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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 20 de Febrero de 2017



Mi testimonio.- Sevi

MI TESTIMONIO
Sevi, 20/02/2017

 

EL COMIENZO

 

Deseo escribir mi testimonio porque he descubierto que le puede venir bien a algún@. En mis tiempos aún no había internet, lo que lo hacía todo el proceso más solitario y aislado sin posibilidad de compartir.

 

Pité el día que cumplí los catorce años y medio. Llevaba frecuentando el centro unos meses. Hacia un rato de oración y unos minutos de lectura piadosa al día y asistía los sábados a la meditación, confesión y dirección espiritual. Los viernes tenia charla de “virtudes humanas”. Y los domingos a Misa y tertulia. Ese era mi patrimonio espiritual acumulado.

 

Llegó el día en cuestión…



(Leer artículo completo...)




Creía que era amor.- Heredia

Creía que era importante la virginidad completa antes del matrimonio. Creía que eso les daba garantía de amor verdadero. Sudaba inocencia, que le impedía creer en la existencia de hombres que rezan diariamente, buscan la santidad y creen que el matrimonio les otorga el poder de violar a sus mujeres. Demasiada confusión. Demasiada ignorancia sobre los ritmos y complejidad de la cultura y sexualidad en el ser humano. 

Se aventuró en un grupo de miembros y simpatizantes de la Obra. Parecía que compartían sus ideales, no sólo sobre el matrimonio, sino sobre valores éticos que ella consideraba básicos. 

Aprendió con un golpe de realidad que, si tienes las condiciones de mujer practicante católica y posible buena madre, puedes ser objeto de apuestas con el director del centro. ¿Cuál de ellos consigue salir con ella? ¿Es cuestión de atracción, de sentimientos de amor que nacen? No. Es cuestión de ganar esa apuesta.

Uno de ellos, terriblemente sincero para suerte de la chica, la explicó que el director del centro junto con el sacerdote (con relación en centros de ambas secciones), les aconsejaban sobre las candidatas. También les dirigían hacia los planes que tenían que hacer con ellas: "Aparece de sorpresa en su trabajo", "invítala a", "regálale", y ellos obedecían y la chica pensaba que era amor... Ejecutando los planes que se leen en libros de conquista.

A la pregunta ¿y dónde queda el amor?, la respuesta sincera de este amigo: "los directores y sacerdotes se preocupan tanto de nosotros que hasta nos buscan buena esposa, eso es ser amigo de verdad".

A la pregunta ¿y no tenéis remordimientos al jugar así con los sentimientos de una persona? Hacerla creer que es amor y es un paripé, ¿no veis nada malo en ello?: "nosotros rezamos por ella".

Para bien de ella (aunque doloroso), el sacerdote y el director creían conveniente que el supernumerario que la estaba "enamorando" se casara con la supernumeraria de otro centro. ¿Qué hicieron con esta chica tan católica practicante?

Para no perder la oportunidad, la recién estrenada pareja de supernumerarios mantuvo su noviazgo en secreto. Hacían bastantes piruetas para que nadie se enterara. El chico seguía obedeciendo y "enamorando" a la chica católica no-Opus con cenas, canciones, whatsapp, emails, regalos. Invitándola a normas y encerronas con la sección femenina. Aprovechando el enamoramiento para intentar meterla en la Obra. A ella aquel ambiente no la convencía pero él seguía intentándolo.

Para suerte de ella, el supernumerario la envió por error un email que iba dirigido a su novia-supernumeraria.

Y la novia-supernumeraria, terriblemente sincera para suerte de la chica, queda con ella para tomar un café y explicarla que ya no hace falta que su novio "siga haciendo apostolado" con ella. La propone asistir a círculos y charlas. 

Son tremendamente surrealistas, difíciles e increíbles estos comportamientos desde fuera del Opus Dei. Para ella lo fue y mucho.

Claramente no encajaba ni en el ambiente,  ni en  la nula ética de tratar así a un ser humano, ni siquiera encajaba en la cafetería con la supernumeraria. Se alejó de todo donde no encajaba.

