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CORRESPONDENCIA
Viernes, 22 de Julio de 2016
Cuando parece que ya no te pueden machacar más… sí que pueden.- Fueraborda
Por fin parecía que llegaba la hora de enfrentarme sin más dilación a encontrar un trabajo "en la calle", como ellas decían. Ya os conté los fracasos obtenidos, y tenía suficientemente los pies en la tierra como para saber que no había empresario al que le interesara contratarme.
Pensaba que lo más apropiado para mí sería poner una tienda de modas, pero me faltaban todos los medios y, desde luego, mi madre guapa no me iba a ayudar. Lo conseguiría, pero tenía que darme un tiempo.
Y mientras, ¿qué iba a hacer? Porque no paraban de recordarme que sin un trabajo no podía ni santificarme, ni mantenerme, y textualmente: “que no podía seguir sentándome a la mesa a base de la aportación económica de las demás”. Comprenderéis que fue una puñalada, y mi orgullo estaba muy herido...
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Impresionante. Para Fueraborda.- Ottokar
Uno pensaba que ya estaba curado de espanto pero el testimonio que está publicando Fueraborda a lo largo de los últimos días es sencillamente impresionante. Me ha hecho volver a recordar las experiencias que nos contó Carmen Charo hace años (Recuerdos del camino.- Carmen Charo - 2004) y el testimonio de María del Carmen Tapia en su libro (Tras el umbral, una vida en el Opus Dei.- )
¡Gracias, Fueraborda, por haber vivido para contarlo!
Ottokar
Acerca de las intervenciones sobre politica.- Aquilina
Querida Agustina y todos,
antes que nada quiero aclarar que mis prolongados silencios en esta página no son causados por disinterés: cada lunes, miércoles y viernes espero la puesta al día hecha por Agustina para… ponerme al día yo también, leyendo con cariño, o con interés, o con ambos, las intervenciones de todos.
La página de Opuslibros, cómo es lógico, ha ido evolucionando, aunque sin perder su vocación inicial, pero a mí sigue gustándome, interesándome y a menudo emocionándome como el primer día, y sigo dando gracias a Dios por su existencia. Siempre reivindico con orgullo mi participación desde la primera semana de su existencia, y topar casualmente en ella desde esos primeros instantes es para mí la más cientifica demostración de lo cierto de la existencia de la sincronización...
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Los buenos.- Elcanario
Las incomprensiones entre la Compañía de Jesús y el fundador del Opus Dei tuvieron lugar antes y después de la guerra civil española. Esa es la conclusión que se saca del libro "Apuntes de Ejercicios Espirituales con San Josemaría Escrivá" que ha escrito el religioso agustino Félix Carmona Moreno. Ahora ha llegado a mis manos un ejemplar de esta obra en edición personal de su autor y publicada en San Lorenzo de El Escorial (Madrid) en 2003. Lo he conseguido en una librería de anticuario. Las afirmaciones que hago están contenidas en la introducción biográfica de "San Josemaría Escrivá"que hace este religioso para conocer la vida del fundador del Opus Dei.
Los "Apuntes" se refieren a unos Ejercicios Espirituales que predicó el hoy santo del 3 al 11 de octubre de 1944 a la comunidad agustina del monasterio de San Lorenzo de El Escorial, formada por sacerdotes, hermanos y estudiantes profesos, o lo que es lo mismo seminaristas mayores agustinos. La mayor parte del texto son apuntes de esas meditaciones.
En ningún momento de los "Apuntes" Félix Carmona Moreno emplea las palabras "Compañía de Jesús", ni "jesuitas", pero los que hemos conocido el Opus Dei por dentro sabemos que cuando se habla de la incomprensión de "los buenos" se refiere al grupo religioso fundado por San Ignacio de Loyola. Veamos algunos ejemplos:
--En la página 27 Carmona dice: "... No faltaron las tensiones ante tan oscura situación (se refiere a la II República española) y, por añadidura, algunas críticas de los buenos. En medio de este panorama se decía a sí mismo: Y si todo esto es mentira, pura ilusión tuya y pierdes el tiempo y, lo que es peor, lo haces por perder a tantos (...)".
