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CORRESPONDENCIA

Lunes, 08 de Agosto de 2016

Varsovia, 1 de agosto de 2016.

Queridos todos.

A comienzos de 1991 nos avisaron del Consejo que la región de Austria nos ayudará a organizar la JMJ1991. De la región vecina del sur enviaron sus mejores fuerzas: Enrique Prat (Herrando). Aún hoy me acuerdo de su consejo: Stefan, no te dejes liar. Luego vinieron los días estupendos de la memorable jornada de agosto del 91, con San Juan Pablo II y el Beato Álvaro. En aquellos tiempos a los jóvenes no les interesaba dormir a la intemperie, no disponer de duchas, no se preocupaban por recargar los móviles, nadie recibía mensajes inútiles. Comían todo lo que encontraban y a nadie le dolía el estómago. Esas jornadas cambiaron Europa central. El 16-8-1991 dejó de existir la URSS…

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La obediencia ciega es solo a Dios no a ningún director en su nombre. Incluso en las órdenes religiosas se permite llevar la contraria hasta tres veces al superior si no se comprende una directriz.

En el opus la obediencia ciega estaba a la orden del día (a un director=voluntad de Dios) y solo hacía que te usaran para sus “fines apostólicos”. “Hablar de Dios”, predicaba Escrivá, es lo que tenemos que hacer. ¿Cómo vas a hablar de Dios si ni siquiera le conoces?

El dios de la obra era un tirano moral, una imagen distorsionada. Un dios que no te acepta y que no da ni signos ni huellas. Sólo exigencias en aras de la “obediencia ciega”, un dios que no se hace oír, y que por tanto es incognoscible. Un dios que no te habla al corazón, sino que quiere destruirlo por completo mientras te utiliza para los fines de la institución, fines que no son más que “empresas humanas”…

La “obediencia ciega” y la falta de discernimiento van de la mano… “El que obedece nunca se equivoca”, de ahí el cúmulo de atropellos hechos en el nombre de Dios por todos los que hemos tenido miedo al error, a ser vomitados de la boca de ese dios, a ser “tibios”, a tener “mal espíritu”, o a formar parte de las “hojas secas”. Quién es la “hoja seca”, el que está dentro o el que está fuera? Si se mira bien, se llega a la respuesta correcta…

Entregado

Buen día a todos.

Me parece acertado el comentario de Lirce, y es que una máxima de la opus es el “burro de noria” (vueltas y vueltas a lo mismo, aunque no lo entendamos… pero sin horizonte alguno), sin derecho a tener derechos, y si te sales de la barca te condenarás, que tanto nos repitieron en charlas fraternas, meditaciones, círculos, convivencias, retiros, porque eso lo dijo un santo canonizado por la Iglesia, y le creímos. Todo esto sin parar, semana a semana, año tras año. Aunque fui agregada y no viví en un centro, los días de vacaciones que tenía se iban en retiros anuales y convivencias, solo veía a mi familia una vez al año unos cuantos días, los días de Navidad, pues vivía en otra ciudad, desde los 18 años, donde no tenía familia. Me pescaron en un UNIV.

Ese ir luchando por alcanzar virtudes, y en “grado heroico”, nunca conformes hasta quedar “exprimido como un limón”. Lo expresa tan bien EBE en su artículo “llamados al éxito”. Y lo curioso es que las virtudes no tienen a Dios como fin. Las virtudes no santifican (¡ahora me entero!). Dios no quiere esos holocaustos.

Me encontré un texto, quería compartirlo por aquí, es del beato González Arintero, que predicaba (como tantos más) desde 1890 a 1928, sobre la “llamada universal a la santidad” dirigido a los laicos, al que Escriba seguramente leyó, y tal vez le conoció. (Por cierto, nunca pude referirme al fundador como “nuestro Padre”, porque la lectura del libro “Carta del diablo a su sobrino”, de C.S. Lewis, da ese título - “nuestro Padre”- al “señor de las tinieblas”, al “señor de las profundidades”, creo que se me ancló negativamente ese título en la memoria).

Arintero dice esto(que por mística entiende “vida sobrenatural”, “vida interior”, “vida cristiana”):

“Erróneamente, en tiempos modernos, separaron la mística de la ascética, haciendo creer que la ascética basta a los cristianos y la otra está reservada para almas extraordinarias; que para la “santidad ordinaria” basta el simple ejercicio de las virtudes sin contar para nada con los dones del Espíritu Santo, como si los hubiéramos recibido para tenerlos ociosos. (…) El modo humano es lo propio de la ascética, con los Dones nos hacemos hábiles para seguir la divina moción e inspiración y ser almas verdaderamente espirituales”. (Libro “La verdadera mística tradicional”).

