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CORRESPONDENCIA

Lunes, 03 de Octubre de 2016

Hoy domingo, dos de Octubre, es un día que me llena de buen sabor. Ya no tengo que celebrar una fiesta "extralitúrgica", que se celebra en la obra como si fuese más importante que la Navidad. Ya no tengo que creer y vivirlo como si fuese uno de los días mas santos de la historia.

Nadie me recordará que es el dia que "Dios hizo a nuestro padre ¿ver? la obra". Me libraré de una comida supuestamente super especial, preparada por la administración (siempre pensé que ese día les obligaba a trabajar más, y por tanto, era algo "injusto" con ellas.) Y me libraré después de una tertulia, de estas "de gala". Simulando una felicidad que no, que no, que no... tiene base interior.
Siempre era un día que me hacía acercarme más a la obra, que a Cristo. Pocas veces di gracias por mi "vocación" ese día. ¿Sería porque yo estaba metido en un error que no era capaz de reconocer?

Doy gracias a Dios por no haber seguido allí dentro. Y esto me llena de un buen sabor, que la letra no puede expresar.

Hormiguita

Con motivo de don José López Navarro

Gervasio

Tras leer el resultado de las pesquisas efectuadas por El Canario y otros colaboradores sobre la vida y milagros de un sacerdote del Opus Dei de la promoción de 1946 caído en el olvido, me puse a buscar en Google más información relativa a ese sacerdote: don José López Navarro (1922-1982). En la nota 148 del libro de José Carlos Martín de la Hoz, Roturando los caminos (Ediciones Palabra, 2012) me encontré con esto: Rvdo D. José López Navarro, Doctor en Teología y en Medicina. Pidió la admisión en la Obra en 1942. Se ordenó sacerdote en 1946. En 1950 comenzó a colaborar en el gobierno de los apostolados de las mujeres del Opus Dei en España. Posteriormente se trasladó a Irlanda, donde fue vicario regional hasta 1970, fecha en que regresó a España.

En esa misma página señala: Efectivamente el 2 de noviembre de 1950, el Congreso Generad de la Obra quedó constituido, como organismo distinto de la Comisión regional de España. D. José María Hernández Garnica continuó como sacerdote Secretario del  Consejo General. Como Sacerdote Secretario en España fue nombrado D. José López Navarro. De lo que acabo de transcribir, me llamó poderosamente la atención la precisión con que Martín de la Hoz fija el momento en que el Congreso General de la Obra queda constituido como algo separado y distinto de la Comisión Regional: 2-XI-1950.

José Carlos Martín de la  Hoz es un sacerdote del Opus Dei que dirige, en España, la Oficina de las Causas de los Santos del Opus Dei y es vice-postulador de la causa de Álvaro del Portillo. No es un personaje antiguo del Opus Dei, un histórico, que nos trasmita acontecimientos o circunstancias que él haya vivido o presenciado. Nació en 1955. No escribe sus memorias, o cosa parecida, sino que se basa en documentos. Esa fecha de 2 de noviembre de 1950 proviene sin duda de un documento. Eso es lo que da valor singular a su aserto. Esta fecha de 2-XI-1950 resulta muy ilustrativa a la hora de valorar cosas como la que se trató en Opuslibros acerca de quiénes fueron históricamente los consiliarios en España. Sobre ello se especuló en diversas colaboraciones de esta web, durante el pasado mes de septiembre. Resulta muy difícil hablar de que en España hubiese un consiliario de carácter regional antes de esa fecha. 

Martín de la Hoz afirma que López Navarro, después de haber colaborado en el gobierno de los apostolados de las mujeres en España, se trasladó a Irlanda de donde fue “vicario regional”. No resulta posible, pues falleció antes de que existiese semejante cargo. Tal aserto responde a una  mentalidad ahistórica. Se confunde la condición de “consiliario” de un instituto secular con la de “vicario regional” de una prelatura personal. Es como referirse a Napoleón como “emperador”, cuando era “primer cónsul”, pero no emperador. Por ese camino de asimilaciones se podría acabar llegando a la conclusión de que Hernán Cortés fue alcalde de la ciudad de México una temporadita.