--En la página 32, aparece el siguiente texto: "La Obra se extendió por todo Madrid y otras provincias. Sin embargo, en medio de ese éxito de la posguerra, vendría la persecución por parte de los buenos. No fue un camino de rosas, abundaron las espinas. Se ha dicho que las obras de Dios sufren contrariedad, cosa que es fácil comprobar en las vidas de todos los santos en general". "San Josemaría lo experimentó en su propia carne y en su obra, sobre la cual llovieron incomprensiones, difamaciones y verdaderas calumnias, nada fácil de entender humanamente, especialmente si se piensa en algunas de ciertas procedencias. Las hay que resultarían hasta ridículas, si no fuera por la malevolencia que encierran, afirma un autor neutral. Hasta se les acusó de connivencia con la masonería y hubo denuncias a las autoridades eclesiásticas y civiles, que se fueron desvaneciendo, aunque en algunos ingenuos quedara la duda sin fundamento". "Por citar tan solo un testimonio, que vale por muchos, en defensa de la ortodoxia, legalidad, fidelidad a la Iglesia, etc. de Escrivá y su obra, baste el del obispo de Madrid, Dr Leopoldo Eijo y Garay en contestación a un personaje religioso: "Ya sé el revuelo que en Barcelona se ha levantado contra el Opus Dei... Lo triste es que personas dadas a Dios sean el instrumento para el mal. La Obra está en manos de Dios y de la Iglesia... de suerte que desde sus primeros vagidos hasta sus actuales ayes resuenan en nuestros oídos y en nuestro corazón. Porque créame Reverendísimo Padre, el Opus Dei es verdaderamente Dei desde su primera idea y en todos sus pasos y trabajos (Vázquez de Prada, p 228). La razón no tenía vuelta de hoja. No obstante, las erróneas interpretaciones seguirían en algunos sectores. Pero Dios estaba por encima de toda tempestad".
Al autor de estos apuntes se le nota la cercanía al Opus Dei. Aunque habla de Ejercicios Espirituales, habla más de retiros espirituales. Cuando entré en el Opus Dei se me indicó que no se podía decir Ejercicios Espirituales, y sí curso de retiro, pues no eran lo mismo. No obstante, Carmona Moreno reconoce que el esquema general era ignaciano, pero se movía con libertad en el tema. La primera meditación comunitaria era tomada del libro "El religioso en soledad o ejercicios espirituales", de Nicolás de la Chiesa, religioso agustino italiano del siglo XVIII. Las restantes meditaciones eran predicadas por el hoy San Josemaría.
Llama la atención que Felix Carmona nunca se refiera a San José María y sí a San Josemaría. ¿El Opus Dei intervino en la redacción de este libro? El autor reconoce que consultó a Jesús Urteaga, sacerdote numerario, si veía bien la publicación de éstos "Apuntes" y éste le respondió que muy bien. Algún defecto se le ha escapado a este agustino. Del padre del fundador dice que se llamaba José Escrivá de Balaguer, cuando la realidad es que el de Balaguer se lo añadió el propio fundador.
Dentro de la Obra se hablaba del comercio de tejidos del padre de San Josemaría, pero no de una fábrica de chocolate, cosa que sí dice este autor. Carmona no habla de los que se fueron del Opus Dei antes de la guerra civil o a comienzo de los años cuarenta del siglo XX. Para él todo fue maravilloso. Se da la circunstancia de que él fue uno de los que escribieron una carta testimonial a la muerte de San Josemaría, junto con otros agustinos que estuvieron en esos días de Espirituales y luego aparecieron en unos folletos.
