Si quieres ayudar económicamente al sostenimiento de Opuslibros puedes hacerlo desde aquí.

CORRESPONDENCIA

Lunes, 12 de Septiembre de 2016

Siento el fallecimiento de Mª Carmen Tapia. Y siento no haberla conocido en persona, aunque a ella sí la conocí una tarde en la primavera de 2005 en la que empecé a leer su libro “Tras el umbral, una vida en el Opus Dei” y no pude dejarlo hasta no sé qué hora de la noche.

Siento muchísimo su sufrimiento y me admira su valor y su dignidad. Yo habría sucumbido ante la persecución anticristiana a la que fue sometida, no ahorrándole calumnias ni desaprovechando cualquier excusa para desacreditarla.

Ahora ya no pueden hacerte daño, amiga. Descansa en paz.

Inés Lorenzo.

Conocida la noticia del fallecimiento de esta gran mujer, necesito escribir unas breves palabras.

Su libro,"Tras el umbral", fue decisivo y clarificador para mí que, hasta entonces, apenas había reflexionado sobre aquellos oscuros años. Gracias a ella, a otr@s much@s, y a OpusLibros, conseguí pasar página (relativamente) y cada día de mi vida soy más consciente de que entrar en el opus fue lo peor de mi vida y librarme de esa farsa ha sido lo mejor que me ha sucedido.

Besabrazos a tod@s
Amandus

Queridos todos,

Precisamente la semana pasada, al hilo de la relectura de “Tras el umbral”, me entró la duda de si Carmen Tapia habría fallecido ya, para rezar por ella y también por un poco de curiosidad acerca de cómo habría pasado estos últimos años. Busqué por internet y no encontré nada.

Leo ahora la noticia que nos transmite Agustina (gracias Agustina) y siento tristeza. Tristeza de no haber conocido a esta mujer fuerte y admirable y de no haber podido agradecerle personalmente lo mucho que me ayudó, sin saberlo, en mi particular “recomposición de la crisma”. Gracias a ella pude redimensionar la importancia del fundador, a quien nunca pude tener auténtica devoción (algo hay en él que hasta las hagiografías consiguen que su figura produzca una especie de rechazo), pero a quien durante años tuve que rendir culto de hiperdulía a fuerza de brazos.

Carmen Tapia se enfrentó casi en solitario al Opus Dei en la época de su máximo esplendor y poder (eclesiástico, político y financiero). Y lo hizo como un niño ante los tanques de una división acorazada: con una fe sincera y sin otra arma que la verdad, la Verdad que hace libres.

Tal vez por eso el Opus jamás encajó su testimonio. El Opus se relame cuando da su testimonio un “ex” que ha apostatado, o que ha colgado la sotana, o que es un tipo raro (como puedo ser yo), o que se ha vuelto “heterodoxo”. Esos testimonios, por negativos que sean, son vueltas de tuerca a la buena imagen de la institución ante determinados círculos eclesiásticos. En cambio el testimonio de una persona como Carmen Tapia se le hace intolerable. De ahí las persecuciones y las calumnias (siempre en torno al sexto mandamiento), que descubren el rostro infernal que se esconde tras la sonrisa eunucoide y la Luxindex de cuero.

En los últimos años las terminales propagandísticas opusinas difundieron la vil mentira de que, tras la beatificación de monseñor Escrivá, Carmen Tapia se había retractado de todo lo que había dicho en su libro. Gracias a Opuslibros sabemos que no es cierto (¡hay tantas cosas que el mundo sabe gracias exclusivamente a Opuslibros…!)

En fin, querida Carmen, gracias por todo. Que Dios te acoja en su misericordia y, cuando estés a su lado, no te olvides de nosotros, los “daños colaterales” de la diamantina trayectoria del Opus Dei en el firmamento eclesiástico, los que aún estamos rotos por dentro y por fuera después de tantos años “tras el umbral”.

puntoycoma

Durante mi paso por el Opus Dei conocí 3 Consiliarios o Vicarios Regionales (creo que ya no les gusta llamarles Consiliarios, aunque me parece que la denominación sigue siendo válida): don Florencio Sánchez Bella, don Tomás Gutiérrez y don Ramón Herrando.

