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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 04 de Abril de 2016



Estatutos de 1941 del Opus Dei, en inglés.- Agustina

1941 Regulations. English versión

 





Mi experiencia sobre el tabaquismo.- Supo

Estimados todos:

He leído el texto de Cooperata y otros que abordan el tema del tabaquismo en el Opus Dei a raíz de una frase del primero. Aceptaré las experiencias personales que cada cual cuente siempre que hayan sido vividas en primera persona, por lo que pido que se acepte la mía. En mi vida he fumado y nadie en el Opus Dei me dijo que lo hiciera. En mi centro de adscrito, nunca supe de nadie que fuese obligado. Los adscritos que fumaban lo hacían desde antes de llegar al centro y nunca escuché que fumar fuera algo de mentalidad laical. Sí recuerdo la historia de don Álvaro, que se planteaba como ejemplo de obediencia y como una necesidad porque ninguno de los tres primeros ordenados fumaba, ni Escrivá de Balaguer. Gracias a esta página me he enterado que los religiosos tienen prohibido fumar (se lo diré a algunos que conozco). También conozco a un sacerdote (que no es del Opus Dei) al que voy a denunciar porque fuma en la oficina de su universidad.

Pienso que España, al igual que otros países, hizo muy bien en la prohibición de fumar en lugares públicos cerrados. En esto la legislación llegó tarde pues la sociedad ya se adelantó como contaré a continuación. Estudiaba yo en la Universidad de Navarra cuando un grupo de personas empezó (y yo lo secundé siendo numerario) a que no se fumase en las aulas. Algunos compañeros (no numerarios) se opusieron, pero la mayoría de los estudiantes de mi carrera apoyó la iniciativa. En esa mayoría incluyo a numerarios fumadores, que pensaron que no era bueno molestar a los demás con el humo de su tabaco. Venció el sentido común, que a veces tarda años en imponerse. No supe de nadie que rechazase tal medida, pero mi ignorancia no significa que no hubiese catedráticos que estuviesen en contra de la idea, como ha dicho Knecht. En cualquier caso, todo el mundo la acató y muchos lo agradecimos, como agradecimos al gobierno de Rodríguez Zapatero una ley de defensa de los no fumadores, años más tarde de algo que muchas personas en la sociedad hemos reclamado (al margen de cuestiones religiosas).

Añadiré algo más que tiene que ver con el inicio de este texto (y explica un poco por qué cada vez intervengo menos en esta web). Acepto las experiencias personales (y pido que se acepten las mías), pero me parece que realizar psicología sin ser psicólogos, sociología sin ser sociológicos y ensayismo barato es muy perjudicial para la salud intelectual. En los textos sobre el tabaquismo he leído cuestiones absurdas, que no tienen ningún fundamento en ninguna ciencia y eso me da pena. Suelo leer con gusto los textos de Knetch (especialmente los de su especialidad), pero esta vez (amigo mío) te has pasado al aceptar la idea de Kayac: pensar que uno es fumador por miedo a aceptarse a sí mismo es una solemne tontería. No es tuya, pero "medio" aceptar una tontería de otro (Puede ser cierta...) te desdice y tú no eres así.

Hay comentarios peores. Por desgracia mi padre fumaba y no era del Opus Dei. No murió de cáncer de pulmón, sino de otro problema que no estaba vinculado al tabaco. Mi padre tenía una gran personalidad, aunque fumase. Fumar es malo, malísimo, y también realizar saltos en el vacío sin saber, o realizar interpretaciones pseudopsicológicas sin saber o pseudosociológicas sin saber. Un salto en el vacío realiza Manzano con su texto Nicotina opusina. Por favor... seamos más rigurosos en nuestras críticas. Solo conozco a una persona que "obligaran a fumar"... fue don Álvaro y murió de otra cosa. Llevar la crítica al Opus Dei por caminos así empequeñece la calidad de este sito web.

Un saludo
Supo





Enseñanza privada.- Pepito

El artículo de Gervasio El uso del tiempo en las casas y cosas del Opus Dei, y al menos para mí, levanta una liebre de no poco interés: eso de que la dedicación a “la enseñanza privada” solo era posible, a tenor del ius peculiare del Opus Dei a la altura de 1941, a título de excepción debidamente autorizada. Cabe preguntarse –claro está- qué entendía esa norma por “enseñanza privada” (¿la que nuestro santo preferido practicó, con todo derecho pero sin duda pani lucrando, en diversas academias?). Yo me siento inclinado a ver ahí una directriz indirecta: lo propio de los miembros del Opus Dei sería ocupar las cátedras universitarias, en la España de entonces todas públicas, tarea a la que, por cierto, se dedicaban por entonces con un entusiasmo digno de mejor causa.

 

Pepito





Escritos recomendados.- Agustina

Con 4 años en la obra yo también era feliz. JON

Increíble propaganda sobre “La vida en el Opus Dei”. Doserra

De psiquiatras y cosas peores. Tapatio

Reflexiones en torno al proceso de salida del Opus Dei. Claudia




 

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