Así pues, no es el modo humano sino el modo divino el que nos hace santos, los frutos del Espíritu Santo (virtudes expresadas por San Pablo, son lo que llamamos “consuelos del Espíritu Santo”), y las Bienaventuranzas como el fruto más alto. Y Tomás de Aquino dice: “Las Bienaventuranzas se llaman solo a las obras perfectas. Por eso, en razón de su perfección, se atribuyen más bien a los Dones que a las virtudes”.

Para quienes leen en Opuslibros y que están cuestionando su “vocación” a la opus: no equivoques tu vida, el precio a pagar es muy alto, estás a tiempo. Solo tienes un director: el Espíritu de Dios, y no el que Escriba indica en su máxima “Camino”, punto #941:“Obedecer..., camino seguro. —Obedecer ciegamente al superior..., camino de santidad. —Obedecer en tu apostolado..., el único camino: porque, en una obra de Dios, el espíritu ha de ser obedecer o marcharse”. Y Cristo nos dijo: “El Espíritu de la verdad, os guiará hacia toda la verdad…”, nos dejó como guía al Espíritu Santo.

Mejor intenta formar una familia maravillosa como lo hizo San José y la Virgen María (muchas aquí, al igual que yo, ya no tenemos esa hermosa oportunidad de dar vida, de tener hijos), ten amigos y familia de los de verdad, de los que no te cobran hasta el último peso de tus ingresos por formar parte de su “familia”, pues el día que decides salir del “club” te dejan con una mano adelante y otra atrás, te vas sin nada, en medio de una gran tristeza, y se olvidan de ti (así entienden la Caridad y la Misericordia). Me he enterado de una persona (atendida por psiquiatra) que le han dicho que piense en retirarse de la prelatura, y en su trabajo, una obra corporativa, están viendo hacerla renunciar (no correrla laboralmente), esto hizo que despitaran, indignadas, tres supernumerarias que tenían más de 30 años en la prelatura. Así las cosas.

Aquí encontrarás miles de testimonios de personas que fueron verdaderos hijos, con una entrega grande y sincera, que muchos salieron enfermos, desgastados, algunos ya con sus padres fallecidos, sin un hogar donde vivir, siendo unos desconocidos para sus demás familiares, sin un currículo profesional, sin haber cotizado, y esto es una tremenda bajeza, vil, mezquina, que les jugó una institución con un camino de éxito mundano canonizado.

¿Alguien aquí sabe si son verdad estas palabras del Cardenal Bergoglio, durante el cónclave antes de ser Papa Francisco: “Jesús está encerrado en la Iglesia y toca la puerta porque quiere salir”?

Fueraborda: He terminado de leer esta parte de tu vida, recibe un abrazo con cariño y admiración,

Serendipia

La audacia de la gente de la Obra no conoce límites, sobre todo cuando se trata de poner en un lugar muy destacado a San Josemaría Escrivá de Balaguer. Recuerdo que cuando dejé el Opus Dei en 1998 algunos veteranos insistían en defender la tesis de declarar al fundador como padre de la Iglesia. Siempre me pareció una exageración. Nunca lo compartí. Si defendían eso es porque lo habían oído de otros veteranos o de algunos directores. A eso no me voy a referir hoy, sino a lo que he vivido estos días cuando estaba haciendo un viaje denominado "Ruta Carlomagno".

Nunca sospeché que iba a encontrar un rastro del fundador en la catedral de Colonia (Alemania), al que algunos consideran como el templo gótico más importante del mundo. Lo que menos podía esperar en la catedral de Colonia es que en la cripta existente debajo de su altar mayor iba a encontrar una referencia a San Josemaría Escrivá de Balaguer, junto a otros importantes personajes de la Iglesia Católica. No pude hacer una foto. Eso sí su nombre brillaba debido a la luz allí instalada y cerca de la parte central. Me pareció muy fuerte y me dije: la osadía no conoce límites. No sé de quien fue la iniciativa. Ahora dirán que fue una iniciativa de alguien ajeno al Opus Dei, como puede ser un arzobispo. Debido al poco tiempo del que disponía por ser un programa apretado no pude investigar más. Si algún alemán lee Opuslibros, ¿me puede aclarar esto? Igual es que yo ignoraba ese dato. No creo que se sea un lugar para escribir allí su nombre hasta con el añadido de Balaguer.

