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CORRESPONDENCIA

Miércoles, 23 de Septiembre de 2015

Este título es el de un escrito publicado por Inés Lorenzo (Brisas) en el 2004. Hasta hoy no había leído nunca esta página, y me he alegrado al encontrarla y comprobar que la indignación tiene reacción, y al pensar que pueda contribuir a que menos personas quiebren sus vidas o parte de ellas.

Hace 15 años que dejé el opus, gracias a una severa depresión que, a pesar de ser un infierno, tuvo la maravillosa cualidad de sacarme de allí, previa invitación por parte de "la obra". Después me dediqué a curarme, siendo el primer paso (ayudada por mi familia) cambiar de médico, pues el que me trataba me lo habían buscado "simpatizante", por así decirlo. Rehice mi vida y gracias a Dios, yo también me fui. No quiero extenderme mucho, puesto que la experiencia que viví, por desgracia, es demasiado habitual. Quiero darle las gracias a todos los que aquí participan, y especialmente a Inés, que escribió "Ví a una joven triste".

No estoy segura, pero es muy posible que esa joven triste de la que Inés habla, fuese yo, ya que, tal y como ella cuenta, mi pasión era la música, nos conocimos en la parroquia y fue ella la que me llevó al centro del opus. Y por si acaso, quiero desmentir lo que le dijeron de mí cuando preguntó. (Si no se tratase de mí, pido disculpas por el error, esperando que sirva esto como testimonio al menos). Yo no tenía, ni tengo, esquizofrenia, sino una profunda depresión que, acusada por los inadecuados y dañinos medicamentos que me recetaba ese "simpatizante" doctor, naturalmente con pleno desconocimiento de mi familia, me mantenía totalmente abatida y vulnerable. Muchas veces pensé en denunciar a ese psiquiatra-matasanos, teniendo pruebas más que fehacientes de los posteriores buenos profesionales que me trataron. Pero nunca tuve las ganas suficientes, y pasar página me pareció la forma más sana de seguir adelante.

Muchas gracias, Inés, y a todos por este proyecto.

Saludos!
Rosa (ex agregada)

Hablo desde la experiencia cuando digo que los colegios del Opus dei son un mal sitio para crecer y madurar como persona, porque en todo momento es esto lo que se pretende evitar. Yo salí hace un par de años de Montealto, un colegio femenino de madrid, despues de 15 años estudiando alli. Fue una etapa bonita de mi vida aunque marcada por una "moral" que iba mas allá de la religiosidad. Las actividades religiosas generalmente no eran excesivas, misas de vez en cuando ("voluntarias"), rezar el angelus y poca cosa más. Donde realmente se ensañaban era en la deformación del pensamiento: dar charlas semanales que suelen cursar sobre castidad (pecado sobre todos los pecados) en las que se decían cosas como que la masturbacion en hombres puede justificarse pero en mujeres no o que éramos nosotras mismas, con nuestra forma de vestir, las que forzabamos a los chicos a masturbarse...

Email recibido:

Agradeceros de corazón vuestra colaboración con nuestro estudio sobre víctimas de grupos manipulativos. Gracias a vuestra colaboración hemos notado un buen número de personas que nos están ayudando participando en el estudio. ¡Muchísimas gracias!

Muchas gracias de nuevo por la participación.

Cordialmente,

Omar Saldaña, Álvaro Rodríguez, Emma Antelo, Carmen Almendros y José Miguel Cuevas.

Universidad de Barcelona, Universidad Autónoma de Madrid y Universidad de Málaga

Una muy simple misiva para animar a participar en la investigación que Agustina nos ha reenviado. 

No conozco al grupo que la realiza, pero estas cosas son las que a la larga ayudan a que se conozca la realidad. Investigar es eso, al fin y al cabo. La opinión pública después divulga el conocimiento científico -entendido en sentido amplio-. Ojalá se hicieran más investigaciones de este tipo.

Por mi parte, aunque estoy cansado de rellenar cuestionarios, este lo he concluido con gusto. Si creeis que teneis poco tiempo, hacedlo por partes. No obstante, en mi caso, lo empecé a una hora horrible -la españolísima siesta- pensando que no lo iba a acabar pero el interés ha hecho que lo complete. Espero que obtengan resultados fiables y los publiquen en revistas especializadas de impacto. Para eso contribuiremos nosotros. Buen día para todas y todos.