Ya en 1948 —escribe Martín de la Hoz — empezó (se refiere a Escrivá) a preparar a alguien que ayudara a D. José María —se entiende Hernández Garnica—; la persona designada fue D. José López Navarro. El propio Chiqui —José María Hernández Garnica—, dirigiéndose a López Navarro le escribe en el 21 de abril de 1948: … y tú puedas venirte pronto a Madrid, para trabajar conmigo en lo de las mujeres. No existía por entonces un Sacerdote Secretario —el que se ocupa de la sección de mujeres— ni una Asesoría Central —había “lo de las mujeres”—, que se constituyó como tal Asesoría en 1950, tras la aprobación definitiva del Opus Dei como instituto secular en 16 de junio de 1950. El propio Chiqui se dirige a Escrivá en 1-III-1950 agradeciéndole: Padre, no le he dicho en otras cartas, aunque con Paco —se entiende Francisco Botella— sí lo he hablado que estoy muy contento con José López Navarro: estamos muy unidos, me ayuda mucho y es muy humilde y obediente. Para mí es una tranquilidad muy grande el que me haya puesto Vd. para ayudarme una persona tan buena y que me ayuda tanto. A mi modo de ver, Paco en 1-III-1950 no puede ser considerado consiliario de España. Si acaso secretario general de El Padre. José López Navarro es un simple ayudante del encargado “de lo de las mujeres”.

Digo todo esto “sin acritud”, como diría Felipe, de buena fe y cordialmente. Por lo demás tampoco tiene demasiada importancia. No es ningún desdoro que antes de prelatura personal el Opus Dei haya sido instituto secular, y antes sociedad de vida en común sin votos públicos de carácter diocesano, y antes todavía, simple asociación de fieles. Después de la guerra civil española don Leopoldo Eijo Garay –obispo de Madrid-Alcalá— dio orden, en ausencia de El Padre, de que los del Opus Dei solicitasen alistarse en la División Azul. Y así lo hicieron. (Vid. Más sobre la división azul, Jiménez Vargas y don Leopoldo). Mientras la Obra no pasó a depender de la Santa Sede, en vez de del obispo de Madrid-Alcalá, como consecuencia de su configuración como instituto secular, no tiene mucho sentido hablar de regiones o de jefes regionales de España o de otras naciones.

Recuerdo un artículo publicado en Crónica —por tanto no anterior a 1954, que es cuando comienza a publicarse Crónica— en el que se narra la instalación por vez primera de gentes de la Obra en América del Sur. En América del Norte ya había “labor”. En tonos épicos se lee: “un nuevo continente” se abre a nuestros horizontes apostólicos… América del sur —no se aclara si con la Antártida o sin la Antártida—  es calificada de “continente” por exigencias del tono épico que se desea imprimir e impregna toda la narración. Algo parecido a las “tomas de posesión” que el corsario Drake efectuaba en nombre de su majestad británica cuando avistaba tierras desde su barco pirata, sin siquiera poner pie en esas tierras.

Gervasio

Siguiendo con el tema de las antiguas promociones de sacerdotes, a los tres que menciona Ottokar (Adolfo Rodríguez Vidal, Juan Antonio González Lobato y Jesús Urteaga Loidi) hay que añadir los tres siguientes para la promoción de 1948 (según datos de la web extraoficial que ya mencioné): Francisco Xavier de Ayala Delgado, Federico Suárez Verdeguer e Ignacio Echeverría Recabeitia.

A estos hay que añadir a Salvador Canals Navarrete, que no sale en esa web, pero tiene página propia en Wikipedia. Y también a Antonio Pérez-Tenessa, por supuesto, que en todas partes dice que se ordenó en 1948. Así que salen por lo menos ocho. ¿Habrá más?