Cuando estuve en Guayaquil (Ecuador) había una capilla con un cuadro de San Josemaría en la catedral. Este caso es fácil de entender pues allí había un arzobispo que era numerario del Opus Dei y anteriormente hubo otro también numerario. Esa diócesis estuvo gobernada por dos numerarios durante más de cuarenta años. En Madrid los directores de la Obra presionaron para que hubiera una calle dedicada a San Josemaría. Al final consiguieron una plaza en un barrio periférico. En la catedral de la Almudena de Madrid tambien existe una capilla dedicada al fundador, en la que se reproducen algunas cosas de su vida. Los relieves y la escultura allí existentes son del escultor Venancio Blanco, padre de un numerario del Opus Dei. Cuando no había casi dinero para acabar la catedral de Madrid, se vendieron las capillas laterales a distintas instituciones religiosas. Según mis noticias, la Obra pagó más de cuarenta millones de pesetas por ese lugar. En otro de mis viajes a Viena descubrí también un retrato de San Josemaría en una de las principales iglesias del centro de la ciudad. Me contaron que ese templo contaba con un buen número de sacerdotes de la prelatura. Ahora que llevo doce años sin ejercer el periodismo y dieciocho años fuera del Opus Dei seguro que hay muchas iglesias con casos parecidos. Pero lo de la catedral de Colonia ha sido una sorpresa.

ELCANARIO

LA GRAN FALACIA DEL OPUS DEI. EL CONTROL TOTAL DE LA CONCIENCIA (III)

Pepgrass, 8/08/2016

“EL SECRETO DE LA OPUS”.

¿Estás Opuseído? Desgraciadamente el secreto de la Opus no es la oración como nos quisieron vender, mejor dicho, como nos quisieron inocular en su momento. “No por mucho repetir… amanece más temprano”, ja, ja, ja. Me viene a la memoria Jack (no el destripador, aunque tampoco iría mal) Nicholson en la movie “El Resplandor”, escribiendo como un poseso una y otra vez en el folio la misma frase infinitas veces y posteriormente “haciendo que escribía” pero dejando el folio totalmente en blanco. Opuseído también por ponerse todos los días a escribir a la misma hora, estuviera o no inspirado ese día, pero ojo con molestarle, que se podía convertir en el otro Jack…, y “Houston we have a problem”, como fuera un numerario “cintura de madera” ya podías salir “echando birutas” que no tenías casa suficiente para esconderte. (Compárese la sonrisita de Jack en la peli con la del notas de turno)...

   He leído el artículo “Censuran al cardenal del Opus Dei por justificar violaciones en Perú” (Página 24, 2 de agosto de 2016), reproducido en esta página por Agustina, en el que, entiendo, Juan Luis Cipriani culpa a las jovencitas violadas de provocar las agresiones de las que fueron víctimas, por exhibirse indebidamente. El mencionado cardenal, arzobispo de Lima, dice textualmente:…”Pero no es que hayan abusado de las niñas, muchas veces es porque la mujer se pone como en un escaparate, provocando”.

   Al leerlo me ha venido a la memoria el conocido en el lugar donde ocurrió como “el caso de los solomillos”. Se trata del suceso protagonizado por un varón un tanto primitivo, que había machacado el cristal del escaparate de la carnicería de su calle, para llevarse los exquisitos solomillos que el carnicero tenía expuestos como muestra de la buena materia que se dispensaba en su establecimiento.

   Tan entretenido y entusiasmado estaba con las maravillosas piezas arrebatadas que, antes de llegar a su casa ya le habían atrapado y, de inmediato, fue a parar al cuartelillo. Una vez allí, interrogado, toda su autojustificación se centraba en que el solomillo era su irresistible pasión y que, si se lo ponían a la vista, como se lo habían puesto, pues él no podía resistirse y no tenía más remedio que ir a por él, en este caso a por ellos, porque se los había llevado todos –dos enteros y uno a medias-. El cerril sujeto insistía en su inocencia, ya que, si el carnicero no los hubiera expuesto en el escaparate, él no habría caído en esa tentación.

   Nada consiguió el sargento, al pretender que el obtuso ladrón entendiera que el carnicero tenía todo el derecho a exponer los solomillos en su escaparate, y que él no tenía ninguno para entrar a saco, romper la cristalera y apropiarse de tan suculentos y deseados trofeos. Y ante el gesto de desconcierto del recién atrapado usurpador, comentó con tono amenazante: “Ya verás si te vas a enterar cuando te encuentres con el castigo que te va a caer”.