El único encuentro personal que tuve con don Florencio se sustanció en una bofetada. Me preguntó algo en un pasillo, no le entendí bien y le pregunté “¿cómo?”, y su respuesta fue una bofetada. Es curioso, porque creo que me pasó un poco lo que comentaba en mi escrito sobre el doblepensar: pensé algo así como… “¿y eso? ¿A este tío qué le pasa, es tonto o lo siguiente?” [bueno, lo de “o lo siguiente” no lo pensaría porque es un modo de decir muy reciente; pensaría más bien “es tonto o tonto y medio”]. Pero al mismo tiempo acepté algo así como: “es su forma típica de mostrar cariño, y es el representante del Padre en España… eso me ha molestado por amor propio”. En fin, lo que ahora pienso, mejor no decirlo, por aquello de evitar aquí los tacos.

Con don Tomás apenas estuve en un par de tertulias, me pareció un hombre bastante anodino. Alguna vez pensé, aunque reconozco que sin mucho fundamento: “¿no tienen a nadie mejor para hacer cabeza en la región?”. Porque me daba la impresión de que habría en España decenas de sacerdotes de más talla. (A día de hoy, pienso que fue el mejor, o menos malo, de los tres).

A don Ramón le conocí ya en tertulias como laico, cuando era delegado del Padre en España, e incluso antes. Después, ya como Consiliario, estuve en alguna meditación, alguna tertulia, y alguna charla de esas multitudinarias que había para directores y celadores. Me ponía un poco enfermo esa forma suya de hablar en la que apretaba los dientes para decir algo incisivo (por decirlo suavemente). Incitaba a la agresividad apostólica poniendo ojos como de enajenado y un tono de voz de película de miedo: “¡Hay que morder en la yugular al pitableeee…!” y cosas similares. En una de esas charlas multitudinarias, recuerdo que la idea central fue que toda persona tiene un número limitado (no infinito por tanto), de noes. Así que era cuestión de proponer las cosas (dirección espiritual, incorporación a un círculo, asistencia a una meditación o un retiro, planteamiento de la vocación…) una y otra vez. El susodicho terminaría agotando sus noes. La cosa estribaba entonces en reiterar la propuesta en poco tiempo. Por ejemplo, si el número de noes que tiene un persona en su reserva es de mil, habrá que abordarle para ello mil y una veces, para que diga sí. Pero claro, si tú se lo propones una vez a la semana, pasarán diez años y todavía te faltarían otros diez. Conclusión: como ese no es el ritmo que quiere Dios (o el Padre, o ambos, que viene a ser lo mismo), tienes que decírselo diez veces al día, para conseguir la meta en apenas 3 ó 4 meses. (Entiendo que resulté difícil de creer que una persona de tal rango sea capaz de “argumentar” tamaña sandez, pero estaríamos unas 200 personas, a lo mejor algún lector estuvo presente y lo puede confirmar). Luego pensé si era eso muy distinto a los interrogatorios policiales realizados bajo tortura hasta que el detenido confiesa por agotamiento y firma lo que haga falta….

En mi opinión, don Ramón representa la quintaesencia de lo peor de lo peor del Opus Dei. Es la versión corregida y aumentada del tipo de proselitismo feroz y agresivo estimulado por don Florencio, donde el fin justifica los medios. Eso sí, formado muy directa y personalmente por don Álvaro y don Javier. De casta le viene al galgo.

Savonarola

Me he entretenido en contar el número de veces que el Prelado Echevarría cita a los diferentes autores espirituales en sus cartas mensuales durante el periodo correspondiente al primer semestre de 2016 y que aparecen al pie de las mismas. Este es el resultado:

San Josemaría 39
Papa Francisco 16
San Lucas 7
San Juan 7
San Mateo 6
Beato Alvaro del Portillo 4
Hechos de los Apóstoles 4
Misal Romano 3
Benedicto XVI. 2
Santo Tomas de Aquino 2
San Juan Pablo II. 2
San Pablo de Tarso 2
Con 1 cita figuran: San Marcos, San Cirilo de Alejandría, San Francisco de Asís, Cardenal Ratzinger, Profeta Isaías y Oración "sub tuum praesidium". Resto de todos los autores espirituales de la Historia de la Iglesia:0.  

No comments. Orange

La vocación prefabricada. Pepito

Cómo convalidar las asignaturas del Studium Generale. Rothnagel

¿Es fácil salir de la Obra?  Sancho1964

A propósito del Índice que puso el Marqués de Peralta. Servius Quercus

Tabla de contradicciones. Naranja agridulce

Correos Anteriores

Ir a la correspondencia del día

Ir a la página principal