Angelicaturba

Leyendo sobre las hipótesis psicológicas de los miembros del Opus Dei, reflexionaba sobre la vida. Cuando decidí entregarme a Dios en el Opus Dei, deseaba ser feliz y fui feliz algunos años, creo yo. Después de leer aquello de la personalidad, pienso que era rara, tal vez lo siga siendo (con ayuda de la obra), no lo sé en realidad, aunque yo me considere normal.

Si reviso mi vida en la adolescencia, considero que mi personalidad fue introvertida, perfeccionista, alumna aplicada, responsable, con algunos problemas familiares más o menos serios; y cuando conocí el Opus Dei creo que me dieron la atención que no recibía en casa, me enseñaron a confiar en Dios, que podía ser santa en medio del mundo, que podía acercar a los demás a Dios; luego conforme pasaba el tiempo entre la universidad y el inicio del trabajo, me fui dando cuenta de muchas cosas, que no encajaban con alguien común y corriente como yo, una agregada del OD y que creaban un conflicto interior. Después me he dado cuenta que me alejaron mucho de mi familia en lugar de acercarme a ellos, me hicieron vivir en mi mundo, y ese tiempo ya no se recupera. Varias veces le dije a la directora "quiero irme de la Obra", pero conversaban conmigo y después nuevamente desistía, me sentía culpable y empezaba de nuevo.

Cuando una está en la Obra la directora te hace ver que las del OD son personas elegidas por Dios, muy virtuosas, que eres un instrumento de Dios, que necesita que correspondas a esa entrega con obediencia y docilidad, que eres una mujer privilegiada, etc..., todo eso se te mete en el alma y lo crees así, lo vives así por tanto tiempo hasta que el globo revienta porque ya no puedes más, no puedes vivir así. Si alguna chica joven tiene la oportunidad de leer esto le digo: Vive tu juventud, creo que es la mejor etapa de tu vida, conoce a las personas, acéptalas como son, ten muchas amigas y amigos, confía en las personas que realmente te aman, tus padres, y si ellos tienen problemas, encontrarás a alguien que te ama, sé tu misma, aprende de la vida, no juzgues a los demás.

Ahora que tengo 39 años, casi 19 años que estuve en el Opus Dei, me pregunto si sería la misma si no hubiera sido de la Obra, en realidad, no lo sé, nadie lo sabe, sólo intento recuperarme de eso, y vivir para adelante, intentando cada día ser feliz, no guardo resentimiento, pero sí siento mucha pena por las que se han quedado, sobre todo por las agregadas mayores que solo pueden aguantar, que más pueden hacer, solo intento pensar que todo sucede por algo en nuestra vida, porque uno no elige nacer, o tener una determinada familia, tampoco elegimos pertenecer a una determinada familia o determinada personalidad, cada persona tiene un valor que a veces nuestros ojos no logran descubrir, muchas cosas en nuestra vida ocurren por algo.

Me da alegría leer los testimonios de muchos que pertenecieron al Opus Dei y después que lograron salir, pudieron rehacer sus vidas, enamorarse y formar una familia; sé que nunca es tarde para amar, tal vez nunca amé a nadie, no lo sé, pero nunca tuve un enamorado, debe ser algo lindo, en fin muchos lo viven y sé que es algo hermoso, vivo el día a día que me regala Dios, intento curar estas heridas.

Sé que tenemos libertad para expresarnos acá, así es que quiero pedirles que quienes escriban no lo hagan con resentimiento porque nos hace mucho daño, tal vez esa es una de las razones por las que no escribía antes y si alguien se ofende con este pedido les pido disculpas.

Girasol

“Tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; FUI FORASTERO Y ME ACOGISTEIS..." (Mt, 25 35).

Siguiendo el Evangelio, la reacción del Papa Francisco, ante la avalancha de refugiados ha sido muy clara: ha ofrecido las instalaciones de la Iglesia a estas personas: "Que cada parroquia, cada comunidad religiosa, cada monasterio, cada santuario de Europa, hospede a una familia, comenzando por mi diócesis de Roma... me dirijo a mis hermanos obispos de Europa, verdaderos pastores, para que en sus diócesis atiendan mi llamamiento....". (Francisco, alocución, 8/9/15). Esto obliga a todas las instituciones de Iglesia Católica incluido el Opus Dei (cuya máxima autoridad es un Obispo -el de Cilibia-). Ya hay muchas diócesis e instituciones de derecho particular en la Iglesia, que han empezando a trabajar en lo que el Papa ha ordenado.