   Cardenal Cipriani, ¿no comprende usted que por muy a la vista que a uno le pongan el solomillo en el escaparate, no le da derecho alguno para cargarse la vitrina y arramplar con la deseada mercancía? ¿Tampoco entiende que aquel dicho de “el buen paño en el arca se vende”, que primaba en su juventud como un principio, ha pasado a la historia? ¿Y que aquel otro de “van como van y pasa lo que pasa”, dicho que también funcionaba como principio en su años mozos, puede llegar a ser muy injusto?

   Con todos los perdones, no me queda más remedio que dirigir una corrección fraterna, de las de verdad, al actual arzobispo de Lima, ya que, no parece propio del “cargo y posición que ocupa” que, ante ese trágico caso de las jóvenes violadas, su reacción haya sido similar a la del burdo protagonista del “caso de los solomillos”.

Isabel de Armas

¿Quién me iba a decir que la devoción a Sanjosemaría Escrivá sería engullida, al menos en parte, por el proceso de secularización de la sociedad, con apoyo de dinero público, en orden a promover el turismo? Me hago, sorprendido, esta pregunta después de leer la nota de Aloevera (25.07.2016) en que informaba sobre el itinerario y el centro de interpretación de Sanjosemaría promovidos por el Gobierno de la Comunidad Autónoma de Aragón. También tengo entendido que en Cataluña se ha impulsado la “ruta de Rialp”, de carácter senderista, que recuerda el famoso “paso de los Pirineos” de Josemaría Escrivá y los suyos en otoño de 1937; lo que no sé es si esa ruta ha recibido subvenciones de la Diputación provincial de Lérida o de la Generalitat catalana, que no tiene más que deudas y cuyas prioridades políticas van a día de hoy por otros derroteros.

Sea como sea, me sorprende esta deriva secularizadora, disimulada bajo el eufemismo de “turismo religioso”, término que no debería agradar a los escrivarianos más estrictos. En vida de Escrivá, llegó al Colegio Romano una carta enviada a un numerario por otro numerario de España (o de otro país: no recuerdo bien los detalles), en la que el remitente refería anécdotas apostólicas de amigos suyos con quienes acostumbraba a esquiar, y las consideraba “apostolado blanco”. Esta expresión ofendió la sensibilidad de monseñor Escrivá, siempre tan sobrenatural, que lanzó una severa reprimenda a sus hijos por trivializar la labor apostólica convirtiéndola en ocio. Me pregunto si el “turismo religioso” no viene a ser algo parecido al “apostolado blanco”, porque el ocio se conjunta con la vivencia religiosa en ambos casos. Dejo ahí la pregunta para que la respondan los promotores de los itinerarios aragonés y catalán. Seguramente responderán diciendo: “No pasa nada. En los meses de invierno las rutas turístico-religiosas de Aragón y Cataluña bendecidas por Sanjosemaría se podrán complementar con el apostolado blanco, porque las pistas de esquí de los Pirineos están a un tiro de piedra”.

¡Esto es vivir para ver! ¿De qué me sirvieron los años que pasé en el Colegio Romano? ¿Fueron años de formación o de tomadura de pelo? Reconozco que la expresión “apostolado blanco” sea demasiado coloquial, propia de una correspondencia epistolar entre dos hombres jóvenes, pero contiene mucha más salud mental que las formulaciones escrivarianas de “santa intransigencia”, “santa coacción” y “santa desvergüenza”: «El plano de santidad que nos pide el Señor, está determinado por estos tres puntos: la santa intransigencia, la santa coacción y la santa desvergüenza» (Camino nº 387).

Una vez ya lanzados a promover itinerarios turístico-religiosos siguiendo las huellas de Sanjosemaría con la colaboración de las administraciones públicas, ¿por qué no impulsar rutas urbanas en las ciudades de Madrid y de Roma, en las que el santo vivió varios años de su vida? En Roma falleció el 26 de junio de 1975, y allí reposan sus restos mortales. La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y la de Roma, Virginia Raggi, aceptarán encantadas esta propuesta, que aportará sin duda un torrente de peregrinos turísticos a sendas ciudades, como pasa en Santiago de Compostela.