ELCANARIO
Un peculiar antecedente de la obra de Dios (IV).- Pinsapo
El presente capítulo surge a raíz de las peticiones del escrito de Gervasio del 18/07/16, a quien agradezco sus palabras y su interés. El como nadie ayudó a desentrañar la confusión que se creó en el mensaje del Opus Dei sobre “estados y santidad.” Sobre su interés por acceder a las Constituciones de la Escuela de Cristo, puede verse en internet una edición en PDF hecha en Sevilla en 1790, copia del original de 1656.
Pinsapo
CAPITULO 4º: Búsqueda de la perfección cada uno según su estado.
4.1.- Perfección según cada estado.
4.2.- El padre Obediencia.
4.3.- Levadura en la masa.
"El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que toma una mujer y mezcla con tres medidas de harina, hasta que fermentó todo." (Mt. 13, 33).
4.1.- PERFECCIÓN SEGÚN CADA ESTADO.-
La finalidad de la Escuela de Cristo no es otra que la búsqueda de la perfección de sus miembros “cada uno según su estado”, como dicen literalmente las Constituciones de 1656 en su capítulo 1º (Del fin de esta escuela) que finaliza así: “…buscando todos en su estado el camino y senda estrecha y más segura de salvarse.” Se explica la singularidad de esta institución como precedente de las asociaciones laicales en la carta pastoral de 1953 de García Lahiguera Pax Christi que afirma de la Escuela de Cristo:
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No crean que salí bien librada de la obra.- Serendipia
Hola a todos, seguiré por aquí enviando textos con situaciones vividas. Aunque apenas he enviado el primer escrito “También me he ido”, éste es el segundo.
No crean que salí bien librada de la obra. Por supuesto que acabé viviendo la ansiedad muchos meses, fruto de la depresión que ya vivía dentro de la prelatura. A veces me vuelven a asaltar algunos síntomas pero ya menos, dice mi doctora que la ansiedad es algo que puede ser crónico, pero que yo he tenido una evolución muy rápida...
He tratado de rodearme de gente positiva, de gente que no ande con religiosidades, de salir y disfrutar de actividades “mundanas”: el cine, teatro, partidos de futbol, ir a bailar, desvelarme en bares o restaurantes disfrutando de las conversaciones con los amigos. Todas estas cosas, son actividades fabulosas. La realidad es que en la obra NO estábamos en medio del mundo, cual “cristianos corrientes”. Mis amigos, el primer día de cine, tenían los ojos abiertos como platos porque, la verdad,yo parecía venida de otro planeta, ha cambiado mucho el servicio del cine. Me he visto con dos numerarias, son buenas amigas, en distintos restaurantes al aire libre, y ellas son las raras ahora: solo me dicen “woow, vuélveme a invitar a este lugar, ¡qué bien se está!”.
La depresión que muchos vivimos, y que te deja como herencia la ansiedad, es fuerte. Si la que he vivido ha sido difícil para mí, no imagino la de quienes llevan mucho tiempo allí dentro y a base de pastillas. Cuando entregué mi carta de petición de dispensa, tenía muchos miedos: no podía estar sola, tenía pánico a los espacios reducidos (claustrofobia), a la oscuridad, a evitar dar opiniones, es que no es tan fácil un rompimiento de vida y más con las amenazas condenatorias. Una se ve a sí misma tan estúpida por haberse dejado explotar, por haber sido tan ignorante en cuestiones religiosas o espirituales y haber entregado tanta vida a aquellos para quienes hoy no eres nada. Hoy lo cuento, porque me siento mucho mejor y no quiero que más gente caiga en ese engaño. Dios no tiene nada que ver con eso.
Esta conferencia de TED.com (“Depresión, el secreto que compartimos”) ayuda a darte cuenta de cuando la mucha tristeza llega a tu vida y no entiendes por qué, a mí me sirvió para darme cuenta de mí y para pedir ayuda a tiempo.
Hay gente que cree que quienes aquí escribimos somos gente malvada. En algún momento yo así lo creí también, pero ya vivía situaciones que aquí cuentan en muchos escritos y me sentí identificada con ellos. Estoy convencida que caí en una secta. Hay muchos escritos por aquí que te pueden ayudar a tomar la decisión como a mí me ayudaron. A prepararte para una salida en la que puedes cuidar de algunas situaciones y buscar apoyo en personas ajenas a la prelatura.