Con curiosidad siguió las vidas de algunos de ese grupo. Me contó que en una de las parejas que se formó en ese grupo, él maltrataba a su mujer y a sus hijos, y sin complejos, eran los encargados de aconsejar a matrimonios en crisis. Otra pareja que eran muy chic aparecía en un vídeo promocional del Opus De disfrazados de moteros, dando a entender que en el Opus Dei hay todo tipo de personas. Se preguntaba si habrían gastado el dinero para "el disfraz de moteros" o bien habrían comprado las chaquetas y sin quitarles las etiquetas las habían devuelto después de la grabación. Otra de las chicas del grupo muy guapa era presentada como madre con hijos, sin tener hijos.

Aprendí con esta anécdota que "dormir con la conciencia tranquila" tiene muchas traducciones. Unas personas duermen tranquilas cuando actúan éticamente. Otras cuando obedecen independientemente de la ética de los actos. Otras duermen tranquilas siempre que se haya satisfecho su egoísmo.

Los remordimientos de todas ellas van en el mismo sentido que lo que les afecta. Hay personas que tienen remordimientos si no han satisfecho su narcisismo.

Heredia





La psicología en el Opus Dei.- Josef Knecht

Varias veces, en mis intervenciones en esta página web, he incidido en cuestiones de psicología (por ejemplo, sugiriendo de estudiar el “psicograma” del numerario escrivariano: 14.01.2013 y 7.10.2013), con el fin de entender mejor los entresijos, siempre complicados, de la Obra de Escrivá. Hoy vuelvo a tratar aquí de este tema centrándome en precisar qué valor daba Escrivá y qué valor dan los directores del Opus a la psicología, esto es, al estudio científico de la mente humana.

 

Llama mucho la atención que en la Universidad de Navarra y en otras obras corporativas del Opus de rango universitario no exista Facultad de Psicología. Según el espíritu de la Obra, hay que santificar las realidades del mundo mediante el trabajo profesional e infundir sentido cristiano a las más diversas facetas de la vida humana. Precisamente por eso sería razonable que el Opus se plantease cristianizar a fondo el ámbito de la psicología tanto a nivel científico-universitario como a nivel práctico-pastoral, en atención a la relevancia que el estudio de la mente humana tiene para solucionar conflictos morales en el ámbito personal y en el social. Pero me da la impresión de que los dirigentes del Opus más bien dejan de lado la psicología, cosa que me causa perplejidad, y me pregunto por qué.

 

Bien es cierto que en la cuarta planta de la Clínica Universitaria de Pamplona trabajan numerarios del Opus como médicos psiquiatras que tratan las enfermedades mentales de los pacientes, entre los que abundan miembros de la Obra. También es cierto que algunos supernumerarios son psiquiatras, como Enrique Rojas, de quien, por cierto, Isabel Caballero nos dio información. No puedo dejar de mencionar al numerario Aquilino Polaino, psiquiatra de todos conocido. Tal vez podrían añadirse otros ejemplos que a primera vista parecieran contradecir mi tesis, pero en realidad no la contradicen. Es normal que algunos psicólogos, formados en Universidades distintas a la de Navarra, ingresen en el Opus como supernumerarios o numerarios: sería absurdo no admitirlos por ese motivo. También es normal que, si algunos o bastantes miembros del Opus padecen trastornos mentales, sean atendidos por médicos de confianza de la institución. Pero estos hechos, que se imponen por la dura realidad de la vida (la tendencia humana a contraer enfermedades y la consiguiente obligación de sanarlas), no niegan el llamativo desinterés de Escrivá y de los directores del Opus por profundizar en el conocimiento científico de la mente humana.

 

He mencionado a los psiquiatras de la cuarta planta de la Clínica Universitaria de Pamplona y quisiera ahora reflexionar sobre la técnica o praxis médica que aplican para intentar curar a sus enfermos. A partir de los muchos testimonios, aparecidos en esta web y en otros relatos autobiográficos, de diversos ex miembros del Opus que padecieron ese tipo de enfermedades, he llegado a la conclusión de que la terapia adoptada por los psiquiatras escrivarianos de Pamplona (y de otros lugares) se limita a prescribir medicación, es decir, pastillas o píldoras a los pacientes de depresión y de otras dolencias. Esos médicos confían la resolución de la patología tan sólo a la eficacia química del “empastillamiento” y no pasan a adentrarse en la interioridad espiritual del enfermo; no indagan en su mundo interior buscando ahí posibles causas psíquicas del desequilibrio mental. ¿Cuál es la causa de las enfermedades psíquicas según el criterio de esos médicos?: sola y exclusivamente el desorden químico del cerebro, el cual se recompondrá mediante una terapia sola y exclusivamente química, confiando en que las pastillas vuelvan a poner la mente en equilibrio. Para esos doctores la etiología de las patologías mentales no se encuentra en el espíritu humano cuando es afectado por presiones psicológicas insoportables para la persona; la causa es solamente material, es decir, un desorden de humores en el cerebro.

