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CORRESPONDENCIA

Lunes, 10 de Octubre de 2016

María del Carmen Tapia, en sus últimas voluntades, quería “una misa sencilla” por su alma cuando falleciera. Tengo la duda de si una misa sencilla es igual a un funeral sencillo; se lo preguntaría a ella pero habrá que dejarse llevar por la intuición o la corazonada.

Así que os invito a asistir a una misa sin más en la parroquia a la que ella pertenecía, al lado de la que era su casa en Madrid, el jueves 13 de octubre a las 19.00 horas en la parroquia del Santísimo Redentor, en la calle Félix Boix nº 13, de Madrid. 

Un abrazo,

Agustina

Querido Isidro,

Como tratamos entre personas adultas, yo no voy a decirle a un padre de familia qué debe hacer con respecto a lo que planteas. Permíteme sin embargo describirte mi experiencia:

- Mi padre se empeñó en meterme en un colegio del Opus Dei desde los 3 años.

- La educación pésima. La captación comienza a los 9 años, edad en la que las alumnas en España empiezan a ir al club. Colegio y club tienen el mismo objetivo. Recuerda que a los colegios los llaman “semilleros de vocaciones”.

- Mis padres me prohibieron ir al club y acabé pisándolo sin su consentimiento, mintiendo y a escondidas con 13 años. La labor de captación ya estaba hecha, y fue en el colegio.

- Ellas me indicaron que mentir no estaba mal, pues muchas amigas tenían novio sin que los padres lo supieran.

- Pité (me hice del Opus Dei) en el colegio escribiendo una carta a los 15 años.

- Mentí sistemáticamente hasta los 18. Supuso mucha tensión.

- Con 18 lo conté todo y a la semana me fui de casa a un centro. Toda una infancia engañando, no me lo perdonaré jamás.

- A los dos días de pitar, sentí un remordimiento brutal y les dije que rompieran la carta. Esto nunca sucedió.

- Con 23 años quise salir. Insistí mucho… no hubo forma, me convencieron.

- Con 24 enfermé. El trato fue deplorable. Creo que hubo malos tratos por parte de una directora.

- Con 25 me despidieron como al trabajador al que la empresa ya no considera útil.

- Pocos años, muchas secuelas y mucho dolor.

Hoy concluyo que jamás debí pisar aquel colegio y que mi padre tuvo mucha culpa. Antes la persona que la educación en un ambiente elitista.

Suerte

Andrómeda

El otro día leí el artículo de canina "Nueve mentiras del prelado del opus dei en su última carta", publicado en Opuslibros el 21 de octubre de 2011. El artículo de canina hace explícitas nueve mentiras del prelado en una de sus cartas para consumo interno del opus dei, sobre la llamada "charla fraterna".

Salvo algún pequeño detalle, me parece que canina da en el clavo, y que lo que dice el prelado en su carta es alucinante, porque está a años luz del carácter real de la "charla semanal" (quizá sería mejor llamarle "inspección semanal o "control semanal obligatorio"). Y creo que cualquier miembro de la prelatura, especialmente las/los numerarias/os, son perfectamente conscientes del carácter inquisidor de la supuesta "confidencia de hermana/o a hermana/o".

Lo que no consigo explicarme es por qué el prelado se lanza a escribir una carta sobre la charla que los destinatarios saben perfectamente que es un grosero falseamiento de la realidad. Si se tratase de timar a la autoridad eclesiástica (como en el caso de los estatutos de la prelatura, por ejemplo), lo entiendo, porque se trata de engañar a alguien que no tiene conocimiento directo de la realidad. Pero, en el caso de la tropa del opus dei, que sí tiene conocimiento en su propia carne de la realidad de la "cuenta de conciencia", ¿qué sentido tienen esos mensajes internos? ¿A quién quiere engañar el prelado? Porque me parece que con ese tipo de mensajes lo único que consigue es desacreditarse ante su gente.

Saludos,
Beni

Muchos miembros del Opus Dei se pasan las horas y los días dándose consejos los unos a los otros y dándoselos a los demás sin que nadie se los pida. Pues bien, hoy, he querido yo darle unos consejos directos a mis amigos de la Obra y se los voy a dar porque me da la gana, que como ellos mejor que nadie saben, es la razón más sobrenatural. Y ahora que tanto se nos recomiendan las Obras de Misericordia, me he fijado en un par de ellas: dar buen consejo al que lo necesita y corregir al que yerra. Así que, queridos amigos y amigas, tened la bondad de escuchar a quien no desea más que vuestro bien. Puede que resulte duro en algunas cosas, como duro es el gesto del cirujano sanador, porque la verdad no siempre es agradable, al contrario de la lisonja. Me he permitido enumerar mis consejos de la manera siguiente...

De psiquiatras y cosas peores. Tapatio

El Opus Dei y su respeto por la fama de las personas. Isabel Nath

No es fácil. Desde mi salida de la burbuja. Pensativo

Empresas de paja. Nacho Fernández

¿El Opus Dei mejora a las personas?  Melqui

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