Cuando trabajaba en el colegio, supe de varias numerarias y agregadas que estaban atendidas por psiquiatras, no estaban bien. En una ocasión, llegaron varias alumnas a mi oficina, asustadas, diciéndome: “¡¡venga por favor, venga por favor, se ha metido una loca al colegio!!”. Y en una de las canchas, estaba una numeraria de unos 70 años, que no trabajaba ahí, rezando el rosario, dando vueltas y vueltas a paso rápido sobre la cancha deportiva. Vestida muy lady, con un gran sombrero en su cabeza. La verdad, sí te asustaba. Fui por ella, la llevé a una oficina y le di un poco de agua, estaba muy asoleada. La llevé a su centro y allí me dijeron: “¡pero qué le pasa! No te preocupes, está un poco enferma” (con la típica seña, girando el índice sobre la cabeza, de “está loca”). L
En otra ocasión, una profesora que iba a medios de formación, me comentó detalles que no le gustaban de su círculo y le recomendé cambiarse a un círculo en otro centro (de gente joven). A la siguiente semana de ello, llegó la numeraria responsable del círculo que dejó ésta profesora, muy alterada, a reclamarme ese hecho, me dijo: “¡son MIS números!”. ¿Alguien aquí puede decirme si las directoras tienen alguna cuota?
Otra anécdota: Una vez fuimos al mar varias agregadas, estando de convivencia, y una de ellas le preguntó a la directora si podía bañarse y lavarse el cabello, no tenía ni gripe ni tos ni enfermedad física alguna. En otro momento que estábamos en tertulia, la misma persona preguntó si podía ir al baño, interrumpiendo la plática que se tenía con todas. Otra ocasión que festejábamos el cumpleaños de esta persona, le quise dar un abrazo y beso de mejilla y me dijo que no, no dejó que nadie le diera abrazo, y me dijo que los besos de mejilla no estaban bien. Entendí que besitos, pues … solo a la Cruz de Palo. Creo que hay quien llega a extremos de infantilismo.
Ese sistema de santidad en medio del mundo, no funciona. Mucha depresión, se oculta la tristeza real sentida porque es “la aliada del enemigo”.
Les comento que en estos últimos 12 meses se han ido otras siete (n, agd y nax).Yo soy la primera que se va del que era mi centro. Les puedo decir que solo hay 4 en el centro de estudios de esa ciudad. Estando “fuera” uno se entera de más cosas que estando “dentro”.
serendipia
Al peggio non c'è mai fine... Para Fueraborda.- Aquilina
Querida Fueraborda,
Sólo quiero decirte que estoy leyendo con emoción tu testimonio.
Leyéndote, me doy cuenta de que realmente “al peggio non c’è mai fine” –lo peor nunca acaba. Aunque los años de participación a Opuslibros ya me enseñaron que mi experiencia, más allá de lo que yo me creía, no ha sido de las más dramáticas, leer lo que te pasó a ti me deja atónita. Y aunque sea mucho peor de lo que he vivido yo, me lo creo totalmente por tener el mismo patrón, el mismo estilo de mi experiencia personal.
También quiero subrayar una sensación, personal pero creo que compartible: siempre desde Italia mirábamos a las españolas con una mezcla de admiración y de miedo. Admiración porque las veíamos mucho más entregadas y fieles a lo que nos vendían como espíritu de la obra, pero asustadas por su dureza e intransigencia. También las personas más amables y alegres entre las españolas, se quedaban tales mientras que no se tocaban aspectos de espíritu, para transformarse en robots fríos y determinados, que daban miedo, al momento de ser ejemplares en su actuación.
Por supuesto hay muchas excepciones a esta generalización que estoy haciendo, pero en general la sensación era esta.
