en la vida real, confió en que sí. Si no es así, al menos, espero que ayude a acercarse a la verdad.

Merak

PD: al juzgar también debemos acordarnos de que los errores suelen relucir más y ser más vistosos que los aciertos, pero eso no significa que las virtudes no existan, es cuestión de buscarlas y poner un poco más de esfuerzo. Y recordemos que nunca sabremos lo que pasa por la mente de una persona al realizar una acción, ni sus intenciones. Podemos decir si algo esta mal o bien, pero jamás si alguien es bueno o malo. (o eso creo yo, no quiero parecer impositivo ni sonar moralista, solo quiero compartir mis ideas y creencias)





El poder de la información.- Neo

Cuando por azar encontré esta web y empecé a leer su contenido, una de las cosas que más me impactó fue el descubrir esos informes internos de conciencia, informes por escrito de la vida interior de una persona, quedé impresionada, ¿cómo se podía dejar entre líneas la vida íntima de una persona?, y además dar traslado del informe a instancias superiores sin el más mínimo respeto a la otra persona y por supuesto sin su consentimiento, me pareció algo tan indignante que por supuesto fui a pedir explicaciones de esta práctica a quien llevaba conmigo mi charla y a una numeraria mayor, que ha sido directora de varias delegaciones. La respuesta fue que a partir de 2011 esa práctica ya no se realizaba, claro, ahora leyendo a Brian, y después de leer la carta del prelado de 2 de octubre de 2011, entiendo que se cambió por requerimientos superiores esa interconexión entre dirección espiritual y gobierno, que aún así tengo serias dudas de que haya desaparecido en totalidad.

La sociedad actual en la Iglesia es complicada, la desconexión con todo lo eclesial es palpable, y por supuesto esta situación ha calado muy hondo en el Opus Dei, cada vez menos pitajes, más centros con personas mayores, menos jóvenes en las labores apostólicas. El Opus Dei ha quedado reducido al cumplimiento rígido de unas normas de piedad que para el común de los mortales que desarrollan una actividad laboral y obligaciones familiares genera un stres de vida difícilmente soportable.

Cuando yo empecé a estar en contacto con el Opus Dei, hace ya 20 o 30 años, no existía la información de ahora, no se podía consultar nada, ahora la desinformación no existe, sabes lo que hay, yo he podido obtener datos, escritos, testimonios que me han valido para confrontar la realidad, por eso en el Opus Dei esta web molesta tanto.

La mejor manera de controlar a la gente, de manipularla es controlando la información porque la información es poder. Y el acceso a las nuevas tecnologías ha abierto una vía de agua importante. Hace unos años el Opus Dei era una cámara acorazada, se sabía poco o nada y los miembros vivían desconectados, ahora la cosa es distinta, los dispositivos móviles han abierto sobre todo en los numerarios/ agregados unas posibilidades de conocimiento que antes no tenían. La crisis es que ahora podemos conocer, saber, obtener información y decidir en libertad y antes esa posibilidad no existía y el control y la manipulación era más fácil, bastaba con mantener a las personas en una realidad paralela y alejadas de la sociedad, de los amigos y de la familia, vaciaban a una persona de todos los afectos, inventaban una vocación que no es real y se obtenía con el tiempo un robot programado para cumplir normas y hacer proselitismo a través de una amistad que se viciaba desde el principio al estar instrumentalizada únicamente para llevar nuevas “vocaciones”.

Por eso es tan bueno esta web y todo lo que en ella se testimonia, Gracias!! Feliz año a tod@s.

Un fuerte abrazo.
Neo


 

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