En lo que a Roma se refiere, los promotores del itinerario deberían incluir la visita de los Museos Capitolinos (gratuita, a ser posible, para los peregrinos escrivarianos debidamente acreditados), porque, como recordé en una nota del 1.02.2016, monseñor Escrivá confesó públicamente su admiración por la Venus Capitolina, de manera que los devotos de Sanjosemaría están moralmente obligados a acudir a esos Museos que su santo preferido pateó con tanta admiración. Tampoco se debería olvidar la sugerencia que en esa misma nota dirigí al director o directora de los Museos Capitolinos: incluir entre los anuncios publicitarios del Museo la escena, registrada en una de las “películas del Padre”, en la que Escrivá revela su admiración por la Venus. Todo sea por favorecer la fe cristiana, el turismo y el arte, pues la admiración de Escrivá por la Venus se encuadra en eso que los teólogos denominan “relaciones fe-cultura”.

Desde Opuslibros se lanzan muchas críticas a la Obra de Escrivá. Pero en esta nota de hoy propongo excepcionalmente, bien fundamentadas, interesantes sugerencias a los directores de la prelatura personal y, de paso, a la dirección de los Museos Capitolinos de Roma. Sanjosemaría Escrivá, esto es, el Santo Intransigente, el Santo Coaccionador y el Santo Desvergonzado, que santamente no transigió con el trivial apostolado blanco de alguno de sus hijos, se merece con el sustento económico de las administraciones públicas el reconocimiento del turismo religioso.

Josef Knecht

La reciente carta de la Santa Sede dirigida a los obispos, Iuvenescit Ecclesia (15.05.2016), sitúa las prelaturas personales en el plano jurídico al que pertenecen (el fenómeno carismático y asociativo de la Iglesia) y no en el plano en el que los canonistas de la Obra de Escrivá la quieren situar (la estructura jerárquica de la Iglesia, equiparándolas así a las diócesis). En cuanto se publicó el documento, pensé en escribir una nota para enviarla a Opuslibros, pero por varias circunstancias demoré hacerlo. A la vista de que Gervasio ha publicado el 20.07.2016 el escrito Ya era hora, con el que estoy del todo de acuerdo, no veo la necesidad de aportar nada nuevo sobre este tema por el momento. Gervasio, como acostumbra, da de lleno en el clavo, y a su escrito me remito, aunque podría haber añadido un argumento más a favor de su tesis: la prelatura personal del Opus, como cualquier asociación de creyentes, está dotada de un carisma propio y de una espiritualidad propia, la que le dotó su fundador, mientras que las diócesis e iglesias particulares no pueden tener una exclusiva espiritualidad propia o corporativa. De esto traté con detalle en mi artículo del 8.08.2012 titulado Del cristomonismo al sanjosemaría-monismo.

Tan sólo quisiera hacer una breve puntualización a otra noticia también reciente de la que en Opuslibros se hizo mención en un envío de Aloevera el 25.05.2016. Se trata del proyecto de que los seguidores del obispo cismático Lefèbvre, la Sociedad Sacerdotal San Pío X, sean readmitidos a la Iglesia Católica bajo la figura jurídica de prelatura personal. Sobre esta cuestión ya he escrito cuatro veces en esta página web: un envío en tono humorístico (¿Pervive todavía el franquismo en dos o más prelaturas personales? [18.06.2012]) y tres envíos serios del todo (Diálogo con un sacerdote sobre las prelaturas personales [20.06.2012], Continuación de diálogo con un sacerdote sobre prelatura personal [22.06.2012] y Otra vez debatiendo sobre las prelaturas personales [2.07.2012]).

También habría que tener en cuenta el apunte que Agustina aportó el 18.06.2012 porque en él se critica con buenos argumentos la conveniencia de acoger a los lefèbvrianos como prelatura personal. Debo confesar que también tengo mis dudas al respecto, las cuales se han acrecentado viendo que a los gerifaltes del Opus les parece bien el proyecto, pero parece ser que la Santa Sede ha optado hasta el momento presente por esta posible solución a la rebeldía planteada por la Sociedad Sacerdotal San Pío X. Ya veremos cómo se desarrollan los acontecimientos en el futuro, pues es clave que los propios lefèbvrianos den su conformidad a transformarse en prelatura personal, y no tengo claro que todos ellos estén de acuerdo en aceptar esta propuesta como el mejor modo de reconciliarse con la jerarquía episcopal de la Iglesia Católica, de la que disienten desde la clausura del concilio Vaticano II (1962-1965), en el que se creó la figura jurídica de prelatura personal.

Josef Knecht

La vocación prefabricada. Pepito

La pobreza y el apostolado de no dar. Lizzy Babieca

Obras de misericordia del Opus Dei. Simplicio

Noche oscura, depresión y confusión. Nicanor

El ogro cariñoso. Precisiones sobre el Opus Dei. Job Fernández

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