No obstante, nuestra forma de ser típicamente italiana, más suave y diplomática, menos dada al enfrentamiento, no producía efectos distintos, porque al final había que llegar al objetivo señalado, sólo quizá se tardaba un poco más y la victima se quedaba un poco más anestesiada.
Quizá la forma de ser de vuestra cultura tenía la ventaja de provocar una más clara conciencia de quien tienes enfrente, pero sufriendo una violencia directa y sin reparos. Nuestra forma de ser te deja la posibilidad de no tener que enfrentarte con tanto desprecio y distancia y falta de maneras, pero con el riesgo de tardar mucho más en darte cuenta de dónde te encuentras, y hacer mucho más lento el recorrido de reconstrucción.
Te agradezco muy de veras compartir con todos tu recorrido de salida, y aprovecho para agradecer también tantos y tantas que lo han hecho en los últimos tiempos y a los que no se lo he explicitado. Opuslibros es importante por sus testimonios, por sus análisis y profundizaciones, por su información y por la ayuda que proporciona, creo que es importante que todos estos aspectos sigan presentes en nuestra página.
Con todo cariño,
Elena (Aquilina)
La alegría de los hijos de Dios. Para Serendipia.- Dionisio.
Querida Serendipia:
Me ha gustado mucho lo que escribes y me alegro de que pudieras salir adelante. No todo el mundo ha salido igual de bien. Quizá se deba a que eras agregada. En el universo de las agregadas hay mucho más sentido común que en el de las numerarias. Lo mismo con el género masculino. En general, de acuerdo con tu descripción, los colegios del lado oscuro son unos lugares como para salir corriendo y gritando. Yo he vivido también esa experiencia.
Ese libro de Paul Johnson que mencionas también me resultó muy útil. Se lo recomiendo a todo el mundo. De Raymond Brown no tenía ni la menor referencia. Me gustaría que me recomendaras alguna de sus obras que te parezca mejor para empezar. Y sobre las numerarias auxiliares, pensaba hace poco a la luz del evangelio de Marta y María, que Jesús no aprobaría el exceso de trabajo que tienes esas mujeres sin oportunidad para crecer en lo humano ni en lo divino. Se aplica perfectamente lo que le dijo Jesus a Marta.
Un abrazo, Dionisio, el Areopagita.
No creo que estés perdiendo la fe y Dios lo sabe. Para profeattendis.- Dionisio
Querido profeattendis:
Realmente no creo que estés perdiendo la fe. Posiblemente estás perdiendo la paciencia, aguantar tiene un límite. Te puede servir lo que ya escribí a otro en circunstancias similares. Se titulaba Dios es otra cosa y salió publicado el 13 de abril del 2016. También te podría servir el que se titulaba El Consuelo del Espíritu Santo del 11 de junio del 2014.
Si quieres que mantengamos una conversacion personal, dile a Agustina que me mande tu direccion de correo y estaremos en contacto.
Dionisio, el Areopagita.
Confía, qué es lo mismo, solo que diferente. Para PROFEATTENDIS.- A.Plaza
Hice 3º de BUP en Grazalema, así que he sido alumna attendis, y aunque no venga al caso, recuerdo a varias profesoras que se desahogaban con nosotras, porque se sentían asfixiadas y presionadas por “el sistema”.
Así que, si por perder la fe, te refieres a perder la fe en “el sistema”, en la labor educativa que se pueda hacer en tu colegio o perder la fe en la obra, solo me preocupa, en cuanto a que para ti está suponiendo un sufrimiento grande. Y por esto, te brindo todo mi apoyo. Además casualmente estoy en Andalucía, así que, si estamos cerca, podemos hasta disfrutar de una terracita veraniega, donde la vida se ve de otro color.
Ahora solo me sale decirte que tienes que cuidarte para no romperte. Si lo que haces, lo haces por tus hijos, no te olvides que ellos lo que necesitan es una madre que lucha por ser feliz. Aunque te parezca ahora que no tienes otra salida, la vida no se acaba en ese colegio. Ni tu vida ni la de tus hijos. Además, tal vez, cambiando de perspectiva, puedas ser capaz de afrontar tu situación de otra manera que te cause menos dolor.