Nacho (Elcanario) dice que José López Navarro está enterrado en San Justo, no en La Almudena como dije yo. Me parece que él tiene razón, el texto que yo citaba empieza hablando de La Almudena, pero luego habla de otros lugares. Y ahora caigo que el autor de ese texto eres probablemente tú mismo…

Saludos cordiales,

Daneel

PD. Cuando ya iba a enviar esto, me encuentro un breve estudio biográfico sobre Ricardo Fernández Vallespín, que reseña su ordenación sacerdotal el 13/11/1949:

Con Fernández Vallespín fueron ordenados sacerdotes otros tres miembros de la Obra: Amadeo de Fuenmayor Champín, José Orlandis Rovira y Juan Udaondo Barinagarrementería. Formaron la séptima promoción de miembros del Opus Dei que –desde los tres primeros en junio de 1944–, recibían el orden sagrado.

Y la correspondiente nota 92 añade: Las promociones anteriores recibieron la ordenación sacerdotal el 25 de junio de 1944 (3 ordenados); el 29 de septiembre de 1946 (6); el 25 de abril de 1948 (3); el 6 de junio de 1948 (3); el 1 de noviembre de 1948 (1); el 26 de diciembre de 1948 (2). Cfr. AVP, El Fundador, vol. III, p. 130, nt. 91.

Así pues, en 1948 hubo cuatro ordenaciones distintas, sumando un total de 9 ordenados, de los cuales falta todavía un nombre, que tras una nueva búsqueda resulta ser Juan Bautista Torelló y Barenys. Se distribuyeron así:

25/04 (3): Adolfo Rodríguez Vidal, Juan Antonio González Lobato,  Jesús Urteaga Loidi

06/06 (3): Federico Suárez Verdeguer, Juan Bautista Torelló y Barenys, ???

01/11 (1): Salvador Canals Navarrete

26/12 (2): ???, ???

???: Francisco Xavier de Ayala Delgado, Ignacio Echeverría Recabeitia, Antonio Pérez-Tenessa Hernández

Consultado el libro de Andrés Vázquez de Prada en la nota citada en el estudio anterior, sale algo más de información (aunque hay alguna pequeña discrepancia de días con las fechas citadas anteriormente):

El 25-IV-1948 (tercera promoción) se ordenaron 3;

el 6-VI-1948, 3;

el 26-XII-1948, 2;

el 4-XI-1948, 1;

el 14-XI-1949, 4;

el 20-VII-1950, 1;

el 1-VII-1951, 20;

el 15-VII-1951, 2;

el 27-VII-1952, 8.

Finalmente, ya que estaba, busqué en la misma web extraoficial los años 1950-1952:

1950

Salvador Moret Buendía

1951

Miguel Rivilla Vidaurre

Guillermo Porras Muñoz

Florencio Sánchez Bella

Ramón Taboada del Río

Ignacio Sallent Casas

Alfonso Par Balcells

José Ramón Madurga Lacalle

Odón Moles Villaseñor

Ignacio María de Orbegozo y Goicoechea

Alfredo García Suárez

Francisco Javier de Silió Gómez-Carcedo (aquí la fuente es distinta)

1952

Manuel Botas

José Luis Masot Abizanda

Daneel, me ha gustado lo de titular una nota algo así como “Lo del bidón de gazpacho”… el asunto es que entre las cosas que la administración de Aralar nos mandaba, había unos cuantos galones de gazpacho: entre el zarandeo del viaje y que no venía con instrucciones de “sírvase enseguida”  el gazpacho fermentó, y una noche nos sorprendió con una serie de explosiones (eran varios contenedores cerrados con tapa de rosca).  Cuando entramos a la cocina, había gazpacho en el techo, en las paredes, en el piso… pero un río de gazpacho fermentado, con burbujas y todo. Fue todo un tema limpiar aquello...