¿Qué hace el Opus Dei por cumplir con este mandato evangélico y papal? ¿Alguien ha visto familias de refugiados acogidas y atendidas en centros del Opus Dei europeos? No. No acogen a nadie. Adoptan una actitud de silencio e indiferencia. Van lo suyo. "... Le robaron todo lo que tenía y lo hirieron, dejándolo casi muerto. Y ACONTECIÓ, QUE DESCENDIÓ UN SACERDOTE POR EL MISMO CAMINO, Y VIÉNDOLE, PASÓ DE LADO" (Luc 10: 31). Eso es lo que hacen: los ven y les dan de lado.

Ramana ( 9/9/15 ), hizo una divertida parodia sobre una hipotética carta del prelado indicando al Opus Dei cómo debería atender a los refugiados. Me reí mucho porque el obispo de Cilibia y sus adláteres nunca van a escribir una carta como esa. Y sin embargo, mucho de lo que plantea Ramana en esa hipotética carta, el obispo de Cilibia tendría grave obligación de realizarlo, como el hijo obediente y ejemplar de la Iglesia que se supone que debería ser.

Escrivá, y algunos de la Obra, en la guerra civil española vivieron una situación de auténticos refugiados: tuvieron que huir porque los podían matar si seguían en zona roja. Huyeron con el apoyo y el dinero de personas a las que pidieron ayuda. Y luego, al pasar a zona franquista fueron bien recibidos e integrados. Imaginemos la cara que se le hubiera puesto a Escrivá si las personas a las que pidió ayuda ni lo hubieran escuchado. O si los franquistas no les hubieran permitido entrar en su zona. Pues eso les está ocurriendo hoy a muchas de estas gentes. El Opus Dei tiene escrito con mucho detalle en sus publicaciones históricas, que estuvo muy bien hecho y que fue una maravilla el paso de Escrivá desde la zona roja (Madrid-Valencia-Pirineos) hasta la zona franquista. De modo que sostienen que ayudar a huir y recibir con los brazos abiertos a un refugiado es algo muy bueno... siempre y cuando el refugiado se llame Josemaria Escrivá de Balaguer y Albas. Pero ¿qué hace el Opus Dei ahora que el refugiado se llama Mohammed, Rashid o Kwadwo o Gbohouo? Pues bien, hasta ahora NO HACE NADA.

Para hacer algo tendrían que acoger a estas pobres familias en las casas de retiros, en los colegios mayores, en los colegios de fomento, en Torreciudad y en todos los lujosos, cómodos y amplios centros y edificios que poseen por toda Europa; y atenderlas hasta que pudieran abrirse camino en sus vidas.

¿Cómo es posible no dedicar una mínima parte de las inmensas riquezas que el Opus Dei posee para acoger a estos desgraciados, siendo los miembros del Opus Dei obispos, cardenales y sacerdotes de la Iglesia Católica y laicos, muchos guardando el celibato apostólico, que dicen que dedican enteramente sus vidas a servir a la Iglesia "como la Iglesia quiere ser servida"?

Sólo perderían un poco de su comodidad y ganarían mucho en alegría y felicidad. Además, si lo hicieran de verdad, les lloverían las vocaciones sin necesidad de tantas charlas, círculos, parafernalias de beatificaciones, univs, romerías, listas de pitables, retiros y demás artes de pesca y captura. Y verían lo que es el apostolado por atracción, que el Papa explica cuando habla de cómo debe crecer la Iglesia, opuesto al proselitismo por coacción, que es el que ellos practican y que es forzadísimo y antinatural para la buena gente de la Obra y traumático muchas veces para los pescados. Creo que sería una revolución del amor, les rejuvenecería, les ayudaría a sentirse mejores personas, y devolvería la alegría a sus almas (y llevarían los antidepresivos, antipsicóticos y ansiolíticos a las cajas de reciclaje de las farmacias). Veamos si en el futuro, el Opus Dei se decide a obedecer al Papa acogiendo a los refugiados o prefieren ignorarlos y seguir encastillados en sus torres de oro y marfil.

Orange.

PD: ... You may say I'm a dreamer, que diría J. Lennon

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