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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 25 de Abril de 2016



La farsa de los colegios Opus.- madredefamilia

Quiero compartir mi experiencia como madre de familia en colegios de la Obra, advertir a los Padres de Familia a que no se dejen deslumbrar y opten por educar a sus hijos en un ambiente normal lejos fanatismos, miedos y culpas.

No entreguen a sus hijos en manos de gente con problemas emocionales y realizan prácticas masoquistas que nada sano pueden transmitir a sus hijos. Caí en la trampa (hasta que se me cayó la venda de los ojos) atraída por el excelente marketing que manejan ofreciendo educación en valores, excelencia académica, educación personalizada, receptoría, todo esto dentro de un colegio laico pero con asesoría pastoral del Opus Dei. En fin una educación y formación de primera.

Lo que descubrí con el tiempo es que el principal fin de estos colegios es el "Proselitismo" y captar adeptos mediante la culpa y el miedo. Descubrí por qué mis hijos fueron tan infelices y la mayoría de sus compañeros también. Son colegios caros que privilegian a los de "Casa" y a los de familia adinerada o de apellido rimbombante.

De excelencia académica muy poca ya que profesores pensantes y con vocación son despedidos si no se alinean a normas absurdas que no se discuten. Se les somete a presiones y rigores que no dejan tiempo de vivir una adolescencia normal. A través de los Preceptores espían toda la vida familiar y personal de los chicos para así escoger entre quienes no están "Contaminados" débiles o con problemas personales a los posibles candidatos a ser captados.

El resultado de todo este lavado de cerebro es mantener a los chicos dentro de una burbuja que ocasiona, en muchos casos, problemas de sociabilidad, sufrimiento, rebeldía, entre los que no se tragan el cuento que felizmente cada vez son los menos.

No se dejen engañar, eviten a sus hijos sufrimientos innecesarios, enseñen a sus hijos la libertad de pensamiento, valores y que Dios es amor.

madredefamilia





Querer en abstracto que la Obra cambie...- Tasio

Querer en abstracto que la Obra cambie y en concreto que no se acerquen los míos

Mi historia personal en la Obra fue breve, de los 16 a los 23. Hoy casi han transcurrido 20 años desde que lo dejé y curiosamente sus recuerdos son vívidos, casi materializables. La gente que conocí, las casas en las que viví, las actividades en las que participé, todo ello está presente y vivo en mi interior. Fueron años cruciales, ese despertar a la madurez desde una adolescencia solicitante de grandes acciones, grandes sueños, grandes ideales, grandes proyectos. Y al mismo tiempo de gran sufrimiento, como no encajado, como fuera de lugar, como si la Institución tuviera una vida propia a la que simplemente trataba de subirme continuamente, como un tren en movimiento y yo en las vías tratando de agarrarme al último vagón. La Obra era la materialización de un sueño lleno de grandes ideales… que luego nunca se cumplían porque todo quedaba claustrofóbicamente reducido a la tiranía de la corrección fraterna de lo absurdo, o a una dirección espiritual que había perdido su frescura y que se convertía en algo ritualizado, vacío. Porque cuando trasladaba mis grandes ilusiones, o sueños o verdaderas preocupaciones, todo era realmente despreciado y no querido...



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Sexualidad.- Entregado

Uno de los superiores en el colegio mayor donde fui me comentaba, tras haber entrado yo en la depresión, que había algo en común entre mi estado en el alma y que algunos numerarios cayeran en la masturbación. Me hacía una especie de confesión, como diciendo, “igual que tú entras en la depresión y no puedes controlarte, así otros (numerarios) caen en la masturbación y en el fondo no pasa nada”. Entiendo que se le quisiera dar un tono comprensivo a ese fenómeno entre los numerarios para que no se escandalizaran. Pero que equipararan mis pensamientos de depresión con una masturbación incontrolada me parecía inadecuado. Porque era como confesar que en el fondo ”nadie puede ordenarse en la verdad” en esto, y todos podemos quitarle sal al asunto, como algo casi involuntario. Seguramente hay mucho que ver detrás de por qué un numerario “necesitaría” masturbarse, qué razones psicológicas hay detrás de ello.