Lo que me estremece es pensar que estés perdiendo la fe en Jesús, aunque el simple hecho de pedir ayuda es señal de que Dios ya ha tocado tu corazón y seguro que, dentro de poco, encuentras la paz y la alegría que ahora echas de menos en tu alma.
Mi experiencia me ha llevado a confiar en Dios. Es lo mismo que tener fe en Dios, solo que diferente. Confiar es arrojarte en sus brazos, sentirte segura, ir a tu cole acompañada por Él, a modo de guardaespaldas, sentir su presencia, escucharle, refugiarte con ËL en tu corazón, donde nadie puede hacerte daño.
Imagínate todo lo que harías por y con tus hijos si fueras omnipotente y cambia el rol. Ahora tú eres la hija pequeña y el Padre Todopoderoso es ÉL.
De verdad.
Me llamo Arancha. Te dejo mi correo para lo que necesites aplazavaltuena@gmail.com
Lo que no aprendí en el colegio.- Mijael
Queridísima Gus, te escribo hoy con el permiso del autor de este artículo cuyo link te dejo por si tienes a bien publicar.
Emevé
Lo que no aprendí en el colegio Autor: Mijael Garrido Lecca
Publicado en Altavoz Perú
Nos enseñaron a admirar la virginidad, a condenar al sexo y a reducirlo a un acto necesario -por encima de todo- para reproducirnos. Nos dijeron que ser homosexual era una enfermedad. Nos dijeron que los condones no te protegen del VIH...
En diciembre se cumplirán once años desde que me gradué del Colegio Alpamayo. Si bien el décimo primer aniversario del egreso de cualquier lugar no es una fecha que se celebre con especial rigor, este es -para mí- un momento importante. En diciembre habré pasado fuera del colegio tantos años como estuve en él. Muchas de las cosas que aprendí en esa época dibujan el contorno de quién soy como persona y varias de las más entrañables amistades que me acompañan están enraizadas en esos años que viví.
Mi colegio es del Opus Dei, una prelatura de la Iglesia Católica que hace labor activa en muchos países, además del nuestro. Y si bien en el colegio aprendí cosas esenciales, me ha tomado casi una década arrancar de mi ser varias otras cosas que también me fueron enseñadas. Desaprender me ha costado mucho más que aprender. Es que en mi colegio aprendí también a odiar a los débiles y a despreciar a los diferentes. Aprendí a ser un hombre que no se parece en nada a ese que pienso en que quiero ser cuando me acuesto.
No voy a caer en eso que tanto aborrezco de muchos de quienes me educaron: no voy a construir un mundo maniqueo de buenos y malos. De ellos y nosotros. De puros y caídos. En mi colegio y en el Opus Dei, he conocido a personas formidables. Con una dedicación a la lucha por sus principios que admiro y con una fe que, a diferencia de la mía, supo soportar los embates del tiempo. Pero también he conocido a personas llenas de oscuridad: ínfimos hombrecitos que proyectaron sus inseguridades en generaciones enteras de niños inocentes.
En mi colegio no eran bienvenidos los hijos de divorciados. Nos enseñaron que el único método anticonceptivo eficiente era la abstinencia. Nos enseñaron a admirar la virginidad, a condenar al sexo y a reducirlo a un acto necesario -por encima de todo- para reproducirnos. Nos dijeron que ser homosexual era una enfermedad. Nos dijeron que los condones no te protegen del VIH. Nos explicaron que en la guerra civil española, los comunistas quemaban Iglesias. Nunca nos dijeron que los fascistas no eran precisamente pacifistas.