 

Se da también la circunstancia de que los enfermos mentales del Opus tienen su director espiritual. ¿Qué papel desempeña este director de almas en la sanación de la enfermedad? Su función es la de animar al enfermo a que sea dócil al tratamiento marcado por los psiquiatras. Tanto los directores espirituales del Opus como los psiquiatras de esa institución opinan, como he indicado anteriormente, que la única causa de las depresiones y otras enfermedades mentales es meramente química (desequilibrio de los humores del cerebro). Por eso, los psiquiatras no se adentran en la vida interior del enfermo, tarea ésta que se reserva al director espiritual; es más, están obligados a respetar –sin interferir ni corregir de ninguna manera– las indicaciones del director espiritual, pues en ellas no radica el origen del trastorno. El director espiritual considera que una enfermedad mental jamás se contrae a raíz de la presión psicológica que el Opus ejerce sobre el afectado, pues, insisto, sólo ha sido causada por un desorden de las sustancias químicas del cerebro, de ahí que el director espiritual anime al enfermo a soportar con resignación la enfermedad como una cruz, a la espera de que las pastillas causen efecto y recompongan el orden en el cerebro. Nadie ha de insinuar que la causa del trastorno mental sea psíquica, anímica o espiritual.

 

Sobre la base de este modo de pensar y de proceder, se entiende que tanto Escrivá como sus seguidores desestimen la ciencia psicológica. Para ellos esta rama del saber no tiene en el fondo razón de ser, pues, según su cosmovisión, la etiología de las enfermedades mentales no es nunca de tipo psíquico. Se entiende muy bien por qué no existen Facultades de Psicología en las obras corporativas de rango universitario promovidas por la Obra de Escrivá.

 

A veces he llegado a pensar que, en realidad, no era desprecio lo que Escrivá sentía por la psicología, sino más bien miedo y reparo, porque entreveía que, a través de la ciencia psicológica, podrían descubrirse los defectos de su personalidad y de la institución por él fundada (como, por ejemplo, realizó magistralmente Marcus Tank en su estudio El trastorno narcisista de la personalidad del fundador del Opus Dei). Y así se explican el desinterés de Escrivá por el estudio científico de la mente humana y el papel secundario que la psicología ocupa en el apostolado del Opus Dei: cuanto más lejos de ella, tanto mejor para la estabilidad de la institución… y, por desgracia, tanto peor para la salud de los enfermos.

 

Josef Knecht





¿Por qué hay tantas personas con depresión en el opus dei?.- solitudine

Una reflexión: ¿Por qué hay tantas personas con depresión en el opus dei?

Porque se vive con un férreo control y falta de libertad.
Porque se predica una cosa y se vive otra.
Porque se alardea de fraternidad y es una hipocresía.
Porque no hay corazón.
Porque se llaman hermanos con quienes se practica la más absoluta indiferencia.

Cuando se somete a férreo control y se priva la libertad en aras del cariño, se provoca la debilidad mental y se acaba en el psiquiatra o en el suicidio. A los hechos me remito.

solitudine 





La opción de no saber.- Salvador

“La meditación cristiana, la confesión, el psicoanálisis y muchas técnicas occidentales abren la puerta a los demonios” titula la tailandesa “religión en libertad” la entrevista con un monje budista, licenciado en químicas y teología.

 

La presentación anterior, como lector europeo, nos impacta. Un maestro o escriba de una religión, ilustrado con un título en la materia, acompañado con un título superior académico equiparable en Occidente, nos señala que el principio del mal –porque el mal existe-, principio que bien podemos personificar y llamar demonio, usa, como llave para introducirse, la “meditación cristiana, la confesión, el psicoanálisis y muchas técnicas occidentales”.

 

Nos impacta porque es como recibir un puñetazo en el estómago. Nos sentimos golpeados porque constatamos una ignorancia querida –y el sectarismo que conlleva- precisamente en alguien que se espera, por su función, que informe verazmente. Y en vez de ello, encontramos mentira, calumnia, difamación, ignorancia y grandes dosis de exclusión y autoafirmación.

