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CORRESPONDENCIA

 

Lunes, 12 de Octubre de 2015



Un testimonio más.- Eliana

Agradecida por leer otros testimonios, paso a aportar el mío.

A los meses de elegir la Iglesia Católica como camino, después de tiempo de dudas existenciales, me encuentro con un supernumerario que me invita a conocer el Opus Dei. Nunca había oído hablar de la obra. A los dos meses y medio ya había pedido la admisión como numeraria. Estaba contenta, feliz por haber descubierto el sentido de mi vida: seguir a Jesús. Dos años viví como numeraria porque yo en realidad no era numeraria, tengo que decir.

En el primer retiro me gustaba mucho todo pero me sentía como "sapo de otro pozo" y literalmente se lo hice saber al confesor. Me contestó que es normal sentir así, que nadie está 100 % seguro que tiene vocación. En la charla de formación que le siguió a la confesión el padre preguntó a todas las presentes quien estaba segura de su vocación, que levantara la mano. Fueron pocas. Entonces reforzó lo que me había dicho a mí antes sobre el tema.

Al dejar el centro que frecuentaba en mi ciudad para ir al centro de estudios dejé mujeres queridas y una guía a la que contaba absolutamente todo. Le tenía muchísimo afecto. Era mi amiga (eso creía yo). Me acuerdo de una de las últimas confesiones antes de viajar. Le dije al confesor (siempre del Opus Dei) que me veía en el centro de estudios sola, triste y caminando por los pasillos. Él me preguntó si conocía esa casa. "No", le contesté. Nunca había estado. Los dos meses que permanecí en el centro de formación viví algunas cosas que leo en los testimonios.

Me quedó grabado en la mente el comentario de una numeraria que nos daba una charla a todas y nos decía que entre otras ventajas de ser numeraria estaba la de irse a dormir a la misma hora y no trabajar tanto como las madres de familia con hijos que no saben nunca cuando se acuestan y pueden descansar un poco. Muy humano el comentario me pareció ¿Y el morir por Cristo? Recuerdo otra charla sobre las auxiliares. ¡Estaba emocionada! Hacer todas esas tareas, sin que nadie viera, tareas sencillas por amor. Al terminar fui hablar con el confesor/director espiritual. Había encontrado mi camino profesional: quería ser auxiliar. El me dijo que no, que yo estaba para otra cosa. Quedé triste. Aclaro que ahora soy esposa y madre y estoy viviendo a pleno eso que sentí en ese momento.

Mi salida del Opus Dei fue rápida. El director espiritual me pidió permiso para contarle cosas a la directora. Al día siguiente estaba en el consultorio de una psicóloga de la obra. No recuerdo mucho que hablamos pero si me acuerdo que lloré muchísimo y me sentí muy mal. Dos o tres días después había "renunciado" al trabajo de secretaria de alguien de la obra y estaba limpiando los pasillos del centro de estudios: ese era mi encargo.

Me mandaron de vuelta a mi casa acompañada de una numeraria. Me ofrecieron darme una dirección de un psicólogo para que me atendiera pero preferí buscar personalmente. Seguí confesando y llevando la dirección espiritual de la obra por unos meses. A la salida no tenía más amigas ni la confidente que tanto apreciaba. Tengo que agradecer al Opus Dei todo lo que aprendí sobre doctrina católica. Terrible el manejo emocional y mental.

Eliana





Manosear a un alumno.- Ruta

Un preceptor no puede manosear a un alumno.

 

¿Qué pensaría un colegio si los alumnos se dedicaran a manosear a los directores y preceptores? Sería intolerable.

 

Dios nos cuide.

Ruta de Aragon.





Diagnóstico del problema del Opus Dei.- Orange

En esta página se han publicado muchas y acertadas opiniones sobre cuál es el verdadero problema de fondo del Opus Dei dentro del Cristianismo. Sin embargo, creo que la mejor descripción del asunto la hizo magistralmente (en ambos sentidos: magisterio eclesiástico y brillantez conceptual) el propio Papa Francisco en la encíclica Evangelii Gaudium, publicada hace ahora casi 2 años (26-11-13), cuando describe lo que es la MUNDANIDAD ESPIRITUAL (págs. 93-97). En el envío de Simple-mente (29-11-13) se puede releer el texto papal.

De manera que el problema está claramente identificado... Y cuando hay un problema de esa envergadura, se supone que hay que resolverlo. ¿Quién tendría que hacerlo? ¿Cómo? ¿Cuándo?

Orange




 

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