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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 22 de Mayo de 2017



Prokynesis democratizada.- Stoner

Prokynesis democratizada

 

Esta palabrita griega la aprendí en el escrito de Gervasio “El dolo en el Opus Dei” de 12 de julio de 2010. Recomiendo su lectura. Ahora les cuento una anécdota, la comparo con el texto de Gervasio, y finalmente realizo algunas reflexiones.

Repasando unos apuntes viejos, me encuentro con la siguiente anotación, del año 2000, de una clase con don Fernando V. Fue en Roma, en el soggiorno degli archi. “No son palabras textuales”, pero casi…



(Leer artículo completo...)




La ausencia de ocio que vivíamos las numerarias.- Shukem

“A propósito de Henry”, quiero decir, a propósito del cine y, de paso, de la “guarda de la vista” y la ausencia de ocio que vivíamos las numerarias, os cuento un par de anécdotas: una que recuerdo con diversión y otra que todavía me produce tristeza (“Sonrisas y lágrimas”).

 

Comencemos por el cine. En mis tiempos, gracias a Dios, veíamos en los centros varias películas al mes. La actual “recomendación/prohibición” de ver una al mes la encuentro realmente heroica. Me centro en la anécdota: En un determinado curso anual proyectaron la película “Los intocables de Elliot Ness”, protagonizada por Kevin Costner –para mí un actor hasta entonces desconocido…- Al principio de la película, aparece él de espaldas y el director sorprende al espectador (si es espectadora, ya no digamos) con un “golpe de efecto”: Kevin se gira hacia la cámara y ésta nos ofrece un primer plano sublime. Yo no pude reprimir mi sorpresa y el vuelco que me dio el corazón: “Pero ¿¿qué es esto?? Madre mía, qué visión, qué maravilla de criatura humana, qué hermosura!!!!” Lejos de mirar hacia otro lado, levantarme en el acto y marcharme, disfruté durante hora y media de los ojos, el pelo, el rostro de mi nuevo ídolo cinematográfico. No recuerdo con certeza quién estaba sentada a mi lado, pero debía de ser alguna numeraria divertida, natural y con sentido común, porque le di la tabarra durante toooda la película, de eso sí que me acuerdo. Gracias a Dios, no hubo ninguna corrección fraterna al respecto. He de decir que la visión de un físico varonil tan estupendo jamás me supuso tentación alguna (claro está que no lo tenía ante mí en carne y hueso); antes bien, me ayudaba a dar gracias a Dios por la grandeza de sus obras... Perdonad, porque relato una anécdota personal, pero pienso que se podía ser numerari@ y persona normal, natural, sin comportamientos absurdos y monjiles.

 

Voy con la otra anécdota, que ya no versa sobre el cine sino sobre la música y la falta de asueto con que vivíamos l@s numerari@s. En unos de los centros donde estuve, no existía ningún equipo de música. No sé a cuento de qué, pero el caso es que debí de comentárselo a mi familia –que sabía cuánto me gustaba la música-. A los pocos días la directora me llamó a su despacho; había llegado un paquete para mí (¡qué alegría!) Por supuesto, ella ya lo había abierto (decepción), aunque tuvo “el detalle” de volver a cerrarlo –sin disimulo alguno-. Cuál fue mi sorpresa al descubrir que dentro había un fantástico equipo de música con el que mi madre había querido sorprenderme. Puesto que era un centro de gente joven, nos alegramos muchísimo. Desgraciadamente, lo utilizábamos únicamente para oír música los sábados por la mañana, mientras limpiábamos (algo es algo); la casa tenía varias plantas, con un coqueto patio en el centro; allí colocábamos el equipo, que se escuchaba desde casi todos los rincones. Pues recuerdo que un sábado, al terminar el desayuno, antes de la limpieza, la numeraria que estaba a mi lado le preguntó a la subdirectora (la directora no estaba) si podíamos escuchar música mientras limpiábamos (ojo, la pregunta no era si podíamos tumbarnos “a la bartola” mientras escuchábamos música, sino mientras nos pegábamos la paliza de limpiar una casa con no sé cuantísimas habitaciones, salitas y cuartos de baño). La subdirectora, muy arisca, contestó con un “¡No!” rotundo. Yo me quedé helada y a la numeraria que lo había preguntado se le llenaron los ojos de lágrimas. Lo sentí tanto que le dije algo con ánimo de consolarla (en realidad, la consideraba mi amiga, además de “hermana” y estuve tentada de decirle: “no llores, que la pobre subdirectora es… “-mejor me callo-). Y es que la negativa de la “dictadora” en cuestión me pareció totalmente absurda, ridícula, injusta; sinceramente, un auténtico abuso de autoridad. Vamos a ver, ¿es que la vida de numeraria (y numeraria auxiliar, dicho sea de paso) no es de por sí bastante dura, con renuncias de todo tipo, madrugones tooooodos los días del año, Normas y más Normas, trabajo profesional, encargos, medios de formación, apostolado y un largo etcétera? ¿Es que ni siquiera se puede escuchar música mientras se limpia, ¡¡¡una vez a la semana!!!? Pero si es que no se puede ni dar un paseo sin preguntar a la directora, y si preguntas, te dice que para qué quieres pasear (¡para desfogarme, por Dios!)… En fin, que lo recuerdo como un auténtico tostón, la verdad.