En mi colegio me dijeron que había preguntas que un “chico Alpamayo” no debía hacerse. ¿Y por qué eran los cabros tan malas personas? ¿Cómo es eso de que puedes pensar lo que quieras, pero si piensas distinto te quemarás en el fuego eterno del infierno? Si una mujer aborta, ¿no necesita amor en lugar de insultos? ¿Cómo es eso de que los niños que no se han bautizado no pueden ir al cielo? ¿Por qué solo nos hablan de todas las enfermedades que se pueden transmitir a través del sexo y no nos dicen que, además, hay orgasmos?
En mi colegio aprendí a usar el insulto contra los que pensaban distinto a mí -cuando no pensaba- y aprendí a inflarme con un aire de superioridad moral construido por un espíritu de cuerpo que iba tomando forma cada día, con un Ave María a cada hora, un Angelus al mediodía y un Padre Nuestro a las 3:30 de la tarde por once años. Dejé, por años, que mi individualidad se licúe entre un amasijo de culpas y dogmas. Aprendí a amar a mi prójimo solo cuando mi prójimo era igual a mí. En mi colegio aprendí a odiar las diferencias.
Es infame que las mentes vírgenes de cientos de niños sean instruidas de manera soterrada e inadvertida en una forma tan reducida de ver el mundo. Porque en mi colegio había niños artistas y niños gays. En mi colegio había niños distintos. Niños que cargan, porque hoy son hombres y los conozco, con dolores irrenunciables e infinitamente más grandes que lo que yo pude haber sentido. A esos niños les cortaron las alas. Y no creo que haya acto más vil que romper con la esencia de una persona cuando no puede defenderse.
Naturalmente, viví momentos de felicidad incalculable y forjé amistades sin límites de lealtad. La verdad es que de educación sé poco -o nada- y estoy seguro de que habrá personas que por el Alpamayo pasaron que crean que estoy equivocado. Es que la del Alpamayo es una gran educación, salvo que seas diferente. ¿Qué pasará con esos niños que sienten culpa por mirar piernas también, pero no las de una chica? ¿Qué pasará con esos poetas que nunca lo serán porque abortaron su luz en nombre de un Dios ajeno?
Cada familia es libre de inscribir a sus hijos en el colegio que prefiera. Y si cuando mi chica y yo tengamos hijos ellos me piden ir a la Iglesia y conocer a ese Dios, me sentaré en la primera fila de alguna capilla. Repetiré las letanías que sé mejor que las tablas de multiplicar y los dejaré elegir. Pero nunca, jamás, los dejaré en manos de personas que los obliguen a ser distintos a lo que sus espíritus les dicten. Nunca matricularía a mis hijos en el Alpamayo. En ese lugar nunca trataron de enseñarme la lección más importante: a ser feliz.
Conozco a decenas que cargan con lo mismo que yo y con pena asumo que no conozco a cientos más. A todos ellos les digo: rompan con esas cadenas si no son suyas. Nada ni nadie puede decirles cómo vivir. Fue Jesús, ese hombre cuyas palabras se usan tanto, el que dijo que amen a los demás como a uno mismo. Fue Jesús el que rescato a María Magdalena de las piedras del juicio de los demás. ¿Cómo llegas de eso a decir que el prójimo distinto es un enfermo? Hay que romper con eso, con amor. Eso es todo: amen (sin tilde).
¿Qué ha sido de la millonaria donación de Ruiz-Mateos al Opus Dei?.- Aloevera
Publicado el 18 de julio de 2016 en Vozpopuli
El Opus Dei multiplica por cuatro la millonaria donación de José María Ruiz-Mateos
ALBERTO ORTÍN
Instituto de Educación y Desarrollo contaba con inversiones en empresas cotizadas por valor de 24 millones de euros en 2014.
Publicado el 19 de julio de 2016 en Vozpopuli
ALBERTO ORTÍN
La empresa Instituto de Educación y Desarrollo fue constituida en 1981 por destacados miembros de la Orden.
Publicado el 20 de julio de 2016 en Vozpopuli
ALBERTO ORTÍN
Instituto de Educación y Desarrollo participó en la creación del proyecto de biomedicina Cima, en Navarra.
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