Pero que te presenten tan altos ideales ascéticos en la institución y luego te diga un superior mismo que a la masturbación espiritualmente hay que quitarle peso, me parece inapropiado e incoherente. Porque se te está diciendo que no es posible vivir el celibato o la virginidad. Lo más que se puede hacer es luchar por poner la batalla lo más lejos posible (reprimiendo o no exponiéndose) y si luego se cae “al menos se ha luchado” poniendo los medios posibles. Para mí, este “poner los medios posibles” no es más que una excusa moral para justificarse, porque los verdaderos medios están en ver qué le pasa a esa persona afectivamente para que quiera tener un escape de la presión subjetiva; qué está originando una presión innecesaria en esa persona y por qué el escape a esa tensión sale en la zona sexual. Pero todo este discernimiento psicológico no existe como tal, o al menos no lo había en mis tiempos, así que lo único que se podía hacer era no “echar hierro al asunto” y vivir con la contradicción o la debilidad.

Recuerdo a un profesor miembro adscrito de la obra que tenía una relación tensa conmigo por diversos motivos (antes de entrar yo en la obra). Este hombre tenía algún viso de preocupación por mí (mis notas eran cada vez peores), así que me invitó a una convivencia donde había un sacerdote de la obra (por cierto, no me dejó llevar la guitarra, que tanto me apasionaba entonces). Yo accedí quizá por los otros compañeros de colegio que también iban, y en el fondo por sentirme visto por alguien, ya que en aquel entonces me encontraba muy solo con mis problemas de adolescente. Este profesor, al ver que yo no comulgaba en la misa o no me confesaba, directamente me preguntó si me había masturbado. No solo presuponía que él tuviera una autoridad sobre mí como para preguntarme esto (autoridad que solo da el amor, y en ese caso no lo había, pues no había ninguna relación de amistad), sino que presuponía que se trataba de un problema de índole sexual que había que atajar y que él tenía la "obligación moral" de hacerme ver.

No vi en esa pregunta ningún signo de respeto por mi conciencia o por mi discernimiento personal, y mucho menos un atisbo de preocupación por el problema real que hubiera detrás de mis conductas. Es este tipo de comportamientos en la gente de la obra que hacen que nos sintamos violados en la intimidad, una intimidad que por otra parte no comprenden, pues no la tienen ellos mismos al acceder a ese ideal de vida en el que no hay lugar para la iniciativa propia o al discernimiento personal. De todos los escritos de Escrivá que he leído, apenas he visto alguno que hablara del discernimiento, y mucho menos de la comprensión de problemas psicológicos desde otra perspectiva que no sea la moral pura y dura. En fin, sobre esto se podrían escribir libros enteros de experiencias diferentes. Esto es solo un botón de muestra.

Entregado

P.D. Para todos los que tenéis esa herida con la que trabajar os dejo esta canción de Juanes. Pensad en la obra como en esa mujer de la que Juanes habla, creo que os ayudará:

Hoy me voy Llorarás, llorarás cuando se vaya el sol y yo con el dejando tu vida sola te dirán, te dirán las flores del jardín cuando te amé y cuando soñé tu luz. Devuélveme ese corazón que tú no supiste valorar lo que te daba yo de verdad. Devuélvelo, devuélvelo no es tuyo no, ya se acabó el tiempo en que tú brillabas. Devuélveme el corazón que tú no supiste valorar lo que en verdad te daba yo. Hoy me voy pero no, no se va la herida que me queda por amarte, por mi culpa, por los besos que en el mar te di. Corazón me sobró y coraje me faltó para dejarte. Tengo miedo de no olvidarte y por eso de ti me despido.  Hoy me voy. Hoy me voy. Hoy me voy.

 https://www.youtube.com/watch?v=LCEkumyv4g4&index=3&list=RD4z9gux9s_wQ





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