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Opus Dei: ¿un CAMINO a ninguna parte?

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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 20 de Junio de 2016



Otra sentencia, a modo de entretenimiento.- SIRDAN

Espero no pisarle la jugada a JaraySedal, pero leyendo su aportación de otra sentencia, se me ha ocurrido hacer una retrospección, buceando en las bases de datos, en busca de otras sentencias dictadas en las que aparece el Opus Dei. Curioso muy curioso. Además en sentencias que al parecer le son favorables. Citare una y extraigo uno de los antecedentes: SAP, Civil sección 18 del 22 de enero de 2008 ( ROJ: SAP M 942/2008 - ECLI:ES:APM:2008:942)Sentencia: 36/2008 | Recurso: 442/2007 | Ponente: MARIA GUADALUPE JESUS SANCHEZ

“No pudiendo ser tampoco estimada la alegada falta de legitimidad pasiva de la demandada, en cuanto se dice que los ingresos obtenidos por la actora, se ingresaban en su caso en cuenta perteneciente al Club Virunga, perteneciente a CECFOR, respecto del que se alega, es totalmente independiente de la parte demandada. Y ello, dado, que evidenciado que el único hecho determinante de la estancia de la actora en Zaire, lo era precisamente su pertenencia al Opus Dei, resulta acreditado a tenor de la prueba documental aportada por la actora, que vivía en el Club Virunga, formando parte de su dirección, Club este, que si bien jurídicamente, no tiene vinculación con la organización Opus Dei, es evidente, que se hallaba bajo su amparo, y seguimiento de directrices, constituyéndose en un Centro, en el cual, la actora y otras personas, también pertenecientes al Opus Dei, desarrollaban su vocación vital religiosa, de integración en dicha Organización. Del mismo modo, no cabe sino apreciar, que el ingreso de los emolumentos percibidos por la actora, como trabajadora de la Embajada Española en Zaire, precisamente en cuenta bancaria perteneciente al club Virunga, no tiene por causa y origen, otra cuestión distinta al hecho de la pertenencia de dicha actora a la Organización Opus Dei, en el marco y seno de la cual, se desarrollaban todos los aspectos de su vida, y de ningún modo, a una decisión personal de la misma, de favorecer a dicho Club, puesto que tal y como se acredita documentalmente, el ingreso de los emolumentos alcanza el 100 % de los mismos. Cuestión que enlaza con los votos y condicionantes religiosos de pertenencia de la actora con el Opus Dei, y no con una donación por distinta causa, a institución de fines sociales.”


Visto esto, ¿hasta qué punto puede seguir publicándose por la prensa, hasta qué punto el Vaticano puede seguir pensando etc. que son ciertas las afirmaciones sobre la aportación económica de los numerarios y numerarias de forma voluntaria? ¿No queda aquí claro que se entrega todo, todo y todo los dineros y por obligación impuesta por la organización?. ¿Alguien puede dudar de que esto es así, y no que se lo inventa Agustina, u Opuslibros?.

En fin pido perdón, porque lo he visto como entretenimiento, pero lo que se vislumbra a través de estas sentencias publicadas es un inmenso dolor. Dolor de personas que han tenido la valentía de acudir a los tribunales, con un coste económico y personal importante, y que a pesar de que el éxito de sus planteamientos se pueda pensar que ha sido escaso, han dejado, sin embargo, blanco sobre negro, constatada como verdad judicial, una realidad que es negada con todo cinismo por la cosa.

Sirdan.



La entrevista de Escrivá con el embajador Garrigues en 1969 (2).- Simplicio

Sigo comentando el memorándum del embajador de España ante la Santa Sede, Antonio Garrigues, dirigido al ministro español de Asuntos exteriores, Fernando de Castiella, sobre una entrevista que había tenido el embajador con Escrivá a principios del año 1969. 
 

Política y religión

 

Escrivá sentencia que los curas no tienen que meterse política y los seglares no tienen que inmiscuirse en el gobierno de la Iglesia.

"Los curas no tienen que meterse en política. Eso es para los laicos, para los seglares, y éstos tienen que hacerla con toda libertad, sin inmiscuirse a su vez en las cosas de la Iglesia, es decir, en lo que está reservado dentro de ella a los obispos y a los presbíteros" (recuerdo que aunque entrecomillo la frase hay que notar que no se trata de un texto literal de Escrivá sino del embajador; el cual sin embargo está tratando de reproducir lo más fielmente posible las palabras y pensamientos de aquel)...



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Perfeccionismo y virtudes humanas.- Entregado

El fin del cristiano en la tierra es dar “gloria a Dios”, y esto lo hacemos incluso al beber un zumo de naranja y alegrarnos de ello. Me pregunto si en esto coincide con el “para mayor gloria y alabanza de Dios nuestro Señor” de san Ignacio, que se lleva a cabo mediante el “amar y servir”. El problema según lo vengo entendiendo es que en el Opus la gloria de Dios tiene el centro en mí, “con mi trabajo bien hecho doy gloria a Dios” (¿y el que no puede hacer un trabajo bien hecho?).

EL trabajo bien hecho se entiende en un modelo aristotélico de perfección: lo perfecto es lo acabado, lo limitado, lo que se puede entender humanamente como perfecto. Se supone que lo quieres hacer así “por amor”, ahí queda el discernimiento. Lo hago así (bien hecho, delimitado) por amor (intención ética ascética). Como amo a Dios lo voy a intentar hacer bien para darle gloria (un esquema de obras por lo tanto). ¿Qué hay del afán de servir porque aquél al que sirvas merece ser servido?