 

Como alguien decía el otro día, antes de pitar nadie nos advirtió que ya no podríamos ir al cine, al teatro, a un concierto; yo añado, nadie nos dijo que tendríamos que pedir permiso para poder ¡escuchar música en nuestra propia casa…! En fin, con ese ahogamiento (y muchas más cosas), al final ocurre lo que ocurre, que una no puede más y explota.

 

Un abrazo a tod@s.

 

Shukem





Sobre informes de conciencia y otras cosas.- Luciana

Leyendo el fin de semana los aportes de los últimos días me he enterado por Stoner de la existencia de los informes de conciencia (ya otros habían tocado el tema previamente aunque yo lo desconocía). ¡Y es que la Obra no deja de sorprenderme! En cuanto a estos informes, me surgieron algunas dudas que quizá me podáis despejar:

¿Cuándo se dejaron de hacer? Y ¿Eran informes solo sobre las conciencias de los numerarios/as o también se redactaban respecto de quienes fuimos supernumerarios? –esto por la cuenta que me trae:- )

¿Y se hacían sobre todos los miembros de la Obra? Me pregunto si hubo informes de conciencia de Don Álvaro, Don Javier o inclusive de San Josemaría. Quizá el Padre esté exento.

 

Para Stoner: sobre dónde recae la mirada de los numerarios

Yo nunca tuve la impresión de que me miraran el escote. No recuerdo haber notado nada raro en los numerarios, más allá de que en la misa al momento de dar la paz lo hacían con un apretón de manos, lo cual en mi país es inusual. Aquí al Sur nos damos la paz con un beso en la mejilla, sea quien sea que uno tenga al lado en la Iglesia. Los únicos que se inclinaban para atrás cuando amagabas a darles un beso y te extendían la mano eran los numerarios. Si hasta ese momento una no se había dado cuenta este gesto los delataba. Cuando algún numerario venía a mi casa a visitar a algún familiar o por algún otro motivo algunos miraban al piso, a la pared o por encima del hombro. Otros eran más extrovertidos y me saludaban con un beso, me miraban a la cara y hablábamos normalmente. Honestamente nunca me sentí incómoda con ninguno. Eso sí, cuanto más prohibido más atractivo. Si en una reunión había 9 hombre solteros y un numerario, pues las mujeres en su mayoría iban a fijarse en este último. Cuando a una reunión familiar venían mis hermanos numerarios a mí no me gustaba que otras chicas les coquetearan. ¡Y vaya si lo hacían! Era una situación bastante incómoda para ellos.

 

Para Astrid

Fue muy bueno que hayas escrito. Luego de leer tu carta pensé que la podrían haber suscrito cualquiera de mis cuñadas. Tu marido no te quiere menos porque no lo diga o porque no haga lo que tú esperas que haga (aunque sea lo más usual). Él ha vivido una realidad diferente a la de otros hombres de su edad. Por ello no puedes medirlo con la misma vara. Por algún motivo te has enamorado de él. Piensa en ello y rescata lo bueno que tiene y por favor no resaltes lo negativo. Igual es comprensible lo que dices. Me imagino que a él le gustaría colmar tus expectativas y se debe sentir mal por no poder ser quien tú quieres que sea. Amiga, piensa realmente si tú quieres que Juan deje de ser Juan para ser otra persona diferente. Yo creo que no. Creo que lo amas y lo necesitas; de la misma forma que él te ama y te necesita a ti. Sé comprensiva y ten paciencia; y no le hagas la vida muy dura. Si él no quiere hablar de algunas cosas, tiene todo su derecho a callar. Respétalo, ámalo como solo tú puedes hacer, dile que estarás a su lado y dale seguridad. Es el hombre con quien has decidido formar una familia. Dale  una oportunidad y date una oportunidad a ti de ser feliz con él. No puedes cambiar su pasado pero puedes hacer muy bonito su presente.

Sabes que cuentas conmigo si necesitas hablar.

 

Para Daniel

Comienzas tu aporte con la palabra “libertad”. Por favor, permite que otros hagan uso de su libertad sin cuestionarlos. En la medida en que no te perjudiquen ¿Qué nos importa a nosotros que Fulanito o Sultanito sigan perteneciendo al Opus Dei si es que así lo desean? Hay mil motivos por los que una persona puede seguir viviendo en un centro. Juzgarlos sería adoptar una postura de superioridad que es justamente lo que muchos reprochamos a la Obra. Y además, porque puedes herir los sentimientos de algunos numerarios/as que nos leen y quizá estén pasando ahora mismo por un mal momento. Si además de sentirse mal dentro se sienten juzgados, acusados, presionados por fuera, no les hacemos ningún favor.

Un saludo a ti y a quienes leyeron estas líneas. Muchas gracias por vuestros textos. Hacéis mucho bien publicándolos.

Luciana





Disparidad de criterios entre miembros de la Prelatura.- Aloevera

DISPARIDAD DE CRITERIOS ENTRE MIEMBROS DE LA PRELATURA

 

Si Luis Valls levantara la cabeza... Saracho cercena al Opus Dei en el Banco Popular

 

Reyes Calderón, único miembro de la Prelatura tras salir Pérez, Higuera, Oroviogoicoechea y Aparicio.

 

 

Al Banco Popular no lo va a conocer ni la madre que lo parió. Al margen de su crítica situación financiera, y al borde del abismo, la llegada de Emilio Saracho a la presidencia ha supuesto un cambio radical del consejo, con la fagocitación de los miembros del Opus Dei que durante toda la historia de la entidad han tutelado el poder del banco.

 

Artículo completo en El Español

 




 

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