 

Lo cierto es que la noticia real es que el sacerdote del Opus Dei, Enrique Cases, químico y teólogo, manifiesta:

 

No hay que abrir puertas para que entren (los demonios) como se hace en el yoga, el reiki y la mayoría de las técnicas orientales, que se llaman espirituales pero son engaños, aunque se vendan como modos de relajación o que dan nuevas energías y salud”.

 

Don Enrique dice lo que dice del yoga –una mentira- porque no quiere saber. Porque no quiere saber, y no sabe, tampoco tiene empacho en difamar las “muchas técnicas orientales”, sean las que sean. Don Enrique practica una característica del Opus Dei: la voluntad de no saber. Como no quiere saber nada sobre el yoga, no sabe nada. Y eso por qué? Porque su opción, la opción del Opus Dei, es no saber nada sobre cualquier cosa que no se te ha dado –por el conducto reglamentario habría que puntualizar- como lo “tuyo”. Así, además del yoga y el reiki se despachan las “muchas técnicas orientales”; en realidad, todas las que no sean idénticas a las suyas.

 

Así, en el Opus Dei, ganar la ignorancia es incrementar lo tuyo. Y lo tuyo excluye todo lo demás, implica ignorarlo. Todo lo excluido o es irrelevante porque no vale nada o, en el peor de los casos, es mentira. Solo lo tuyo –un campo muy limitado por definición- es verdadero y santo, lo de los demás (desde los jesuitas hasta Oriente) no tiene valor, no vale nada o es malo, falso, satánico. Y ese “tuyo” se refiera tanto a cosas, ideas como personas (solo los “tuyos” cuentan, los demás ni existen porque no valen o son malos).

 

Enrique, muchachote, medita seriamente (a la manera occidental) Mateo 23, 14: ni entráis vosotros ni dejáis entrar a los que quieren entrar. Pregúntate si el lamento de Jesús frente a esta voluntad de no saber, de no hacer, consiste en haber dado la llave a Satanás para no entrar en el Reino. Pregúntate si esa falta de preguntar –o examen, si te suena más familiar- es un éxito del diablo.

 

Cordialmente Salvador





En un centro de universitarias (8).- María Canela

Necesita más horas durante el verano para preparar sus exámenes. Le exigen que entregue en dirección un horario exhaustivo con su propuesta de estudio. Allí debe aparecer qué hace en cada hora del día, dónde, y cuáles de ellas son de estudio y para qué examen. Solicita levantarse antes y eliminar la limpieza del centro antes del desayuno, con lo que tendría una hora más de estudio al día. Recibirá una respuesta después de que lo estudien las directoras. No lo aprueban.

 

Durante el curso le indican que haga asignaturas de filosofía y teología los fines de semana en un centro de bachilleres. Habla con el sacerdote de ese centro. Está ante el dilema de conciencia de si obedece a la Obra, está tirando por la borda el dinero que ponen sus padres para su estudio. Si estudia está desobedeciendo y por tanto poniendo en peligro su vocación cosa que es un pecado. Ya le han indicado varias veces que es un pecado siquiera pensar en la posibilidad no ser de la Obra.

 

En el verano siguiente solicita no hacer todas las asignaturas de filosofía y teología para poder estudiar las asignaturas pendientes de la carrera. Hace y entrega el horario en dirección. El cl contesta: denegado. Pide por favor que lo revisen. Contestación: habla con la delegación. Consigue cita con la de san Miguel. La redirige a la de estudios. Consigue cita con la de estudios, le pide que rehaga el horario especificando cuánto necesita cada materia y especificando en qué días y horas se verá cumplido. Lo hace y entrega el nuevo horario. Denegado. Ha de hacer todas las asignaturas del curso anual.

 

Llega al curso anual. Además de las asignaturas debe prepararse para dar dos charlas. Debe llevar por primera vez la charla fraterna de tres personas. Debe tener visión sobrenatural.

 

Habla con el sacerdote secretario para solicitar tiempo para estudiar. Le responde que cuando Dios pide algo, da la gracia para conseguirlo. Si no, no lo pediría.

 

Es mujer de palabra. Dio la palabra a Dios de ser numeraria y renovar hasta el siguiente 19 de marzo. Y cumplirá su palabra.

 

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