En el opus te estás mirando a ti mismo de reojo constantemente… ¿Y qué es un trabajo bien hecho? ¿Cuánto amor he puesto en mi trabajo si su fin no está en las personas a las que voy a servir con él, sino en que “yo lo haya hecho bien”? (Porque eso es la santificación del trabajo en el Opus). ¿Quién o qué da la medida de mi amor a los demás en mi trabajo? ¿Un criterio humano de perfección (aristotélico)? Lo peor de este esquema es que afirma categóricamente que lo perfecto según un ideal humano (aristotélico) es lo perfecto a los ojos de Dios. Y ¿qué queda de esa perfección humana en Cristo crucificado? ¿Cómo afirmar, como decía san Josemaría, que Cristo “probablemente hacía un trabajo “humanamente perfecto” y que tenemos que imitarle en esto? ¿Es esta actitud exterior que hay que imitar, estos resultados externos que se pueden medir por criterios humanos? ¿Quién dice que el amor de Dios tiene que manifestarse en virtudes humanas o auto-perfeccionamieto ético?

Si Cristo se hubiera dedicado a “perfeccionarse a sí mismo” (con virtudes humanas infinitas), probablemente habría dejado de lado su misión y se habría dedicado a mirarse en el espejo haciendo examen de conciencia diario, “¿qué virtudes me faltan?”. La gloria de Dios es Cristo crucificado, y en Él en la cruz no hay (humanamente) “hermosura” como dicen los profetas. No es la hermosura humana, la perfección como la entendería un aristotélico, lo que se ve en la cruz. Los griegos desechan a san Pablo por predicar a Cristo crucificado (necedad para los griegos). Buscar la perfección aristotélica, probablemente es al contrario “necedad para Dios”, o a lo sumo una “buena intención” que pone sus energías donde no debe…

El amor es un don de Dios... el amor que "pongas" en tu trabajo no se medirá por cómo lo hagas de bien, sino por lo abierto que estés a transmitir el amor de Dios a través suyo.

Entregado 





Vivir el espíritu del Opus Dei fuera de él.- cooperata

Sobre el tema de vivir el espíritu del Opus Dei fuera de éste, he leído escritos que me han hecho reflexionar mucho. Yo nunca fui numerario, yo era estudiante de una carrera muy dura que tenía que estudiar un montón y que no tenía mucho tiempo para ir a recibir doctrina a los centros. Iba con otros compañeros a estudiar porque un compañero mutuo del grupo era numerario y, como no podía salir por las noches a estudiar a nuestras casas, íbamos al centro (un Colegio Mayor). Como veníamos del un colegio de fomento, no nos escandalizaba todo lo que veíamos e incluso éramos lo suficientemente piadosos como para meternos en misa o un círculo.

Hablamos entre nosotros qué éramos. No éramos de la Obra pero "vivíamos su espíritu". Algunos más que otros. Fue cuando un enterado de entre nosotros dijo que eramos "cooperadores" (de ahí viene mi sobrenombre). Recuerdo que se habló entre nosotros de la posibilidad de vivir como si se fuera del Opus Dei sin serlo. Yo defendí que sí. Sin entrar en detalles, descubrí más tarde que no era así. Muchas cosas puedo decir del por qué, pero ahora descubro que el elemento fundamental que le impide a una persona "normal" vivir el Opus Dei sin serlo es la libertad.

Yo fui libre, y poco a poco me fui desvinculando de la Obra porque esta libertad me permitió tener una espiritualidad propia. Mi relación con Dios fue directa porque así lo decidí y sigue siendo así. No tengo que justificarme, nadie me dice qué es más correcto, nadie mide mi generosidad ni mi entrega, no me siento culpable porque fallo el minuto heroico, la pureza es sólo pureza y he descubierto que la vida de fe tiene muchas más formas de expresión y ninguna de ellas se impone sobre la otra.

Supongo que los numerarios que han dejado la obra podrán decir si su vida de piedad la siguen viviendo como la vivían en el centro, no he leído escritos sobre el tema. Sería enriquecedor.

cooperata





Una comparación no llega a ser del todo un razonamiento.- Curial

Discrepo un poco de Ana Azanza cuando suele encadenar temas variopintos del franquismo o la historia española con el Opus, como por ejemplo los internados del "Auxilio Social".

Yo veo estas analogías y comparaciones como métodos auxiliares, tal vez fecundos, pero que se han de subordinar a la vía de la argumentación y al estudio de fuentes. "Comparaison n'est pas raison", o sea una comparación no llega a ser del todo un razonamiento, como reza una máxima francesa, que seguramente no le es desconocida.

Yo, por ejemplo, encuentro que el tema de los orfanatos franquistas es algo tangencial con el Opus y no me gusta ceder al llamado "demonio de la analogía", cargando al Opus de más "muertos" de los que ya tiene.

Curial





Escritos recomendados.- Agustina

Privilegiada. Lizzy Babieca

Monseñor Oscar Romero y el Opus Dei. Homere

El Opus Dei se encuentra en una situación delicada. Romarí

El sacerdocio como culminación del éxito vocacional. Gervasio




 

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